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CAPITALISMO = MÁS INFLACIÓN, MÁS POBREZA

Macri en el Congreso estaba en el país de las maravillas. Sin que se la caiga la cara de vergüenza dijo que la inflación está bajando y que se han creado nuevos puestos de trabajo. Pero en el mundo real, la realidad es otra. Ni siquiera sus propias estadísticas lo respaldan. Porque según el INDEC la inflación de enero último fue de 2,9% y el índice de pobreza a fines del 2018 fue casi el 28%. Sigue el festín de los capitalistas especulativos y multinacionales formadoras de precios con una devaluación altísima y tarifazos para garantizar las ganancias de las patronales de la energía. Mientras para los trabajadores y el pueblo se siguen agravando las condiciones de vida con bajas de salarios, despidos y precios de las canastas básicas que apenas permiten cubrir los primeros días del mes. Tanto el Gobierno como oposición se desesperan para aguantar hasta las elecciones de octubre, con puros relatos de la crisis pero sin concretar serias movilizaciones para combatir este plan de entrega y sumisión conducido por el FMI y su virrey macrista.

El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, comunicó en varias oportunidades en el 2018 que contra la inflación y para contener la devaluación de nuestra moneda se va a “secar la calle” o “enfriar la economía”. Algo de la teoría monetarista que ya la sufrimos los trabajadores con los gobiernos capitalistas, en dictaduras o en democracia burguesa. Es decir para el proyecto teórico de “Déficit Cero” para pagar la fraudulenta Deuda Pública la población trabajadora carecerá de dinero suficiente para cubrir la alimentación, la salud, la educación, y pagar el transporte, ya con sueldos miserables.

Para el capitalismo, al no haber consumo, los precios se estabilizarían a costa de “algunos” sufrimientos de los trabajadores. Pero en la realidad, lejos está de verificarse. La inflación de enero fue del 2,9%. Y grandes empresas privadas y estudios económicos pronostican para este trimestre más de un 10%, estimando que la del año superará lejos el 30% lo que ya está incidiendo en la evolución de precios de bienes y servicios. Para febrero las propias patronales y funcionarios del Gobierno ya pronostican un índice entre 3,3% y 3,5%, tendencia que continuaría en marzo.

Muy lejos de la inflación del 23% proyectada por el Gobierno, el FMI y la oposición del Congreso al aprobar el presupuesto de este año. Porcentaje que a espaldas de los trabajadores se les quiere imponer, a pesar del cacareo de algunos dirigentes burócratas gremiales, pero que no obstante lo firman, y en cómodas cuotas, sin recuperar lo perdido en el 2018.

La canasta básica y la pobreza crecen juntas

Para el Observatorio de Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina), la pobreza hacia fines del 2018 alcanzó un 33,6%, unos 13,6 millones de pobres, más de un 30% de los argentinos, la mayor variación en la última década, y lejos de la medición oficial (27,3%), y con una tendencia en alza, como la indigencia que llega al 5%.

Cifras ligadas estrictamente a la Canasta Básica Total (CBT) que además de alimentos incluye una cantidad mínima de indumentaria y servicios, y que aumentó un 3,7% con respecto a diciembre 2018. Es decir, una familia tipo de cuatro personas necesitó en enero último de $26.442,92 para no caer debajo de la línea de pobreza, y requirió $10.577,16 para comprar una cantidad mínima de comida. Números del propio INDEC controlado por el Gobierno, por lo que deducimos que en realidad los porcentajes son mayores.

Capitalismo, inflación y pobreza

La inflación es el aumento permanente y generalizado de los precios de los bienes y servicios. Pero cuáles serían esos factores causantes?

1. La remarcación exorbitante de precios impuestos por las empresas a través de toda la cadena de valor y/o comercialización, e impulsados por los grandes grupos económico-financieros que controlan la formación de precios sectoriales.

2. Con la excusa de eliminar los subsidios, el aumento de las tarifas de servicios públicos dispuesta por el Gobierno que se transfieren a los precios. El trabajador lo sufre como usuario e indirectamente por el traslado a los precios por las patronales.

3. El aumento de impuestos por el Estado (Nacional, Provincial y Municipal) y los costos de servicios estatales, no centralizando dicha presión en las grandes capitales nacionales y extranjeros. A mayores precios, más recauda con el IVA.

4. Las devaluaciones del peso argentino frente a las monedas extranjeras, como el dólar, y que se trasladan a los precios, licuando deudas de los capitalistas y salarios.

5. El aumento de las tasas de interés impulsadas por el Banco Central, que las patronales suman a sus costos.

6. La emisión millonaria de dinero (impresión de billetes) no para el consumo, sino para cubrir los gastos financieros estatales, los gastos por los servicios constantes y en aumento de la Deuda Pública, principalmente la Externa. Los intereses que se pagan por los bonos Lebacs y Leliqs, son un festín para los bancos y especuladores financieros nacionales y extranjeros (capitales golondrinas). Una tasa de interés única en el mundo.

Según datos del Banco Central, la fuga de capitales se duplicó en enero último. Unos U$S 1958 millones. El incremento de la fuga con respecto a diciembre de 2018 fue del 127%. Durante la gestión K, por la entrega de la explotación de nuestros recursos se permitió la pérdida de millonarios fondos, y durante la gestión de Mauricio Macri, la fuga asciende a los U$S 61.000 millones. El capitalismo es ganar y ganar más dinero, el rendimiento del capital, y con la inflación, una colosal transferencia de recursos del pueblo trabajador a los explotadores patronales nacionales y extranjeros.

PARA QUE LA CRISIS NO LA PAGUEN LOS TRABAJADORES

Para terminar con el hambre, la inflación y la desigualdad, los socialistas del PSTU proponemos:

· Ruptura con el FMI y todos los pactos de sometimiento internacional. No pago de la deuda.

· Que la crisis la paguen los que la provocaron: los bancos y las multinacionales. Estatizar recursos naturales y la banca financiera bajo control de sus trabajadores.

· Control obrero de la producción para ayudar al desarrollo de las economías regionales.

· Impuesto a las grandes fortunas y la renta financiera. Eliminación del IVA y reducción

de impuestos a Pymes y comercios.

· Juntas de Granos y Carnes, para regular los precios y garantizar la alimentación de la población y de lo producido no se vaya todo al exterior y al bolsillo de los oligarcas del campo.

· ¡El trabajo no se toca! Ningún despido ni suspensiones. Expropiación de cualquier empresa que lo haga.

· Aumento general de salarios, pensiones, jubilaciones, ayuda social, acorde a la canasta familiar.

· Mayor presupuesto para salud y educación

· Plan de obras públicas para generar empleo y mejorar la infraestructura.