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Huelga de hambre de trolebuseras

   Otra causa que despertó la simpatía obrera y popular fue la lucha de los choferes y de las conductoras de trolebuses de Córdoba.
Por once días la ciudad estuvo paralizada y el país pendiente ante esa fuerza que desbordó a la dirección traidora de la UTA, quitó el sueño al intendente Mestre de Cambiemos y tuvo a mujeres al frente de la pelea, en un gremio con mayoria de hombres.
   El reclamado paro provincial nunca llegó, la CGT Rodriguez Peña (kirchnerista) amagó pero no concretó, los trabajadores y trabajadoras del transporte quedaron aislados. Una vez más las conducciones gremiales entregaron una heroica lucha.
   Las represalias de gobierno y empresa, mancomunados con la UTA, no tardaron. Las compañeras fueron castigadas doblemente: son mujeres y osaron rebelarse junto con sus compañeros, destapar la olla de los negociados con los subsidios a las empresas, resolver en asambleas, exigir elecciones en la UTA de Córdoba intervenida, desafiar a los popes sindicales. 189 despedidos son mujeres, aunque ellas son solo el 6% de los trabajadores del sector. La mayoría de las despedidas tiene más de 20 años de antigüedad, muchas sufren problemas en los riñones y en la columna porque los vehículos no tienen amortiguación o tendinitis en las muñecas, por la falta de dirección hidráulica, y en los hombros, por tener que acomodar las lanzas que conectan el trolebús a la línea eléctrica.
   Ahora cinco trabajadoras en una carpa delante de la Municipalidad de Córdoba reclaman por la reincorporación, denuncian el ataque a los convenios, el deseo de las patronales de sacarse de encima a los delegados (los primeros democráticos y combativos que tuvieron, dicen) y a los trabajadores y trabajadoras con mayor antigüedad. Ya destituyeron a los Cuerpos de Delegados de AUCOR y de TAMSE, mientras los de ERSA renunciaron a sus fueros en apoyo a los despedidos.
   Una de las cinco trabajadoras de la carpa está en huelga de hambre y otra hace ayuno. Y tienen una articulación con los despedidos de Pepsico.
   Pero eso no es suficiente. No queremos oir más a las conducciones gremiales culpar a Mestre y a Macri. Ya se sabe qué intereses defienden ellos. Queremos que la CGT Rodriguez Peña, junto con la CGT Regional Córdoba, llamen ya al paro provincial por la reincorporación de los despedidos y despedidas que dejo este conflicto, que tomen el ejemplo de la base de UTA (que rodeo de soliradidad a las conductoras de trolebuses e impulsa su bono de fondo de lucha), y que apoyen todas las peleas que hay en la provincia.
   Queremos pararle la mano a Mestre, a Schiaretti y a Macri.