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¿DEBEMOS O NO LLAMAR A LUCHAR PARA ECHAR A MACRI?

El resultado electoral y la crisis abierta inmediatamente después, produjeron el terror de los capitalistas y sus partidos, ante la posibilidad de que se repitieran procesos como los que obligaron a la salida anticipada de Alfonsín en 1989 (saqueos, huelgas, manifestaciones, etc.) y que interrumpieran el desarrollo normal de las instituciones.

La gran preocupación del gobierno, de Alberto Fernández, de la cúpula de la CGT y de los grandes medios que expresan la política de la gran burguesía fue sostener la gobernabilidad. Es decir, la cuestión de sostener el poder político firmemente en sus manos.

¿Y en qué consiste la “gobernabilidad”? Esencialmente en la continuidad o no de Macri hasta diciembre, es decir hasta el fin de su mandato. Todos los actores políticos del régimen se alinearon con ese objetivo. Fernández se puso a disposición y remarcó ese objetivo. La CGT desechó cualquier medida nacional, aun cuando los trabajadores sufrían un brutal ataque a su nivel de vida.

Para nosotros, la necesidad más inmediata para los trabajadores y el pueblo es echar al gobierno por la vía de la movilización ya mismo, sin esperar hasta diciembre. De lograrlo, sería un durísimo golpe no solo para Macri, sino para todo el régimen de los partidos del FMI, para todos los que defienden la “gobernabilidad”, y en primer lugar para Alberto Fernández. Le impediríamos los ataques que seguramente llevará a cabo este gobierno durante su agonía hasta diciembre. Y a la vez, nos permitiría entrar con una mejor relación de fuerzas frente al próximo gobierno FF, con mejores condiciones para defendernos de las políticas antiobreras que ya está esbozando. Es una necesidad para los trabajadores, de la que los trabajadores son conscientes. Las mentes y los corazones de la mayoría de la clase obrera vibró en estos días ante la posibilidad de ver a Macri huir en helicóptero.

No sabemos si esa situación ha sido superada, o no. Y en ese caso, si puede repetirse en los próximos días. Por eso, es esencial desarrollar un debate que se abrió entre las fuerzas que se reclaman socialistas y revolucionarias.

¿Qué propuso el FIT-U?

En una larga declaración dijo: “El FIT Unidad sostiene que es necesario exigirle a las centrales sindicales un paro nacional de 36 horas con movilización, como parte de un plan de lucha para imponer un programa que parta de priorizar las demandas más sentidas del pueblo trabajador”. Y: “En lo inmediato, el Frente de Izquierda Unidad convocará junto al sindicalismo combativo a una marcha hacia la Plaza de Mayo para la próxima semana”.

Pero omitió decir algo fundamental: ¿Cuál es la tarea de la clase obrera y el pueblo (y por lo tanto, de la izquierda) ante la “crisis de gobernabilidad”, es decir, ante el principal tema en cuestión, el del poder político? El FIT-U no planteó la necesidad de echar a Macri de manera anticipada a través de la lucha de masas, y al hacerlo se abstuvo ante la cuestión del poder.

De hecho, su planteo significa “Que Macri siga, que los calendarios electorales no sean entorpecidos por esta crisis”. Queremos decirlo así, sin vueltas: la posición del FIT-U, por omisión, se alineó con la de todos los partidos del régimen, empezando por coincidir con los esfuerzos de Alberto Fernández. Sin dejar de decir, claro, que es necesario un “gobierno de trabajadores”, lo que por supuesto es correcto, pero en las circunstancias no es más que propaganda electoral. Es decir, una adaptación de la política y el programa no a las necesidades que la coyuntura exigía, sino al calendario electoral.

Esta posición tuvo su expresión más aguda en las declaraciones de Nicolás del Caño, quien reclamó la pronta reunión del Congreso Nacional para dar una salida a la crisis, como si esa institución, podrida hasta la médula fuera capaz de lograr algo para el pueblo trabajador.

La posición del Partido Obrero

Luego de esa declaración el Partido Obrero se vio en la necesidad de publicar un artículo titulado “Las posiciones de la izquierda ante la crisis”, firmada por Rafael Santos, y cuyo eje fundamental es argumentar por qué está muy mal luchar para echar a Macri.

Santos, polemizando con las posiciones de sus socios en el FIT-U (PTS, MST y el grupo de Altamira), se embarca en un debate sobre la conveniencia o no de proponer una Asamblea Constituyente y sus características, debate inútil y completamente alejado no solo de las preocupaciones de las masas, sino incluso de sus necesidades inmediatas.

Pero el centro del artículo es enfrentar a la consigna de Fuera Macri y el FMI, que para el PO es algo así como un crimen. Y para eso, dirige su polémica contra el PSTU, nuestro partido. No se equivoca, porque el PSTU salió rápidamente ante la crisis a llamar a luchar para echar a Macri.

El artículo en cuestión dice: “Quien esto lo plantea en forma más clara es el PSTU. Si bien levanta un “plan económico obrero de emergencia” (…) y hace un llamado a la CGT por un paro general, coloca como centro la salida de Macri del gobierno, su renuncia. ¿Esto resuelve la catástrofe económica que se está descargando sobre el pueblo trabajador? No cabe duda que la caída de Macri sería visto como triunfo por las masas, pero en el planteo del PSTU esto implicaría el ascenso lógico de la coalición FF. El PSTU hace un llamado explícito a Alberto Fernández: “Exigimos de los ganadores de la elección que reclamen la inmediata renuncia del gobierno”. Aunque no quiera refuerza su autoridad ante las masas”.

Es decir, para el PO, llamar a los trabajadores y exigir a la CGT un paro nacional para echar a Macri, es “hacerle el juego” a Alberto Fernández.

FIT-U y PO: una política equivocada y electoralista frente a la crisis

El PSTU no es parte del FIT-U. Lo apoya electoralmente, pero no es parte del frente, no participa de su programa ni acuerdos.

El PSTU no comparte y rechaza categóricamente la Declaración del FIT-U frente a esta crisis, porque al no plantear echar a Macri, por más medidas correctas que proponga, carece de una política revolucionaria, que proponga a los trabajadores un quiebre del régimen político, sus instituciones y  sus calendarios electorales. Es decir, es una declaración que claudica frente a un gobierno odiado y moribundo, negándose a tirarlo abajo. Y defiende que continúe hasta diciembre.

El PO nos acusa “adaptación a los Fernández, a quienes no podemos llamar ni por un momento a apoyar”, sin advertir que su posición  (y la del FIT-U) es la verdadera adaptación al próximo gobierno. Es concreto: ante la crisis Alberto Fernández llamó enfáticamente a respetar los tiempos electorales, a respetar el mandato de Macri, a dejarlo llegar a diciembre. Y el FIT-U al negarse a levantar la consigna de Fuera Macri  y el FMI ya mismo!!,  se alineó con FF.

El FIT-U capitula a los tiempos electorales, y PO defiende contra el PSTU esa capitulación brutal al régimen de la democracia capitalista.

Llamamos a los compañeros de los partidos del FIT-U a una reflexión. Repetimos, no sabemos si la crisis fue superada, o si se repetirá. Es momento, y este jueves habrá una movilización, de salir del electoralismo.

Hay dos trincheras. De un lado está el actual gobierno, la burguesía, el FMI, Alberto Fernández y el próximo gobierno, junto a los dirigentes sindicales traidores, defendiendo que Macri llegue hasta diciembre. Del otro, la clase obrera y el pueblo que padece, deseando encontrar la forma de echarlo cuanto antes. El PSTU no tiene dudas y grita: Fuera Macri y el FMI!! Esperamos que el FIT-U cambie y haga lo mismo.