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JUBILADOS: UN AUMENTO MISERABLE

Continúan en Estados Unidos las negociaciones entre el Ministerio de Economía y el FMI por el préstamo concedido al gobierno de Macri que vence a partir del 2021. Los fondos buitre también al acecho, ya que se están acordando los compromisos del Gobierno para garantizar recursos destinados a cancelaciones de capitales, y de miles de millones de dólares de intereses  periódicos de toda la Deuda Pública. Ya sufrimos  por anticipado las instrucciones del organismo usurero, como los miserables aumentos a los jubilados en 2020 y el robo con la nueva movilidad que el Congreso votaría para el 2021.

 El Ministro de Economía, Martín Guzmán, quiso estimular con frases optimistas: “… continuarán las reuniones y se trabajará en la estrategia para la profundización del financiamiento vía el mercado de capitales doméstico”, es decir obtener recursos financieros de lo que genera nuestra endeble economía capitalista”. E iniciado el encuentro la delegación argentina dijo: «Se generó un intercambio fluido con los expertos y los representantes del FMI, sobre el diagnóstico y las herramientas más eficientes para abordar la problemática de brechas territoriales, sociales y de género en términos de inclusión y educación financiera»… “ el FMI presentó un programa de “Market Intelligence” (Inteligencia de Mercado”) sobre las tendencias generales y el sentimiento de los inversores hacia los mercados emergentes y Argentina”. Todo un maquillaje para disimular otro profundo ajuste a las condiciones laborales y previsionales.  Lejos quedaron los rechazos y repudios al FMI en campaña electoral del Frente de Todos.

Ajustar atacando las jubilaciones

 Hipócritamente, Fernández y sus funcionarios pretenden vendernos que los jubilados/as durante este año le vienen ganando a la inflación.

  1. Decretó de nuevo un pobre aumento del 5% en diciembre, argumentando que los haberes mínimos en el año totalizarán un 35,3%. Pero omite decir que ese dudoso total es solo para los que cobran la mínima, para los cuales el adicional fijo de marzo generó un porcentaje mayor que para los que superan el inicial. Para la otra mitad de los jubilados, el Gobierno otorgó en 2020 un 24% promedio. Agregando a ello que a los de la mínima se les concedió un bono $5.000.- en enero 2020 y otro de $3.000.- en abril, que también lo incluye el Gobierno en sus porcentajes que confunden, al no reflejar la real situación.

       2.Paradójicamente, con la fórmula suspendida por decreto el aumento a diciembre 2020 sería del 42%, mayor que la inflación pronosticada que llegaría a un 37%.

3.El propio Gobierno reconoce dudas si todos los jubilados le ganarán a la inflación en 2020, sumada la inflación real de noviembre y diciembre.

Lejos quedó la Ley de Solidaridad de Fernández, ya que la mitad de los jubilados/as debería solidarizarse con la otra mitad que cobraron menos. Como así también la promesa en campaña electoral prometiendo que daría una 20% de recuperación adquisitiva con los recursos que el Estado pierde por intereses y deudas por los bonos Leliqs, estafa a favor de los bancos e inversionistas que sigue funcionando con el Banco Central.

Kristina jugando a una Robin Hood trucha

La Ley elevada al Congreso para una nueva fórmula de movilidad recibe críticas de muchos sectores, inclusive en el Frente de Todos, salvo las patronales y el FMI: movilidad cada seis meses basada en un promedio de aumentos salariales que se firman a la baja (con la complicidad de las centrales obreras), y en la recaudación impositiva y aportes sociales en una economía en recesión, con desempleo en aumento y sin inversión. Sin prever en lo más mínimo la inflación permanente que se mantendría. Y como frutilla del postre, que el 5% del aumento de diciembre sería a cuenta de la movilidad de marzo, es decir perspectiva de casi cero aumento.

Ante las crecientes quejas, la vicepresidenta Fernández retocó con  algunas adecuaciones al proyecto. La movilidad sería cada 3 meses y el aumento del  5% se descarta como adelanto, pero ni una autocrítica por la miseria del incremento, confirmando que es todo el Gobierno que está de acuerdo con empobrecer aún más a la clase pasiva.

Las jubilaciones controladas por el FMI

La jubilación mínima desde diciembre será de $19.035.-, menos de la mitad de la Canasta Básica, a octubre de $49.900, – del INDEC. Además el nivel de pobreza a noviembre llegó al 45%, y la indigencia a más del 10%. El 60% de los niños y jóvenes son pobres.

Es cierto que la pandemia afectó la economía, pero también es cierto que el sistema económico capitalista de nuestro país ya estaba en crisis. Pero el Gobierno prefirió seguir pagando Deuda Pública jamás investigada. Por ejemplo viene cumpliendo cada tres meses con un promedio de U$S 310 millones de intereses por el préstamo del FMI antes que privilegiar, por ejemplo, a los jubilados y/o al sistema sanitario y generar empleo genuino.

Canceló el IFE y lo reemplaza por complicados planes de ayuda a jóvenes y desocupados entre $8500.- y $9.500.- a cambio de proyectos productivos y prestaciones laborales de cuatro horas, afectando en los hechos a la baja los salarios reales y convenios colectivos.

La política del Gobierno tiene un solo objetivo, complacer al FMI y los acreedores buitre disminuyendo el déficit fiscal (ingresos menos egresos del Estado) para destinar recursos al pago de las estafas de la Deuda Pública, interna y externa. Tiene que optar entre someterse a los buitres usureros o atenuar el sufrimiento de los trabajadores considerando además la pandemia. Pero los Fernández ya han elegido, y el FMI contento. Depende de los trabajadores y el pueblo organizados para que no permitamos este robo.

Fuentes:

Ámbito.com – 18-11-2020

Diario El día La Plata – 20-11-2020

Diario Clarín – Bermúdez – 25-11-2020

Diario Página \12 – 03-12-2020

El Economista – 04-12-2020

Diario Perfil – 08-12-2020