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HAY QUE DAR VUELTA EL MODELO DE PAÍS

Para solucionar los problemas económicos estructurales

 

Los problemas económicos a los que nos enfrentamos no son nuevos, hace décadas que las vidas del pueblo trabajador dependen de cómo esté el dólar y la consecuente inflación, empleo, etc. Y como somos un país cada vez más sometido al imperialismo, cada vez nuestras vidas dependen más de la economía mundial de un sistema capitalista imperialista en decadencia. Así, aunque haya momentos de relativo crecimiento o mayor estabilidad, en términos generales vivimos cada vez peor. Derechos a los que podía acceder parte importante del pueblo trabajador, como el derecho a la vivienda, a la estabilidad laboral, al tiempo de descanso u ocio, hoy son casi un sueño para la inmensa mayoría. 

Ninguna de las medidas que han tomado los gobiernos han cambiado eso, al contrario, lo han profundizado.  Y las de Massa no son la excepción. Es que quienes nos gobernaron lo hicieron siempre en favor de las patronales y el imperialismo. 

Para salir de esa espiral hacia abajo en el que estamos, los trabajadores y trabajadoras tenemos que construir nuestro propio programa de salida a la crisis, no hay partidos patronales ni salvadores que vayan a hacerlo. El cambio de raíz que se necesita para salir de este “destino” de pobreza que nos impusieron vendrá de nuestras propias manos o no vendrá. 

 

Desde el PSTU creemos que el conjunto de los/as trabajadores/as desocupados/as y ocupados/as tenemos que empezar a discutir cuáles son las medidas que realmente necesitamos y cómo conseguirlas. Y en ese sentido proponemos:

 

La inflación se puede combatir de verdad: los salarios en nuestro país son de los más bajos de la región, llevamos más de 7 años de pérdida del poder adquisitivo y la inflación galopante se come de inmediato cualquier aumento que den (que además son siempre menores en relación a lo perdido). Ahora dan un bono de 5000 pesos a los jubilados ¿Eso hace que un jubilado con la mínima (¿$37.524,96?) pueda comer todos los días y comprar los remedios (ni hablar de pagar alquiler) si la familia no los ayuda? ¡Claro que no! 

Para recuperar realmente los ingresos es necesario un aumento general de salarios, jubilaciones, asignaciones y pensiones por decreto que incremente porcentualmente los sueldos actuales y, además, garantice que nadie gane menos de la canasta familiar, con indexación automática por el porcentaje de inflación.

Conjuntamente con eso es necesario garantizar un verdadero control obrero y popular de precios. Los programas de “control” que supuestamente existen son una mentira, todos sabemos que remarcan precios como quieren. Solo comités o comisiones organizadas desde los barrios o lugares de trabajo pueden garantizar un verdadero control de precios y combate a la especulación. 

De igual manera la desocupación y pobreza se puede combatir con la escala móvil de horas de trabajo (ver página 2), el control obrero de la producción, la apertura de los libros contables de las empresas y planes de obras públicas. 

 

¡Basta de premiar la especulación! Los grandes capitalistas especulan y el Gobierno en lugar de castigarlos, los premia. Lo de las patronales agrarias vale de muestra, mientras los trabajadores somos reprimidos cuando salimos a pelear, ellas especulan con el hambre del pueblo guardándose la cosecha y los premian con el dólar soja. Para terminar con la pobreza hay que combatir verdaderamente la especulación: aplicar la Ley de Desabastecimiento y la Junta Nacional de Granos y Carnes, imponer el monopolio estatal del comercio exterior y expropiar nacionalizándola sin pago a toda gran empresa o pool que pretenda especular. Todo esto bajo control obrero. 

 

Energía y tarifas: estamos en medio de una crisis energética, que dio un salto con la invasión rusa a Ucrania. A pesar de la explotación de petróleo y gas que hay en el país, dependemos de la importación de gas por falta de obras. Las multinacionales se llenan de plata con nuestros recursos energéticos mientras destruyen el medio ambiente en el que vivirán nuestros hijos. Las empresas de energía, que no hacen ni las obras necesarias para garantizar el abastecimiento reciben subsidios millonarios que ahora reduciéndolos tendremos que pagar de nuestros bolsillos. Así, no va más: la soberanía energética de la que tanto habló el kirchnerismo, deberia empezar por  sacar a todas las multinacionales de la industria energética , estatizarla y ponerla bajo control de los trabajadores , para  organizar esa producción y uso en función de las necesidades de la mayoría de la población. Hay que rechazar los tarifazos y también la mantención de subsidios estatales a las empresas privadas. 

 

Basta de depender de qué pasa con el dólar: aunque la mayoría no ve un dólar en su vida, la vida de todos depende de qué pasa con el dólar, porque eso tiene impacto en el conjunto de la economía, precios, etc. El “mercado” que es la especulación financiera en su máxima expresión, va marcando la agenda, y todo se acomoda a eso y los bancos son los agentes más claros de esa especulación en manos privadas. 

Para terminar con esto es necesario unificar todos los bancos en una única entidad estatal. Sólo la expropiación de los bancos privados y la concentración de todo el sistema de crédito en manos del Estado pondrá en las manos de éste los medios necesarios, reales, es decir materiales para la planificación económica. Por supuesto, que esto no implica expropiar los ahorros de los trabajadores y sectores medios, eso ya lo hicieron impunemente los bancos con el corralito. Al contrario, de esta forma se podrían garantizar créditos accesible para la mayoría del pueblo trabajador, y comerciantes o productores agrícolas pequeños. 

La dependencia del dólar es la máxima expresión de nuestro carácter de país dependiente. Por eso para terminar con la dictadura del dólar, es necesario terminar con esa dependencia. 

Para terminar con el déficit fiscal ¡Fuera el FMI! ¡No pagar la Deuda Externa! El FMI pide reducir el déficit, los gastos, ¿para qué? Para pagarles su Deuda y las otras contraídas nunca investigadas. Es decir que se reduce en gasto en ayudas sociales, contrataciones estatales, etc. para que se lleve la plata el FMI. 

Pero hay forma de no tener déficit y poder hacer los gastos indispensables para las necesidades de la mayoría de la población: precisamente romper el acuerdo con el FMI y no pagar esa ilegitima y fraudulenta Deuda, que es también la que se lleva gran parte de los dólares que se necesitan. 

Para lograr ese cambio de raíz, necesitamos un nuevo Argentinazo para imponer una Segunda y Definitiva Independencia que con un gobierno obrero y popular organice la economía del país en función de la necesidad de la mayoría de la población y no de la ganancia capitalista, el FMI, las multinacionales y todos los buitres que viven a costa de nuestra pobreza.