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¡CGT, CTAs encabecen la lucha por el aborto legal!

El debate del aborto legal está por donde miremos, en los programas de TV, en la radio, en extensas notas de los diarios, miles de publicaciones en las redes sociales y hasta grandes carteles muy caros colocados en las rutas por quienes dicen defender la vida.
Escuchamos a diario opiniones de diputadas, expertos, académicas, psicólogas, médicos, periodistas con trayectoria en los problemas de género y hasta escuchamos las explicaciones “científicas” de curas, obispos y pastores. Todos ellos hablan de estadísticas sobre los sectores vulnerables de la sociedad, denuncian la muerte de las mujeres pobres y explican cómo, quienes tienen plata no corren los mismos riesgos al interrumpir un embarazo. Pero nadie nos pregunta a nosotras qué opinamos, cómo sufrimos ante estas situaciones o cómo creemos que deberíamos conseguir el derecho a decidir nuestra maternidad.
Las trabajadoras, las jóvenes y mujeres pobres somos las que entregamos el cuerpo para que las estadísticas las hagan en alguna universidad u ONG. Nosotras somos las que soportamos la mayor violencia machista, sobre todo en nuestras casas y trabajos. Nuestro día a día es en barrios con calles sin asfaltar, casas superpobladas y trabajos extenuantes. Nosotras somos empujadas a ser madres adolescentes, a dejar la escuela y no conseguir trabajo porque tenemos chicos. No deambulamos por los pasillos del Congreso, y mucho menos nos escuchan los políticos que hablan en nuestro nombre. Muchas compañeras van a la iglesia los fines de semana y les dicen que es pecado abortar, muchas tienen dudas o están en contra. Muchas abortan por necesidad en soledad y con una culpa que las lastima tanto como la intervención clandestina mal pagada.

Hagamos una gran campaña obrera y popular por la legalización

Si legalizar el aborto es para que no muramos o vayamos presas nosotras, entonces debatamos y salgamos a luchar en primera fila quienes más necesitamos este derecho. No podemos tener ninguna confianza en ese Congreso corrupto, ni tampoco en el gobierno antiobrero de Macri aunque ahora se quiera hacer el “feminista”. Conquistar el derecho de elegir el momento de la maternidad, es una tarea de toda la clase obrera, pero sin debate y organización, sin las mujeres trabajadoras al frente, eso no será posible.
El 8M salimos de a miles a las calles y pedimos el aborto legal; las conducciones de las CTAs, sectores de la CGT e incluso organizaciones barriales hicieron un bloque de trabajadoras y marcharon ese día. Sacaron fotos, afiches y hasta habían hablado del tema en el palco del 21F en la marcha de Camioneros. Para que esas acciones no sean sólo poses bonitas o selfies para quedar bien, estas direcciones deberían ponerse ya mismo a organizar una campaña por la legalización del aborto en todos los lugares de trabajo. Deberíamos estar organizando ya mismo, jornadas de debate e información en las fábricas, escuelas y empresas. Los comedores, salas de maestros y pasillos deberían estar inundados de carteles con información, de charlas, de jornadas de “reflexión” con total independencia de la patronal y el Estado. Los sindicatos, comisiones internas y delegados deberían tener todas las posibilidades de presentar sus posturas, llevar compañeras especializadas y poder debatir con libertad las opiniones.
La Corriente Federal ha realizado ya varios Encuentros de Mujeres Sindicalistas, qué mejor oportunidad que ésta para volver a convocar un encuentro, en unidad con todos los sectores con los que están planeando refundar la CGT, y abrirlo a todas las trabajadoras que deseen participar para poder impulsar una campaña bien fuerte por el aborto legal.
El derecho a dejar de morir en la clandestinidad lo lograremos en las calles, luchando junto a todos nuestros compañeros trabajadores y a todas las mujeres que quieren decidir sobre sus cuerpos. Nada vendrá del Parlamento, ni del gobierno ajustador. Para imponerlo, vayamos a nuestros laburos, hagamos una gran campaña, escuchemos, debatamos y organicemos la pelea por nuestro derecho a vivir. Ya lo dijimos el 8M, si a las centrales les importan nuestras vidas que se pongan a la cabeza de esta lucha, que organicen la campaña y que rompan la tregua para enfrentar el ajuste de Macri que, aunque hable de nosotras para la foto, quiere seguir condenándonos a la muerte.