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Asamblea femenina en la carpa de Pepsico

   El colectivo kirchnerista Ni Una Menos convocó el pasado 26 de julio a un “Guiso Feminista y Asamblea” en la carpa que los trabajadores y trabajadoras de Pepsico instalaron frente al Congreso.
   Más de cien compañeras de partidos politicos, sindicatos y organizaciones feministas nos apretujamos en el acampe para dar apoyo a esa pelea emblemática contra el ajuste de Macri y las empresas hambreadoras.
Caty Balaguer, dirigente de la fábrica, explicó que la resistencia a los despidos es parte de la lucha contra la reforma laboral del gobierno, contó cómo fueron surgiendo nuevos delegados en Pepsico, las persecuciones que sufrieron y la batalla por obtener las categorías de medio oficial, negadas a las mujeres. Concluyó afirmando que la pelea por los derechos de las mujeres no es solamente de género sino de clase y convocando a seguir la lucha por la reincorporación.
   Siguieron varias intervenciones que coincidieron en denunciar las políticas de despidos y represivas de los gobiernos y en exigir la reapertura inmediata de la planta, interrumpidas por cantos de apoyo a las obreras en lucha.
   Cuando Silvina, obrera de Pepsico y militante del PSTU, reclamó: “¡Necesitamos otro paro general ya!”, todas las voces nos unimos en un solo grito: “Paro, Paro, Paro, Paro General” (ver la imagen que acompaña esta nota)

Ni Una Menos no quiso hacer olas

   ¡Había fuerza, había ganas! Pero Cristina y el kirchnerismo acotaron su oposición al gobierno a las elecciones. Por eso Ni Una Menos, en lugar de proponer una exigencia de paro a las centrales obreras, en vez de organizar alguna acción en común, se perdió en llamados a la lucha en general, sin propuestas.
   Esperabamos compartir con el resto de la izquierda la exigencia de huelga general. Pero no se diferenciaron del kirchnerismo, más que en alguna denuncia. En particular, Miriam Bregman y Andrea D’Atri del PTS (partido con responsabilidad directa en la dirección del conflicto) impulsaron como única política la campaña “No compre Pepsico”.
   “Seguimos construyendo las alianzas transversales de un feminismo inclusivo y potente. Ni una trabajadora menos”, publicó luego Ni una Menos en su facebook. ¿Podría una “alianza transversal“ entre la gobernadora Vidal, la jueza que ordenó el desalojo, las jefas de planta y esposas de los capos de la multinacional, con las obreras de Pepsico, devolver a las obreras sus puestos de laburo? ¡Esa “alianza transversal”, esa “hermandad de las mujeres”, es un engaño!
   Si Ni Una Menos quiere apoyar a “Las Leonas de Pepsico”, a las trolebuseras de Córdoba y a todas las compañeras despedidas, si quiere sacar de la cárcel a Victoria Aguirre y lograr justicia para su hijita, si quiere detener la barbarie de violencia contra las mujeres en todos los terrenos, debe poner su energía en frenar a Macri, en organizar desde abajo e imponer un nuevo Paro General a la CGT y a las CTAs. ¡Ya le hicimos un Paro Nacional por los Derechos de las Mujeres a Macri el último 19 de octubre! ¿Por qué no se puede convocar otro y poner en jaque a las centrales obreras?
   Por su parte, las candidatas y dirigentes de los partidos con quienes compartimos las listas del FIT, tienen que empujar para que Ni Una Menos pase ya de las palabras a los hechos. Y dejar claro que quienes proponemos una salida obrera y socialista en las próximas elecciones, rechazamos el abrazo de oso de la “hermandad de las mujeres”. Que impulsamos la más amplia unidad para luchar contra el Plan Macri, pero nos oponemos a la organización conjunta de obreras y patronas. Por el contrario, defendemos la organización de las trabajadoras con sus compañeros varones en las fábricas, escuelas y oficinas, donde combatimos juntos el machismo y toda discriminación, para enfrentar también juntos a los hombres y mujeres del empresariado que nos explota y de los partidos patronales.