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ELECCIONES 2021: NUESTRA PROPUESTA REVOLUCIONARIA, OBRERA Y SOCIALISTA

Un nuevo proceso electoral está arrancando en Argentina. Aunque parezca una rutina que sucede cada dos años, la elección de 2021 tiene ciertas particularidades al ser la primera que se realiza transitando la pandemia. ¿Qué significa esto? Que este año todo el debate político y la confrontación de proyectos de país se dan cuando estamos superando los cien mil muertos por el COVID-19 y enmarcado en un aumento brutal de la pobreza. La aparición del virus trastocó todos los aspectos de la vida cotidiana, tuvimos que quedarnos en nuestras casas, muchos perdieron el trabajo por este motivo, y contradictoriamente la mayoría de las industrias se negó a ponerse en «cuarentena» y eso hizo que miles de trabajadores se contagien. 

Ante esta situación en donde pudimos ver la cara más brutal de la sociedad en la que vivimos, la sociedad capitalista, hoy en día es necesario replantearse muchas cosas. ¿Qué hacemos frente a un sistema que nos enferma, nos deja sin laburo, nos mata de hambre? ¿Qué hacemos si los pibes no tienen futuro, no pueden estudiar o trabajar? ¿Qué hacemos si hay un femicidio cada 31 horas en lo que va de 2021 y las mujeres ganan 20% menos salario que los varones (quienes tampoco ganan igual a la canasta familiar)? Nuestro partido propone que hay que cambiar todo. Necesitamos un modelo de país opuesto al actual, en el cual verdaderamente se prioricen las necesidades de la mayoría de la población, una sociedad socialista.

Y para lograrlo no podemos confiar en “salvadores” o políticos que nos dicen que votándolos todo va a estar bien. O en dirigentes sindicales que hace décadas “transan” a nuestras espaldas.  Tenemos que tomar los problemas en nuestras manos, empezando por organizarnos en cada lugar de trabajo, estudio o barrio para pelear por nuestras necesidades urgentes. Pero en la perspectiva no conformarnos con migajas sino cambiar la sociedad. 

Por dar esta lucha hoy Sebastián Romero está preso y Daniel Ruiz lo estuvo durante más de un año. Ellos son nuestros candidatos principales en las listas del Frente de Izquierda Unidad- 1ª Unidad de la izquierda. Ellos tienen que estar libres y absueltos para las luchas venideras. Con la firme convicción de dar testimonio en momentos difíciles, como diría Rodolfo Walsh, con el compromiso de seguir luchando y con la certeza de que es necesario revolucionar todo, les presentamos nuestro programa electoral.

 

 

Las vidas del pueblo trabajador son prioridad ¡Ni un peso para la Deuda!

La prioridad del Gobierno desde que asumió es lograr un acuerdo de entrega al FMI, que vendrá con más ajuste al que ya estamos sufriendo. La muestra de esto es el anuncio de Cristina Kirchner en el lanzamiento de candidatos del pago de los vencimientos con el FMI por un total de más de 4400 millones de dólares1 que ya se suman al pago con el Club de París (ver página 5).

Dicen que no hay plata para solucionar los problemas del pueblo trabajador, pero siguen pagando la Deuda y subsidiando empresas. 

Es necesario imponer lo contrario: ni un peso para la Deuda que ha se ha demostrado fraudulenta e ilegítima, y verdaderos impuestos a las grandes fortunas, a la renta financiera e industria minera. Aumento de las retenciones al campo que están teniendo ganancias históricas por las exportaciones y el precio de los comodities a escala internacional, fin de subsidio a las petroleras y todas las multinacionales. 

 

¡Ningún salario por debajo de la canasta familiar, con actualización mensual! ¡Basta de hambre y miseria!

Con una inflación de más de 50%, cada mes cobramos menos. Es necesario un aumento general de salarios, jubilaciones, pensiones y asignaciones por decreto del 60%, sobre la base de que nadie gane por debajo de la canasta familiar, con actualización mensual a inflación. Tenemos que impulsar la pelea por romper los techos que imponen el Gobierno y las empresas en acuerdo con las direcciones sindicales. Hay que terminar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, igual trabajo, igual salario. 

Mientras damos esta pelea no podemos permitir que siga extendiéndose el hambre, tenemos que tomar el problema en nuestras manos, organizarnos en los barrios para exigir: distribución de canasta de alimentos (carnes, verduras, frutas, etc) básicos para todos y todas, que los supermercados pongan a disposición bolsas de alimentos para la población en forma gratuita. Las grandes cadenas de frigoríficos, de acopio de maíz, trigo, aceites, etc. que están amasando fortunas con la exportación,  deben otorgar al Estado el 20 % de su producción mientras no se erradique el hambre. Contra la especulación aplicación de precios máximos a los productos de primera necesidad (alimentos, limpieza, alcohol, etc.) y de la ley de desabastecimiento, con cárcel efectiva y expropiación a los empresarios que no la cumplan.  Control obrero y popular de estas medidas con comités de seguimiento.

 

 

Trabajo genuino para todos y todas. Prohibición de los despidos. No a la Reforma Laboral

En la actualidad hay un 10,2% de desocupación. A esto se le suma que un 35% de los trabajadores lo hace de manera informal. Este problema viene desde hace años y se ha profundizado con la pandemia. Los empresarios se aprovechan de esta situación para quitar derechos laborales. Es esto o quedarse desocupado nos dicen. Pero no tenemos por qué aceptar esas condiciones.

Se debe pelear por que se mantengan los puestos de trabajo de todos respetando los convenios colectivos y que repartan las horas de trabajo sin reducir el salario para que podamos trabajar todos. Es necesario que las fábricas que quieran cerrar los empresarios o despedir sean ocupadas y nacionalizadas bajo control obrero

El país tiene muchas deficiencias estructurales, se necesita hacer puentes, fábricas, puertos, respiradores, vacunas y muchas cosas más. Por eso planteamos un plan nacional productivo y de obras públicas financiado con impuestos progresivos a las grandes fortunas y el no pago de la Deuda, que genere trabajo para quienes no lo tienen y solucionen los problemas de infraestructura y de acceso a la vivienda (ver página 7) 

 

Vacunas para todos y todas. Por un sistema de salud único y estatal. Aumento del presupuesto educativo 

Si bien en los últimos meses avanzó el plan de vacunación, hoy menos del 20% de la población tiene la segunda dosis de la vacuna mientras se empieza a propagar la variante Delta (Ver página 4).

La pandemia demostró que el Sistema de Salud no puede seguir como está. Exigimos la estatización de las clínicas privadas que poco ofrecen y ofrecieron a lo largo de la pandemia y si es necesaria la estatización de hoteles como centro de aislamientos. Basta de negociar con nuestra salud, necesitamos un sistema sanitario único y estatal y la estatización bajo control obrero de la industria farmacéutica, además de un presupuesto acorde a las necesidades sanitarias del pueblo trabajador. 

Las escuelas reabrieron sin ninguna modificación significativa, sin garantizar tanto a las familias como a la comunidad educativa ningún tipo de seguridad. No podemos seguir manteniendo la presencialidad en las aulas a costa de la vida y exigir asistencias informáticas y redes gratuitas a distancia. 

En defensa de la educación pública, gratuita, laica y estatal necesitamos la nacionalización y aumento urgente del presupuesto educativo. Fin de subsidio a las escuelas privadas y estatización de toda institución que cierre o despida por esa causa. 

 

Por el derecho a defendernos con lo que tenemos a mano. No a la criminalización de la protesta. Libertad ya a Sebastián Romero, Milagro Sala y todos/as los presos/as políticos/as. Abajo el juicio farsa de Daniel Ruiz y César Arakaki.

Este sistema capitalista tiene como herramienta para frenar cualquier lucha de los trabajadores y sectores populares la represión a través de todas sus fuerzas armadas y está dispuesta a utilizarla con toda su fuerza con tal de defender sus intereses. 

Es por eso que los sectores en lucha no podemos esperar absolutamente nada en beneficio del pueblo trabajador. Por ello que el derecho a defendernos de la represión está a la orden del día. Los trabajadores y la juventud de Chile, Colombia y Estados Unidos marcan el camino de cómo defendernos. La creación de las primeras líneas es el mejor ejemplo de lucha hoy en Latinoamérica.

Sebastián Romero y Daniel Ruiz son perseguidos por haber estado en la primera línea en el enfrentamiento a la Reforma Previsional de Macri. Estamos orgullosos de ser parte de esa primera línea y volveremos a defendernos con lo que tenemos a mano, en cada lucha del pueblo trabajador del que formemos parte. 

 

 

Por los derechos de las mujeres trabajadoras y la comunidad LGBTI

Los femicidios y la violencia contra la mujer y la comunidad LGBTI, lejos de resolverse, van cada vez más en aumento con la pandemia. Las condiciones de salir de ambientes violentos y conseguir una fuente de ingreso real y acorde a las necesidades, son cada vez más imposibles dentro del esquema actual de crisis económica. 

En el 2020 se registraron 251 víctimas de femicidio y travesticidio, uno cada 35 horas. Se recibieron 300 llamados diarios al canal de denuncias, de los cuales sólo el 27% tuvo alguna respuesta por parte del Estado. El presupuesto destinado para el combate a estos dos flagelos es de una pobreza total. De los $1.3 billones que el Gobierno se jacta de destinar, sólo el 13,8% es realmente dirigido para los programas actuales de combate al machismo, ya que el resto corresponde a prestaciones familiares del ANSES que ya se pagaban. En la mayoría de las provincias no hay siquiera asistencia legal gratuita o licencias por violencia de género para las trabajadoras, ni casas de refugio suficientes. 

Necesitamos de un verdadero programa con políticas de prevención, refugios, asistencia legal, de salud y psicológica, subsidios, prioridad de empleos para jefas de hogar y víctimas de violencia machista, con salarios y condiciones dignas, guarderías, jardines maternales y jardines de infancia estatales y gratuitos en los barrios obreros y populares y en las empresas, viviendas públicas para todes les que lo necesiten, implementación real de la IVE (Interrupción Voluntaria del embarazo). 

No podemos dejar que nos maten por la desidia del Estado, tenemos que organizar en los barrios, organizaciones sociales y sindicales, la autodefensa contra la violencia machista. 

 

 

Por una salida de fondo para la juventud trabajadora

Precarización, trabajo informal, contratos a corto plazo, salarios por debajo de lo mínimo, desempleo y mucho más, es lo que encontramos dentro del cóctel laboral que concierne a la juventud del país. Una encuesta realizada en Latinoamérica dejó a Argentina en el puesto 11º, e indica que el 79% de jóvenes entre 18 y 29 años tiene dificultades para acceder a su primer trabajo (1). Los y las jóvenes tienen una tasa de empleo no registrado equivalente al 60% promedio, aunque es mayor en las mujeres, además de ser quienes menores condiciones de seguridad laboral poseen y una tasa de desempleo del 30%. 

Rappi, Pedidos Ya, Call Centers, Uber, cadenas de comidas rápidas y hasta el “sé tu propio jefe” y el trabajo doméstico son la lista de empleos más ofrecidos, con sueldos por debajo de los $28 mil del Salario Mínimo Vital y Móvil. 

Necesitamos de manera urgente un plan de integración laboral para que jóvenes tengan accesos a trabajos en condiciones dignas y salarios no menores a la Canasta Básica Total ($64.445). 

Y becas para todos y todas los que quieren estudiar. 

    

 

 

Contra los dirigentes traidores por la autoorganización, la acción directa y el método asambleario.

La burocracia sindical demostró para que lado juega y hoy hasta integra las listas de variantes patronales.  En este tiempo cada vez que hablaron fue para firmar Paritarias a la baja o para reclamarle al Gobierno más plata para sus cajas de las obras sociales. 

Es la hora de la organización desde abajo de los trabajadores y trabajadoras junto con todos los sectores populares a través de las fábricas, barrios, escuelas organizando comités democráticos, que incorporen también a los trabajadores informales que no tienen ni posibilidad de sindicalizarse, y asambleas que es el único método que garantiza la participación de todos y todas en las decisiones. Así organizar los reclamos por nuestros derechos y las formas de defendernos de la represión del Estado y las patronales.

 

 

 

Frenar el desastre ecológico al que empuja el capitalismo imperialista ¡Fuera las multinacionales!

El saqueo y la explotación de nuestros recursos naturales cada día que pasa crece en la Argentina. Los proyectos mineros como en provincias como Chubut y San Juan ya dieron muestras que lejos de generar mayor crecimiento y trabajo en esos lugares, significa más contaminación y muerte. Lo mismo empieza a pasar con la explotación de litio en Jujuy, Catamarca y Salta (ver página 11)

El negocio agroganadero en el Paraná sigue arrasando y quemando los humedales en las islas. Al igual que en conjunto con la exportación de la soja están creando una sequía histórica en el Rio Paraná con consecuencias para la flora y la fauna de manera incalculable para nuestro medio ambiente. 

Frente a las masivas protestas contra estos ataques los gobiernos provinciales y nacionales responden con represión.

La organización de las asambleas y coordinadoras es el camino para defender el medio ambiente al servicio de los trabajadores y el pueblo contra las multinacionales que saquean a diario nuestro país.

 

 

No hay salida sin una Revolución Obrera y Socialista, para la Segunda y Definitiva Independencia

Esta pandemia volvió a demostrar que este sistema capitalista solo ofrece pobreza y explotación para la mayoría de la población mundial. No hay posibilidad de otro modelo de país sin romper con ese sistema.

Es por eso que necesitamos una Revolución Obrera que rompa las cadenas que nos atan al imperialismo. Que junto a nuestros hermanos de clase de Latinoamérica conquiste la Segunda y Definitiva Independencia y en camino al socialismo, ponga fin a las terribles condiciones de vida del pueblo pobre. Un Gobierno de los trabajadores y el pueblo donde realmente se tomen las decisiones sobre nuestras necesidades, donde lo que predomine no sea la ganancia de unos pocos, sin importar la explotación de la mayoría y la destrucción del medio ambiente con ese fin. Necesitamos una sociedad sin explotados ni explotadores, sin machismo, sin racismo ni opresiones, en Argentina, en Latinoamérica y en el mundo.