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El acuerdo de la gran entrega

Al cierre de esta edición el gobierno de Macri, en complicidad del Frente Renovador de Sergio Massa y buena parte del Frente para la Victoria, logró la aprobación del Congreso para efectuar el pago a los fondos buitre que no ingresaron a los canjes del 2005 y 2010. El Gobierno y la inmensa mayoría de los medios lo muestran como una buena noticia, ya que, dicen, permitirá “sacarnos de encima” el problema de los buitres y dar la bienvenida a las inversiones extranjeras que generarán que el país se desarrolle. Nada más alejado de la realidad. Lo único que la historia demuestra es que la deuda externa se ha convertido en un círculo vicioso en el que mientras más pagamos, más debemos y los perjudicados somos siempre los trabajadores, que vemos como la plata que debería ir para garantizar nuestros derechos se la llevan los buitres y los organismos internacionales de crédito. No hay mejor acuerdo que lograr, para cortar el círculo que nos hunde nuevamente en bajos salarios, despidos, tarifazos e inflación es necesario dejar de pagar la deuda, y destinar, de una vez por todas, esos recursos a solucionar las necesidades de los trabajadores y el pueblo.

Deuda externa: mas pagamos, mas debemos 

Si nos reclaman alguna deuda de origen desconocido, por ejemplo, en una tarjeta de crédito, o a través de alguna intimación judicial o demanda “trucha”, la bronca nos desborda y hacemos todo lo posible para responder la avivada y la amenaza injusta de entrar en una bicicleta en la cual cada vez debemos más.
A nuestro país, como a tantos otros países dependientes de las grandes potencias, le pasa lo mismo, es decir anualmente le aparecen millones de dólares de deuda externa, de la cual vos te enterás cuando los gobiernos y los políticos patronales argumentan que hay que hacer un esfuerzo para pagarla sin explicar su origen y destino, y con amenazas de que si no pagamos nos “quedaremos afuera del mundo”. Así lo hacía Cristina, que se enorgullecía de ser una “pagadora serial” y ahora Macri.
En los 90, a pesar de la privatización de ferrocarriles, YPF, teléfonos y empresas de agua y electricidad la deuda creció fuertemente, y con el gobierno kirchnerista, que se ufanaba de haber pagado al FMI y al Club de París, siguió aumentando, al igual que en los primeros meses de este Gobierno. Lo que hace horas se aprobó es el pago a los fondos buitre que incrementa la deuda externa en U$S 12.000 millones aproximadamente, todo avalado con la bendición de la visita de Obama.
Las corporaciones mediáticas dan permanentemente su apoyo al Gobierno instando a aceptar que es preferible este acuerdo con los usureros que seguir litigando con los buitres y que a veces, aunque no guste, sería conveniente para que vengan supuestos créditos e inversiones para desarrollar la economía.
Desde el PSTU decimos que la única forma en que vendrían es que se les genere condiciones para mayores ganancias: mayor explotación de los trabajadores, mayor desocupación -que baja el salario y aumenta el trabajo precario- devaluación, repatriación de millones en ganancias, robo de recursos, mayor dependencia.
En los 90 ya nos dijeron que debíamos atraer inversiones, y así terminamos. Y, si dejamos que pase este plan de ajuste del gobierno de Macri, los gobiernos provinciales y las patronales, al servicio del imperialismo, nuevamente podemos encontrarnos en la miseria y desocupación que ya conocemos.

¿Lograr un mejor acuerdo o no pagar?

Un sector del FPV, representado por Kicillof en Diputados, entre otros, se opuso a este acuerdo argumentando que en verdad se podía lograr uno mejor, que bastardeara menos la soberanía nacional. Esta postura resulta coherente de quienes, como ya dijimos, en toda la última etapa de su gobierno, a pesar de los discursos nacionalistas, pagaron puntualmente la deuda a los bonistas que aceptaron el canje, al Club de Paris, entre otros.
Pero esta postura no deja de ser un engaño para los trabajadores, pues nos dice que la deuda hay que pagarla, sólo que negociando mejores condiciones. Es decir, entregarnos al imperialismo pero de forma menos brutal.
Siempre los partidos patronales desde los mas de “derecha”, como el PRO, a los mas “progresistas”, como Stolbizer, Binner y el propio kirchnerismo, dicen que si no pagamos nos van a aislar, no tendríamos medicamentos, tecnología, energía, nos podrían bloquear, invadir o mandar a la flota yanqui. Es decir que desconocer la deuda podría tener un efecto contrario al perseguido, pues corremos el riesgo de quedarnos sin los recursos necesarios para dinamizar la economía. Sin embargo lo que sucede es que pagando la deuda somos cada vez más dependientes y tenemos cada vez menos recursos.
Desde el PSTU creemos que para los trabajadores y el pueblo y para defender verdaderamente la soberanía del país hay una única salida: NO PAGAR. Significaría volver atrás con todo este saqueo y ganar en derechos, y disponibilidad de enormes fondos para mejorar el nivel de vida sin depender de estafadores y usureros.

¿Qué pasaría realmente si no pagamos?

Los que se perjudicarían con el “NO PAGO” serían mayoritariamente el FMI, el Banco Mundial, los banqueros, los fondos buitres, etc., es decir los agentes financieros del imperialismo que a fuerza de fusiles y represión y con la complicidad de los gobiernos y políticos de turno nos impusieron y nos imponen condiciones abusivas como cuando refinanciás una tarjeta. No creemos que numéricamente les afectaría mucho a sus cuentas que nosotros no paguemos la deuda y sus intereses, pero estamos seguros que si el ejemplo se contagia a otros países en similares condiciones estarían en grandes problemas, y en medio de una colosal crisis mundial capitalista. Un ejemplo mundial es Grecia, sumida en pobreza creciente atada a la deuda con la eurozona.
La historia de política económica mundial muestra que muchos países, débiles y fuertes, ante sus crisis económicas tomaron medidas contra los acreedores y no les pasó nada (Ver recuadro anexo). ¿Los invadieron? ¿Nos invadieron? ¡NO! Ante posibles bloqueos, muchos países latinoamericanos tenemos carne, cereales y petróleo para subsistir perfectamente, y ante la crisis económica mundial muchas regiones del planeta necesariamente estarían dispuestas a comercializar tecnología y otros suministros al margen del imperialismo y sus secuaces financieros. Pero para enfrentar las posibles sanciones si se impulsa tal rebelión nos deberíamos unir a los países latinoamericanos y de otras latitudes para intercambiar nuestros productos en igualdad de condiciones.
Es decir sería un verdadero golpe al imperialismo y a los buitres financieros el conformar un genuino frente de países deudores para no pagar y estaríamos en mejores condiciones para enfrentar cualquier posible represalia. ¿Qué pasaría si México, Brasil y Argentina -los mayores deudores- dejasen de pagar? La crisis la deberían soportar ellos, Obama, Merkel y su troika europea, no nosotros. Pero para esto, no sirven las siglas demagógicas como el ALBA chavista (Alianza Bolivariana para los Pueblos de América) o la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) que ante la crisis se van sólo en palabras.

La verdadera unidad para enfrentar el flagelo de la deuda externa estará basada en la continua movilización de los trabajadores y el pueblo que obligue a sus gobiernos a decidir el No Pago. Luchar por un gobierno que logre una Segunda y Definitiva Independencia Continental: tome el toro por las astas e imponga el verdadero poder de la clase obrera, una sociedad socialista para evitar el negro futuro que nos depara el endeudamiento externo. Un gobierno de los trabajadores significa sacrificios, pero serían para conseguir mejor calidad de vida para los trabajadores y sus futuras generaciones.

Nota complementaria: 

http://nuevo.http://nuevo.pstu.com.ar/wp-content/uploads/2014/09/trotskyarchivo.jpg.com.ar/historia-de-la-deuda/


Cuadro Anexo: 

PAÍSES QUE DECLARARON EL ‘NO PAGO’ EN LA HISTORIA:

• Estados Unidos 1839-1842: declaró la mora en el pago de sus deudas con Inglaterra por préstamos para una red de canales fluviales. En 1971, Nixon decretó la inconvertibilidad del dólar para desconocer compromisos de pago por U$S 500.000 millones.

• México 1861: suspendió por dos años el pago de deudas a Inglaterra, España y Francia. En 1982 se declaró en cesación de pagos.

• Ecuador 1889: gran movilización popular. En 1895, con la Revolución Liberal, Eloy Alfaro decretó la suspensión de los pagos a la banca internacional.

• Argentina 1890: el alzamiento de Leandro Alem enfrentó a Juárez Celman, quien pretendía pagar a los ingleses. Argentina dejó de pagar durante varios años.

• Venezuela 1901: el presidente Cipriano Castro interrumpió los pagos.

• Unión Soviética: en 1905 el Soviet de San Petersburgo, presidido por Trotsky, resolvió el No Pago. En 1919, basándose en ello, el gobierno revolucionario suspendió el pago de todas las deudas contraídas por el régimen zarista.

• Inglaterra, Francia e Italia: durante la crisis del 30 dejaron de pagar sus deudas a Estados Unidos.

• Alemania 1923: dejó de pagar la deuda que le habían impuesto Inglaterra y Francia después de la Primera Guerra Mundial.

• Inglaterra 1947: no le pagó a Argentina la deuda por carne y cereales que le había provisto durante seis años durante la guerra. Con maniobras -entre ellas la exigencia a Perón para que compre los ferrocarriles ingleses al doble de su precio-, lograron que aún siga pendiente.

• Cuba 1959: una de las primeras medidas de la revolución fue desconocer las deudas de la dictadura de Batista.

• Bolivia 1984: una huelga general exigió la suspensión de los pagos y el gobierno declaró una moratoria.

• Costa Rica 1984: el gobierno prohibió la entrega de divisas para pagar deuda. Los acreedores demandaron en Nueva York, pero la Corte dictaminó que “había procedido como país soberano al intentar impedir un desastre final para su Nación”.

• Perú 1986: Alan García declaró el no pago, enfrentando al FMI. Debido a su inconsecuencia como dirigente burgués, no apeló a la movilización. Finalmente se rindió y volvió a pagar.

• Brasil 1987: se convirtió en uno de los tantos países que apelaron al recurso de la moratoria.

• Argentina 2001: el Argentinazo obligó a declarar la suspensión de los pagos. Ello permitió, por ejemplo, que se otorgaran más de 2 millones de planes sociales. Después de varios años se empezó a pagar (El gobierno Kirchnerista fue el que más pagó), demostrando la inconsecuencia de los gobiernos patronales para enfrentar a los usureros.

• Islandia 2008: Islandia entra en quiebra debido al pago de la deuda externa pero reaccionan muy rápido. Nacionalizan sus 3 grandes bancos y el Estado garantiza las cuentas corrientes, enjuician a su ministro por permitir la situación de la crisis y hacen un referéndum, cuyo resultado hace huir a inversores extranjeros. A principios de éste año 2012 Islandia ha declarado nulos todos los contratos hipotecarios de 1/4 de su población, sacando a los usureros capitalistas de sus tierras.


La causa Olmos

El periodista Alejandro Olmos, en 1982 había iniciado una investigación de la deuda externa demostrando estas estafas. El juez federal, Alejandro Ballesteroos, en base a esta investigación, sentenció en el año 2000 que la mayor parte de la deuda es estafa y usura. Sentencia en la que se basó la moratoria unilateral del Congreso en la crisis del 2001, luego del levantamiento popular contra De la Rúa y Cavallo. El sistema capitalista y sus sucesivos gobiernos cajonearon el proceso judicial hasta hoy.
Alejandro Olmos Gaona, abogado, hijo del periodista mencionado, y que hoy continúa con la denuncia paralizada por los sucesivos gobiernos y la justicia burguesa resumió en cierto momento la estafa de la deuda: “La dictadura le dejó al país U$S 45.000 millones de deuda externa. Desde el ’83 hasta ahora se han pagado U$S 270.000 millones, y hoy la deuda de la Argentina supera los U$S 200.000 millones. ¿Porqué? Porque el poder político nunca hizo nada para evitar que así sea.” (1)