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EN PLENA CRISIS EL GOBIERNO PAGA DEUDA

Según  economistas mundiales la deuda globalizada en el capitalismo llegó en el 2019 a 250 BILLONES (Millones de millones) DE DÓLARES. Que representaría más de un 300% del Producto Bruto Global, lo que produce el planeta. Como consecuencia de la pandemia por el “Corona Virus” más de la mitad de la economía  mundial está detenida, y es imposible que se puedan pagar capital ni los intereses. Sin embargo en nuestro país el Gobierno, como lo venimos denunciando desde su asunción, continúa pagando Deuda Externa, evitando destinar más recursos a la contención de la pandemia, y atenuar la situación económica de los millones los millones de trabajadores que sufren las consecuencias de rebajas salariales, suspensiones, despidos y maltratos laborales para que las patronales se cubran y eviten ser “solidarias”, sacrificando  las millonarias ganancias acumuladas.

En los medios de comunicación, la pandemia y las cuarentenas desplazaron a segundo plano la poca información que circula sobre la crisis de la Deuda Pública argentina, en pleno proceso de una renegociación. Situación que agradece de alguna forma el gobierno burgués de turno de Alberto Fernández, que le da oxígeno para negociar lo que quiera y las condiciones que quiera amparado además en las leyes de Solidaridad Económica y de Sostenibilidad de la Deuda supuestamente “soberana”, término que esconde la letra chica de lo acordado con los buitres de litigar judicialmente en ámbitos extranjeros.

Mundialmente existe mayor Deuda en circulación que capitales materiales que la respalden. La historia económica de la humanidad muestra que esta relación se resuelve con “default” (no pago transitorio o definitivo), pero que a la larga generan a su vez mayores crisis si no se produce una verdadera revolución política-económica  que corte el flujo de colosales recursos financieros a los capitalistas y especuladores. Estos buscan reacomodarse apuntando a una mayor explotación de la clase obrera y de los pueblos para seguir garantizando que esos enormes capitales acumulados sigan generando ganancias. Ayudados por los estados capitalistas con derivación de millonarios fondos que los salven, pero deteriorando los sistemas de salud y la calidad de vida de los trabajadores. En este marco de una crisis económica y de emergencia sanitaria que va empeorando, ¿que están realizando los Fernández y sus funcionarios capitalistas con relación a los recursos que se derivan a la Deuda? 

La pandemia de la Deuda aspira los recursos que generamos

Tras el escenario de la cuarentena, el Gobierno continúa la renegociación con los acreedores externos por los bonos del Estado Nacional y gran parte de los bonos provinciales, siendo la provincia de Buenos Aires la más complicada. Negociaciones  bajo secreto de Estado, ya que se desconocen quienes son los acreedores realmente, qué títulos de la Deuda involucra, con que condicionamientos.

Según datos oficiales del Ministerio de Economía y del Banco Central, el Tesoro Nacional registra intereses a pagar por más de U$S 23.400 millones, a un tipo de cambio oficial aproximado de $60,00 por dólar, a la fecha de la información obtenida. El proyecto de Ley de Presupuesto 2020 que enviara el gobierno anterior de Mauricio Macri preveía intereses a pagar por U$S 18.000 millones, a un tipo de cambio de $67,00. Ello representa un promedio cercano a los U$S 50 millones.

Pero por otro lado no se debe dejar de lado la Deuda del Banco Central, la deuda “oculta” que llega a los U$S 78.400 millones, que generan intereses diarios por U$S 43 millones, unos U$S 16.000 millones en el año. Esto origina que la Argentina debe pagar anualmente  unos U$S 36.000 millones de intereses, un promedio diario aproximado de U$S 100 millones. En notas anteriores denunciamos que la Deuda Pública argentina a fines del 2019 llegaba a los U$S 400.000 millones al incluir la Deuda también de las provincias, las municipalidades y los organismo y empresas descentralizados del Estado, y sumando el préstamo que adelantó el FMI al gobierno anterior. 

Fernández no pone en cuarentena a la Deuda, y sigue pagando

En el Gobierno apenas asumió se decidió que hasta mayo de este año debían garantizarse $7.500 millones de pago de Deuda e intereses para mostrar buena voluntad al “mundo” financiero y que la Argentina está dispuesta a pagar. Entre varios desembolsos a los buitres están los U$S 1.220 millones del ANSES y U$S 1.320 millones de reservas del BCRA a fines de diciembre del 2019, el pago de U$S 850 millones del préstamo a 100 años, entre otros. Quedando al borde de la cesación de pagos si no se renegocia parte de la Deuda a partir de mayo próximo.

Pero es realmente imperdonable que en plena pandemia internacional y cuarentena nacional, este último martes 31 de marzo haya pagado U$S 250 millones, una cifra que parece pequeña si vemos la deuda global, pero irracional en la crisis profundizada por el Coronavirus. Cifra que responde a intereses que cobrarán acreedores de bonos que se emitieron en el canje del 2005  de Kirchner-Lavagna. Todo por la buena predisposición para mostrarse como buenos pagadores para reingresar al mercado internacional del crédito, con quien “nos ha ido tan bien” generando una deuda impagable.

Un pago a los buitres  que al cambio actual oficial de $65 serían unos $16.250 millones que podrían destinarse a respiradores, barbijos, mayores kits para controlar contagios y todo insumo y logística para contener la epidemia, por ejemplo, como también ayuda a los miles de trabajadores y jubilados que vienen sufriendo la cuarentena con pocos recursos en un marco de inflación que no para y la incertidumbre de futuro inmediato.

Hay que parar la sangría de la Deuda, lo demanda la pandemia

La actividad de nuestro país, a la par de gran parte del mundo, está parada. La cuarentena declarada, sin futuro cierto de levantamiento, ha paralizado la actividad económica y social. Mientras la pobreza e indigencia castiga aún más a millones de trabajadores/as y jubilados/as, la inflación sigue devaluando los salarios en blanco e informales y los planes sociales de ayuda. En paralelo el Estado aumenta el Gasto Público hasta ahora en $700.000 millones generando más déficit para atender esta emergencia sanitaria y socio-económica de los más necesitados. Mientras la recaudación impositiva decrece por la menor actividad y los ingresos por el comercio exterior entran en la incertidumbre del monto a generar por la crisis económica-financiera  que invade a todo el capitalismo mundial. Nuestro país no se puede dar el lujo de dilapidar preciosos recursos para beneficio de especuladores y buitres, a costa del bienestar de la población.

El Ministro de Economía, Martín Guzmán, no obstante la pandemia, está desesperado por arreglar con los buitres vencimientos de Deuda por U$S 69.000 millones, con el aval del FMI que sugiere alguna quita en los bonos que de por sí ya están devaluados, y que además le ofreció a Fernández reactivar el resto del préstamo acordado con Macri. No obstante el Gobierno trataría de renovar esta Deuda con alguna rebaja de capital pero compensaría con Cupones PBI como en el canje Kircher-Lavagna. Es decir que si el Producto Bruto argentino se recupera debemos compensar. Negocio redondo para los especuladores internacionales.

En el 2001, el presidente provisional Rodríguez Saa tuvo que declarar la “Moratoria” unilateral de la Deuda Externa ante la crisis del Argentinazo y la real imposibilidad de pagar. Una Deuda jamás investigada y que a partir del 2005 con la gestión Kirchner igual se reconoció. Un “NO PAGO” con moratoria unilateral, que aunque insuficiente sin otras medidas y que oportunamente nuestra corriente planteaba, permitió de algún modo cierta recuperación laboral y salarial.

La preocupación de las patronales y los capitalistas en la pandemia pasa por como defender su capital y que siga generando ganancias. La de los trabajadores es como defendernos, además del “coronavirus”, de un ataque aún mayor a nuestras condiciones de vida por parte de las empresas y los gobiernos burgueses que las representan.