por Gladys Acher | Jun 9, 2016 | Mujer
Es imposible sentir el mismo dolor, es imposible ponerse en su piel y tiritar el frío de la ausencia que siente una madre que perdió a su hija, la menor de ocho, la mimada, la única que vivía con ella y su papá, porque Karen tenía solo dieciséis años, nada más, ni...