Organicemos la lucha por paritarias sin techo y prohibición de despidos y suspensiones
El gobierno ya ha definido claramente su política hacia los trabajadores: rebaja de salarios y amenaza de despidos masivos si hay reclamos de aumentos por encima de un techo que sería del 26%. Mientras tanto entre la devaluación y la estampida de los precios en las últimas semanas nos han robado una gran parte de nuestro poder adquisitivo, y ni si quiera han aceptado otorgar al conjunto de los trabajadores un bono compensatorio de fin de año. El ministro de Hacienda, Prat Gay, lo dijo días pasados en un reportaje en la tele con todas las letras: «Me parece que cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salario a cambio de empleo«.
Comparemos esta política con lo que Macri ya le ha dado a las patronales: devaluación y eliminación o rebaja de impuestos a las exportaciones del campo y la industria. Solo para las grandes empresas del campo esto significa que recibirán este año 20.000 millones de dólares más. A los bancos les permite subir las tasas de interés a cerca del 40% Y junto con ello mantiene su compromiso de pagar a los buitres hasta el último centavo de esa estafa que es la deuda externa.
Obvio: para garantizar toda esa plata a los empresarios y los buitres, Macri tiene que ajustar a los trabajadores. Por eso, además de amenazar con despidos si no se acepta el techo salarial, el gobierno posterga no se sabe para cuando todo lo que había prometido como el aumento de las asignaciones por hijo, la eliminación del IVA sobre la canasta básica y el impuesto a las ganancias sobre el salario. Incluso están hablando de la posibilidad de postergar las paritarias y arreglar por sumas fijas hasta marzo o abril. Lo que no se posterga es el aumento en las tarifas de luz (aunque la corten a cada rato), agua y gas, y anuncian la quita de subsidios al transporte que tendrá como consecuencias un aumento del boleto.
Mientras tanto los dirigentes sindicales guardan una llamativa calma frente a la disparada de los precios, la negativa del gobierno a dar un bono de fin de año para todos los trabajadores y ahora el intento de poner techo y postergar las paritarias. La actitud “mansa y tranquila” de Moyano, Caló, Barrionuevo, Yasky, Micheli y compañía se explica fácilmente viendo que Macri les entregó el manejo de 7000 millones de pesos que es el presupuesto anual de las obras sociales. Los han comprado una vez más con la plata que aportamos los trabajadores.
Eso es lo que significa en definitiva el “pacto social” que están preparando: millonadas para los empresarios y los dirigentes sindicales, ajuste para los trabajadores y el pueblo. Mientras por arriba discuten y hacen que se pelean como si siguieran en campaña electoral, nos ajustan a los laburantes.
Los trabajadores del subte están exigiendo un bono de 10.000 pesos y amenazan con ir al paro si no lo reciben. Los petroleros de Chubut vienen de protagonizar una masiva movilización ante la amenaza de despidos y preparan un plan de lucha. Estos son los el ejemplo a seguir. Tenemos que exigir asambleas y plenarios de delegados con mandato de base para reclamar a los dirigentes sindicales que rompan sus pactos con el gobierno y los patrones y reclamen ya mismo el bono para todos, la apertura inmediata de las paritarias sin techo y prohibición de despidos y suspensiones. Y preparar desde las bases, en cada lugar de trabajo, el plan de lucha que necesitaremos para lograrlo.
-Bono para todos
-Paritarias sin techo ya
-Salario mínimo igual a la canasta familiar
-82% móvil para los jubilados
-Prohibición de despidos y suspensiones