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EL CORONAVIRUS EN LOS LABORATORIOS

A casi tres meses del comienzo de la cuarentena en el país los casos comenzaron a dispararse. Si antes era algo extraño conocer a alguien infectado, en las últimas semanas empezamos a recibir mensajes, mails y comunicados de los departamentos de Recursos Humanos. Compañeros nuestros de diferentes sectores que caen enfermos y el test les da positivo. Trabajadores de Desarrollo, Solidos, Inyectables, Deposito, Mantenimiento, Limpieza, Administración, Acondicionamiento. La actitud de las empresas en general es la misma: se lavan las manos, no testan a nadie y responsabilizan a los trabajadores. Mientras siguen incrementando sus ganancias.

Trabajos “esenciales”.

Con la escusa de ser un trabajo esencial los laboratorios farmacéuticos no frenaron un solo segundo de producir en medio de la pandemia. Las ventas se dispararon y los ingresos entran de a millones. Los trabajadores se han arriesgado a salir a trabajar en medio de una pandemia con los riesgos que esto implica. El sindicato de Sanidad hace campaña diciendo que somos héroes y tenemos que estar orgullosos. Lo estaríamos si realmente produciríamos al servicio del combate a la pandemia. Pero asi como están las cosas, se sigue produciendo para las ganancias millonarias de las empresas farmacéuticas. Ni el ministerio de Salud a través de la ANMAT ni el de producción intervinieron para definir una planificación. No es la lucha para la pandemia la que dicta qué producir, controlando los precios de los medicamentos. Si no la especulación de los empresarios que aprovechan las penurias del pueblo trabajador para vender los medicamentos a precios exorbitantes mientras aumentan los ritmos de producción en toda la industria.

En la mayoría de los laboratorios y droguerias incluso se extendió el trabajo de horas extras y los fines de semana. Frente a esto las empresas se vieron obligadas a pagar “bonos de reconocimiento” por única vez que en la mayoría de los establecimientos no superó los 6 mil pesos. Como si esto fuera poco,  ATSA cerró un acuerdo paritario vergonzoso del 7,8% en dos cuotas que en la mayoría de las categorías no supera los $3500 (y no hay pactadas instancias de actualización salarial para los próximos meses). El resultado de la pandemia es empresarios cada vez mas ricos y trabajadores cada vez más pobres.

Empiezan los contagios

Con la apertura de la cuarentena que viene llevando adelante el gobierno de Alberto Fernandez se dispararon los contagios. Como ahora abrieron mas comercios e industrias se siente el aumento de circulación de gente en el transporte publico y en la calle y aumentan los contagios. En los laboratorios esto empieza a sentirse (ni hablar de los compañeros de Sanidad que trabajan en hospitales y clínicas) y las empresas presionan para seguir trabajando como si nada. No aíslan, no testean, no se frena un minuto de producir.

Ante esta situación, la conducción del sindicato no hace nada para cuidar a los trabajadores. Por un lado, Daer, en tanto secretario general de la CGT, firmo una rebaja salarial para el conjunto del movimiento obrero. Por el otro tiene un rol nulo frente a los contagios en clínicas y laboratorios. Creemos que ese no puede ser el rol de un dirigente gremial. Ni la conducción del gremio ni los delegados de la Celeste y Blanca aplican ningún protocolo frente a casos positivos, permiten que compañeros que son del mismo sector que los infectados sigan trabajando como si nada, no exigen que se hagan test y no defienden a los compañeros de los aprietes de la patronal para seguir produciendo. En el mejor de los casos forman comités junto a la empresa que discuten a espaldas de los trabajadores y no dan ninguna solución; solo cargan las tintas en la responsabilidad individual de cuidarse de los compañeros y no en la responsabilidad empresarial y las condiciones de laburo. El gobierno mientras tanto permite a las empresas que sigan produciendo como si nada pero a los trabajadores pobres les envía la policía, como en Villa Azul.

Por eso los trabajadores tenemos el deber y la necesidad de tomar el problema en nuestras manos. Tenemos que organizarnos por abajo para exigirle a los delegados que no se hagan los distraídos y exigir que se cumplan todas las medidas necesarias para que ni un solo trabajador mas se contagie: distancia en los puestos de trabajo, micros privados para concurrir a los establecimientos, guantes, alcohol en gel, reducción de la jornada laboral a 6 horas y que se rote el personal. Y si los delegados nos abandonan, autoorganizarnos en asambleas para decidir nuestros reclamos.

Ante un caso positivo:

-Primero hay que ponerse a disposición del compañero infectado; no es un problema individual del que tiene Covid. El sindicato y la obra social tienen que estar a disposición y cubrir todos los gastos, este o no afiliado y tenga la obra social que tenga.

-Cuarentena y licencia inmediata con salario completo para los compañeros del sector.

-Testeos e isopado a todos los trabajadores del establecimiento. Si es necesario, que la empresa se haga cargo del costo.

-Desinfección permanente de los lugares de trabajo.

Si las empresas siguen presionando y nuestros dirigentes no nos defienden, discutamos entre los trabajadores como podemos imponer esta política así no pagamos nosotros con nuestra salud y salario la crisis generada por el coronavirus.