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Kobane y la Revolución Siria

Más de un mes después de haber comenzado el asedio del Estado Islámico (EI), la ciudad kurda de Kobane no sólo no ha caído sino que la resistencia tan heroica como desesperada de su pueblo consiguió frenar a sus brutales agresores.

El precio, no obstante, es alto. A la fecha, más de 700 personas han muerto y otras 300.000 tuvieron que huir del cerco del EI1.
Pero la batalla continúa intensa. Dentro de la ciudad, moviéndose entre los esqueletos de los edificios, haciendo hoyos en las paredes para apostar el punto de mira, preparando emboscadas y recurriendo, incluso, a ataques suicidas, miles de combatientes de las Unidades de Protección Popular (YPG)2, comandados por Narin Afrin, una mujer que emociona por su valor, siguen dando al mundo muestras de una determinación al parecer inagotable.
Las milicias kurdas cuentan, además, con el apoyo activo de por lo menos tres batallones de combatientes árabes, todos provenientes de la resistencia siria: el batallón revolucionario de Raqqa; el batallón “El Sol del Norte”; y el batallón de “Jirablis”. Por su parte, el 4 de octubre, el Ejército Libre de Siria (ELS) decidió sumarse a este esfuerzo y mandar un millar de combatientes a defender Kobane3.
En este sentido, se dio un hecho fundamental y sumamente progresivo: el acuerdo de la Comandancia General del YPG con el ELS, para luchar “contra el terrorismo y la construcción de una Siria libre y democrática”, que a su vez también confirma una “coordinación entre nosotros [YPG] y las facciones importantes de la FSA en el campo norte de Alepo, Afrin, Kobane y Jazia. Actualmente, hay facciones y varios batallones de la FSA que luchan a nuestro lado contra los terroristas ISIS”4.
La defensa de la ciudad debe ser atribuida, sobre todo, a la resistencia kurda, no sólo en Siria, sino de toda aquella nación de más de 30 millones de personas que están dispersas en los actuales territorios de Turquía, Irak, Irán y Siria.
Esto se materializa en que, desde el comienzo del ataque a Kobane, miles de combatientes del PKK intentaron cruzar la frontera turca para unirse a la resistencia. La respuesta del gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan fue bombardearlos en el sudeste de Turquía, cerca de las fronteras con Irak e Irán5.
A su vez, otros cientos de peshmergas, la fuerza armada del Kurdistán iraquí, que desde junio combaten al EI en su territorio, se han ofrecido a luchar también en Kobane.
Todo esto ocurre en el marco de multitudinarias manifestaciones de kurdos exigiendo apoyo material a Kobane, que se dieron en Berlín, Bruselas, París y otras ciudades europeas hace pocos días. En Turquía, la represión de Erdogan a estas movilizaciones causó decenas de muertos en Estambul, Ankara y, sobre todo, en Diyarbakir, considerada la “capital” kurda en ese país.
Estos hechos confirman que la unidad de toda la nación kurda, en primer término, y de este pueblo oprimido con las milicias árabes de la resistencia siria son la clave para derrotar a las hordas del EI y, al mismo tiempo, intensificar la resistencia contra la dictadura siria.Esto, como vimos, se está dando, aunque todavía de forma incipiente. ¡Es hora de estrechar más y más estos lazos de solidaridad en la lucha!
Esto es urgente porque la amenaza del EI continúa con toda su fuerza. Para este “partido-ejército” con programa teocrático-dictatorial, Kobane, ubicada entre las ciudades de Cerablus y Tell Abyad, permitiría una continuidad territorial con el área que ya ocupa en el norte de Siria, siendo, además, una puerta de entrada a Turquía.
Otro móvil importante para los “yihadistas” es la captura de la ciudad de Cizre, situada en el extremo oriental de Siria y que tiene un campo de petróleo importante (Rimela). La conquista de estos objetivos facilitaría enormemente la provisión de petróleo (con el cual se financian) y el suministro logístico a través de Turquía, recursos que son usados para aplastar a la revolución siria.

El papel de los bombardeos de EEUU

Confirmando que la intervención aérea de los EEUU nada tiene de “progresiva” ni “humanitaria”, el imperialismo ha demostrado poco interés por la suerte de los kurdos de Kobane.
Hace menos de dos semanas, en las horas más terribles del cerco “yihadista” a esa ciudad, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, declaró a Kobane “objetivo no estratégico”6. De hecho, cuando comenzaron los bombardeos imperialistas, el 23 de setiembre, el EI estaba a 60 km de Kobane. Pocas semanas después, había tomado un tercio de la ciudad.
No obstante, el rápido avance del EI en Kobane (que se suma a los progresos militares del EI cerca de Bagdad) comenzó a demostrar los límites de la operación militar norteamericana, abonando las críticas de la oposición interna en los EEUU, sobre todo de los “halcones” republicanos y “neoconservadores” en general, que viene exigiendo “botas sobre el terreno”; algo que Washington, por falta de condiciones políticas favorables, ha reiterado que no ocurrirá.
El gobierno de Obama, entonces, se encontró caminando en una delgada línea, pues, por un lado, no podía “ayudar” decididamente a los kurdos, porque esto crearía más roces con Turquía, país con el cual la Casa Blanca comparte su oposición sobre la autodeterminación del pueblo kurdo; por otro lado, no podía permitir un avance fulminante del EI, ya que esto restaría “confiabilidad” a la intervención aérea en curso.
En este marco, sin jugarse de lleno a “salvar” a Kobane, hace unos días el imperialismo intensificó los bombardeos aéreos a las posiciones yihadistas. Al mismo tiempo, el Pentágono anunció una entrega 28 lotes de armas y medicinas desde el aire a los defensores de Kobane, donados, en verdad, por los peshmergas iraquíes, sin que se pueda verificar que efectivamente haya llegado a destino, pues el EI difundió un video en el que, aparentemente, sus tropas se hicieron con ese cargamento7. De todas formas, Kerry fue categórico al afirmar que esta medida, muy limitada, era “momentánea”, producto de “una emergencia ante un momento de crisis”8.
Asimismo, el gobierno turco decidió abrir un paso de la frontera con Irak para que unidades peshmergas de ese país puedan ir a reforzar la defensa de Kobane. Esto tiene que ver, en parte, con las presiones de las movilizaciones kurdas en Turquía y Europa.
Además, existe otro elemento. Para el gobierno turco, las relaciones con el Gobierno Regional del Kurdistán iraquí son muy diferentes que las sostenidas con el PKK. Desde que el Kurdistán iraquí, que cuenta con un autogobierno desde 2005, tomó en junio la ciudad de Kirkut y la defendió del avance del EI, cuenta con unas reservas petrolíferas estimadas en 45.000 millones de barriles, que ha empezado a exportar este año desde el puerto turco de Ceyhan, configurando un buen negocio para Ankara9.
Sin embargo, a pesar de esta medida, la actitud del gobierno turco continúa siendo de no intervención en Kobane, pues, en palabras de Erdogan: “Crear un frente contra ISIL [como se conocía antes al EI] podría significar dar armas al PYD, pero para nosotros el PYD es lo mismo que el PKK, una organización terrorista”10.
Es el momento de aprovechar estas contradicciones dentro del imperialismo, y de este con el gobierno turco, para exigir con más ahínco el envío incondicional de armas pesadas para los combatientes de Kobane, además de la apertura total de la frontera turca para el libre paso de voluntarios kurdos y de cualquier otro origen para defender a los kurdos sirios.

¡Defender a Kobane es defender la revolución siria!

El destino de Kobane está íntimamente ligado con el curso de la revolución siria. Esta ciudad fue liberada del régimen de Al Assad el 19 de julio de 2012 y es parte de la región de Rojava (Kurdistán sirio) que con la revolución ha ganado una administración autónoma, en el marco de la lucha más general por la autodeterminación nacional.
Estas ciudades se erigieron en “regiones democráticas autónomas”, a partir de una confederación de “kurdos, árabes, asirios, caldeos, turcomanos, armenios y chechenos” como declara el Preámbulo de la Constitución de Rojava de noviembre de 2013, algo muy progresivo, a pesar del carácter burgués de la dirección kurda del PYD.
Un triunfo sobre el EI en Kobane sería doble: significaría un avance hacia la autodeterminación del pueblo kurdo y, además, daría un impulso al combate contra la dictadura de Al Assad. Por eso, como venimos insistiendo, la unidad militar de los kurdos con los rebeldes sirios árabes es condición para la victoria.
En este sentido, es necesario combatir a las direcciones burguesas, tanto árabes como kurdas, que, respectivamente, no reconocen el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo o se enclaustran en una perspectiva meramente nacionalista, sin comprometerse a fondo en la lucha para derrocar a Al Assad.
Los revolucionarios, en el marco del apoyo incondicional a la revolución siria de conjunto y al derecho inalienable de la nación kurda a constituir un Estado independiente, contra Al Assad y contra el EI, estamos completamente comprometidos con la victoria militar de los kurdos en Kobane, que constituye en nuestros días uno de los capítulos más emblemáticos y conmovedores de la justa causa nacional de este pueblo oprimido.

 

Notas:

1 Datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

2 Las milicias YPG están ligadas al Partido de la Unión Democrática (YPD), que a su vez está vinculado al PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán), con centro en Turquía y catalogado “organización terrorista” por EEUU, la OTAN, la UE y, evidentemente, por el gobierno turco.

3 http://www.vientosur.info/spip.php?article9472

4 Declaración del Comando General YPG en Kobane, ver: http://www.corrienteroja.net/index.php?option=com_k2&view=item&id=1516:declaraci%C3%B3n-del-comando-general-ypg-en-kobani-y-lucha-contra-isis&Itemid=181

5 Existen, por otro lado, más de 8.000 presos políticos kurdos en la cárceles turcas, acusados de “terrorismo”.

6 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/20/actualidad/1413786881_623447.html

7 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/22/actualidad/1413960626_494894.html

8 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/20/actualidad/1413786881_623447.html

9 Turquía compra 500.000 barriles de petróleo diarios de Irak.

10 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/19/actualidad/1413752080_429982.html