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Franco Macri: lamuerte de un saqueador del país

El empresario  símbolo de la llamada “patria contratista”, murió durante la noche de este sábado; tras varios meses de problemas de salud. Como socialistas revolucionarios, no nos conmueve en lo más mínimo el fin de uno de los responsables de los sufrimientos del pueblo trabajador en estos años, ni nos condolemos con su ajustador y represor hijo. Por el contrario, nos comprometemos a luchar para erradicar definitivamente los males que sembró en nuestro país y el continente.

Dueño de alguno de los grupos empresariales más importantes del país, partícipe permanente de los negocios más turbios con el Estado desde la década del ‘70 a esta parte, acusado de administración fraudulenta y otros delitos; el padre del actual presidente muere en la impunidad, sin haber rendido cuentas por haber sido parte de los manejos que vienen hundiendo al país desde hace años, por los negociados hechos con los genocidas, ni por la miseria en la que hundió a grandes sectores de la clase trabajadora.

El ascenso de un empresario turbio

Su ascenso sospechosamente rápido lo llevó de ser un simple inmigrante, llegado al país en 1949, a un importante empresario, casado con una mujer de orígenes terratenientes, en menos de una década. Durante toda la segunda mitad del siglo XX se dedicó a poner en pie un imperio empresarial basado en las empresas constructoras de obra pública, imperio que dio un salto bajo la última dictadura: SEVEL, MANLIBA, Autopistas del Sol, Pago Fácil; fueron algunas de las empresas de su propiedad.

Pero la clave de su enriquecimiento fueron sus sucias relaciones con cada gobierno. Así, durante la dictadura que asesinó a decenas de miles de trabajadores y cerró miles de fábricas; su grupopasó de manejar siete empresas a casi 50, (incluyendo la recolección de residuos en capital),mientras que el régimen genocida se hizo cargo de sus deudas externas, poniéndolas a cuenta del pueblo trabajador. Deudas que los gobiernos “democráticos” han venido sosteniendo y pagando hasta la fecha, al costo de la destrucción del país.

Y bajo esos gobiernos democráticos, su poder y riquezas no hicieron más que seguir creciendo; con el Estado cubriendo o perdonándole sus deudas (como hicieron Los Kirchner y su hijo con la deuda del Correo), o negándose a perdirle cuentas por los desastres que dejaron a miles en la calle, como el caso de la quiebra de SEVEL. Así, en los últimos años se decidió darle una vuelta de tuerca a esta nefasta trayectoria, usando su influencia para facilitar la penetración del capital extranjero en nuestro país; particularmente de capitales chinos, llegando a ser consejero del gobierno de ese país en el campo de las inversiones en Latinoamérica.

Empresario de orígenes turbios, saqueador permanente del Estado, socio de la dictadura genocida, desfalcador y quebrador de empresas, entreguista del país: ese fue Franco Macri, a quien todas las figuras políticas patronales le rinden hoy sus respetos, incluyendo a la “opositora” Cristina, que con sus condolencias devuelve los halagos que Franco Macri le hizo a su gestión durante los ocho años que duró. Nosotros no pensamos sumarnos a ese “respeto” hipócrita a un tipo que ni siquiera debió haber existido: quienes lo hacen, seguramente debe ser por alguna deuda de gratitud.

Hay que terminar con su nefasto legado

Cada hecho que llevó a Franco Macri a acrecentar su poder y riquezas, fue un golpe a los derechos y soberanía del pueblo trabajador. Sin la dictadura que exterminó a miles de compañeros, sin la entrega permanente al capital extranjero que nos lleva cada día a estar un poco más colonizados y explotados; Franco Macri no hubiese existido: él fue la encarnación de una clase dominante entregada a los negocios rápidos, de una clase que se enriquece desguazando el país, tejiendo negocios turbios y chanchullos de todo tipo. No hay lugar para otro tipo de empresario bajo el capitalismo colonial que sufrimos.

Franco Macri falleció. Sus décadas de saquear el país, de dejar a miles de familias obreras sin comida cuando lo creyó conveniente, terminaron acá. Pero su legado de destrucción continúa, los grupos empresariales que creó siguen devorando al país (y a países vecinos), y su familia sigue llevando adelante el vaciamiento de la Argentina.

Para que termine de morir su siniestra figura es necesario echar a sus socios políticos del poder, empezando por su hijo,imponer el no pago de la fraudulenta deuda externa que él ayudó a crear; y recuperar las propiedades y fortunas mal ganadas por su familia y sus socios-competidores, estatizándolas bajo control obrero y popular. Para que termine de morir Franco Macri, hay que matar al capitalismo de saqueo y desguace que él ayudó a consolidar, empezando a construir una Argentina Socialista.