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Basta de código de vestimenta

La situación por la que Bianca tuvo que pasar dio que hablar, el caso lo mostraron por la tele y estuvo en boca de todos porque fue sancionada por haber ido al colegio sin corpiño, pero lamentablemente no es un caso aislado y es algo por lo que los chicos y chicas de los secundarios vienen peleando en contra hace mucho tiempo: el código de vestimenta.

 

Este código es “discutido” entre padres, alumnos y directivos cada dos años, como si se pudiera encarcelar la personalidad de cada estudiante. Por lo que muchos alumnos plantean que ese código no los representa.

 

Dependiendo de cada escuela, te pueden sancionar por llevar polleras “cortas”, musculosas, pantalones tajados o hasta por tener los labios pintados en el caso de las chicas y aunque hay algunos códigos más progresistas que otros, todos reflejan el machismo de la sociedad, en mayor o menor medida.

 

Todos siguen colocando como objeto nuestro cuerpo y con la excusa de que podemos “distraer” a nuestros compañeros varones, no nos dejan vestirnos como queremos. Cuando en realidad deberían atacar al atraso que todavía hay cuando se acusa al cuerpo y la vestimenta de la mujer como culpables de abusos, acosos y violaciones.

Pero los medios se vieron obligados a mostrar también la solidaridad no solo de los compañeros de Bianca, sino de muchos pibes y pibas de otros colegios, que ante ataques a algunas de sus compañeras, respondieron haciendo “pollerazos”, “labiazos” (chicos y chicas se pintaron los labios en contra de que las autoridades del colegio llamaran provocadoras a las chicas por ir maquilladas) y empapelando los colegios en contra del código de vestimenta y las respuestas machistas de los directivos.

Este camino que se inició en unidad de chicos y chicas, demuestra que no se van a dejar pisotear por los ataques machistas y van a seguir luchando en contra del código de vestimenta y nos hace ver que cualquier reglamentación a la forma de vestir censura nuestra libertad, por eso desde la Juventud del PSTU alentamos seguir organizándonos en los centros de estudiantes, con delegados por curso y asambleas resolutivas.

En ellos discutamos todos los problemas de nuestras escuelas y organicemos la pelea por la anulación de todos los códigos de vestimenta y por talleres de autodefensa dentro de los colegios, entre otros reclamos.