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2016: Vamos por una Segunda y Definitiva Independencia

Dos siglos después de aquella gran gesta revolucionaria, nos encontramos con una América Latina cada vez más dependiente. La crisis económica ha entrado por completo en la región desde hace tiempo y, para garantizar las ganancias de las grandes multinacionales y sus socios menores nacionales, los diferentes gobiernos aplican violentamente sus planes de ajuste contra los trabajadores y el pueblo.
A 2014, según la CEPAL , se calculaba en 167 millones la cantidad de personas que se encuentran bajo la línea de pobreza. En ese mismo año murieron 1.678 mujeres víctimas de violencia. Hay más de 7 millones de niños en situación de desnutrición.
Por otro lado, la mayoría de la riqueza que producimos va a manos de los grandes dueños del mundo. En México, el 30% del presupuesto es destinado al pago de deuda externa. En Argentina, más del 40%, por dar algunos ejemplos. Mientras, migajas se destinan al salario, la educación, la salud, el combate a la violencia contra las mujeres. También podemos nombrar los daños inmensos que ocasiona el saqueo de las multinacionales como fue el caso de los derrames de cianuro en el Río Jachal, en San Juan.
Todo esto no hace más que mostrarnos cuan necesaria se hace una nueva gesta revolucionaria, internacional como la de aquellos tiempos, una gesta por una Segunda y Definitiva Independencia.

¿De la mano de quiénes?

Varias organizaciones, como las agrupadas en el FPV, coinciden con nosotros en esta necesidad. Sin embargo, plantean que este proceso lo estarían llevando adelante los gobiernos “progres” como el de Maduro en Venezuela o el de Evo Morales en Bolivia.
Estas organizaciones también afirman que ese proceso en este momento estaría enfrentando un contraataque del imperialismo. Una “ola conservadora” que es la que llevó a Macri al gobierno en Argentina, y sacó a Dilma para poner a Temer en Brasil.
No coincidimos con ninguna de estas dos afirmaciones. Por un lado, porque todos estos gobiernos han sido grandes aliados de las multinacionales y los grandes empresarios. Prueba de esto fue la entrega de Vaca Muerta para la explotación de petróleo a Chevrón, por parte de Cristina, con un contrato muy generoso, o también la subasta que realizó Dilma de las reservas de petróleo en Campo de Libra a diferentes multinacionales. Estos gobiernos no dudaron en atacar a los trabajadores cuando la crisis que entraba en la región amenazaba las ganancias de los empresarios.
Pero tampoco coincidimos porque estos gobiernos nos llaman a derrotar al imperialismo en “las urnas” y no en las calles. Así lo hace Cristina hoy, llamándonos a construir un “Frente Ciudadano” para la reflexión y a esperar a las elecciones.
No alcanza con votar en contra de los colonizadores, hay que echarlos. Si algo nos enseña nuestra historia, es que para lograr la Independencia, es necesario hacer una nueva revolución.

Entonces ¿cómo hay que hacer?

Estudiantes y docentes enfrentan los ataques a la educación pública en Oaxaca, Río de Janeiro, y a lo largo de Chile. Masivas movilizaciones contra la violencia contra la mujer sacuden el continente al grito de “¡Ni Una Menos!” “¡Vivas nos queremos!” “¡Por todas ellas!” . En Argentina, el 29 de Abril, cientos de miles de trabajadores tomamos las calles contra los ataques del gobierno de Macri.
Si miramos estos hechos por separado, país a país, puede parecernos que hay grandes coincidencias. No lo son. La crisis económica entra con todo en Latinoamérica, todos los gobiernos se empeñan en que nosotros la paguemos para mantener las ganancias de las multinacionales. La resistencia ya empezó, en todas sus formas. Pero si queremos conseguir trabajo y salario dignos para todos, acceso universal a la salud y educación, ponerle freno a la violencia hacia la mujer y a los demás sectores oprimidos, la única salida de fondo que tenemos los trabajadores, es pelear por una Segunda y Definitiva Independencia.
Las CGTs y CTAs en Argentina, la CUT en Brasil, la COB en Bolivia, entre otras, evitan por cualquier medio llamar a la movilización. La tarea inmediata a la orden del día es organizarnos por abajo. En cada lugar de trabajo, de estudio, en cada barrio, tenemos que organizarnos para dar la pelea y obligarlos a que se pongan a la cabeza. Tenemos que rodear de solidaridad todas las luchas, de toda la región. Todo en función de poner de pie una nueva gesta revolucionaria como la de hace 200 años.
Sin embargo, para llevar adelante esa gesta, hace falta construir una dirección. Esa dirección, tiene que ser internacional, porque la revolución a realizar también debe serlo. No alcanza con los sindicatos y centrales, hay que construir una alternativa política de los trabajadores que luche por la Segunda y Definitiva Independencia Latinoamericana. La Liga Internacional de los Trabajadores, partido mundial del cual el PSTU forma parte, está al servicio de construir esa dirección, y queremos invitarte a que te sumes a construirla con nosotros.


Una salida obrera y socialista para América Latina

• ¡Fuera el imperialismo de todo el continente! No al pago de la deuda externa, por el fin del saqueo de nuestros recursos naturales a manos de las multinacionales. Por la nacionalización bajo control obrero de todos los recursos, el transporte, la industria, la salud y la educación. Nacionalización de los bancos y grandes extensiones de tierra. Por el monopolio del comercio exterior.

• Fuera tropas de Haiti. Fuera ingleses de Malvinas. Fuera las bases militares extranjeras. Por la Independencia de Puerto Rico.

• Contra la represión de todos los gobiernos y la criminalización de las luchas en todo el continente. Castigo a los responsables directos y políticos de los asesinatos de Oaxaca, México, y todos los muertos por luchar.

• Por los derechos de las mujeres trabajadoras y por el fin de toda opresión. Contra la violencia machista y racista. Por el respeto de la nacionalidad de los pueblos originarios y el reconocimiento de sus derechos.

• Por la unidad y coordinación de todos los trabajadores latinoamericanos y también con la clase obrera de los países imperialistas, para derrotar juntos al enemigo común.

• Por la democracia obrera en las organizaciones sindicales. Por una nueva dirección del movimiento obrero y popular.

• Por una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina

 

Notas complementaria:

1) http://nuevo.http://nuevo.pstu.com.ar/wp-content/uploads/2014/09/trotskyarchivo.jpg.com.ar/1816-la-segunda-independencia-sera-revolucion-continental-o-no-sera-2016/