other

LA LUCHA DEL PUEBLO COLOMBIANO DESDE ADENTRO

Entrevistamos a María Paula, trabajadora de la salud y compañera de nuestro partido hermano, el PST (Partido Socialista de los Trabajadores) de Colombia y de la Liga Internacional de los Trabajadores, para conocer la situación que están atravesando allí.

AS: ¿Cómo crees que surgió todo esto? ¿Cuál fue el detonante para que miles de personas decidieran salir a las calles a pesar de la pandemia y de la brutal represión del Gobierno? 

MP: El Gobierno presentó un proyecto de Reforma Tributaria para ponerle impuestos a los bienes de consumo básico y al salario de los trabajadores, cuando se han gastado miles de millones de pesos en aviones de combate, tanquetas y armas sofisticadas para la represión.

En los últimos años se han incrementado las masacres, y el asesinato selectivo de luchadores sociales, el desempleo llegó al 20% y la pobreza creció al 42,5%, mientras que las 20 familias más ricas del país han visto aumentadas sus fortunas. De estas penurias sus principales víctimas son las mujeres y los jóvenes, así como los inmigrantes entre quienes es mayor el subempleo y la pobreza. Para finales de 2020 el desempleo femenino en Colombia fue del 31%,  casi el doble del masculino, con un aumento de la brecha salarial a un escandaloso ¡30%! 

Este Gobierno ha aprovechado la pandemia para declararnos una verdadera guerra social. El único objetivo de todas las reformas que proponen es agrandar las ganancias de los capitalistas quitándonos lo poco que tenemos los trabajadores. De las ayudas para la pandemia, el 80% lo recibieron las grandes empresas y el resto fue repartido entre los pobres.

El manejo de la pandemia fue terrible. Ya llevamos más de 80 mil muertos, las cuarentenas parciales y demás medidas incoherentes no sirven mientras que sigan atestadas fábricas, call centers y transportes públicos. Hasta ahora el plan de vacunación no abarca más que al 1% de la población, miles continúan enfermando y muriendo, mientras que los corruptos se apropian descaradamente de las pocas dosis que llegan.

El nuevo estallido que comenzó este 28 de abril es producto de una profundización de la crisis económica, la Reforma Tributaria solo fue la chispa.

AS: ¿qué solución o diálogo propone el gobierno? Y si es realmente una solución.

MP: La respuesta del Gobierno Nacional y los gobiernos locales, ha sido la más feroz represión. Con un saldo de al menos 63 muertes, más de 3.000 heridos (entre ellos unas 43 víctimas de daño ocular), 30 mujeres violadas, varios cientos de detenidos y un número de desaparecidos que ronda los 130. Varios de los reportados desaparecidos han ido apareciendo muertos en ríos y caños luego de que la gente ha visto como la policía los detenía.  

Los ataques con armas de fuego que primero se realizaban en las noches contra los jóvenes ahora se realizan a plena luz del día, como el ataque a los indígenas el domingo. Está claro que aunque llame a dialogar no va a retroceder en el uso de la fuerza. 

La situación del Gobierno es de una crisis importante, ha tenido que llamar a diferentes sectores buscando una negociación y sobre todo buscando negociar por separado para dividir al movimiento, aunque su táctica privilegiada sigue siendo la represión directa y el desgaste.

Nosotros hemos estado en contra de asistir a estos diálogos en medio de la masacre, mientras que no aceptan siquiera el cese del fuego, y ni siquiera son capaces de hacer promesas de que harán justicia por las víctimas. Se niegan a reunirse con los sectores verdaderamente en lucha, sólo se reúne con la burocracia y los sectores burgueses, para garantizar por esta vía la estabilidad del Gobierno. 

Luego de una semana y media de intentos de la burocracia por entregar el paro, ante la negativa por levantar los bloqueos o cierres de calle/carretera el Gobierno recrudeció el discurso de guerra, ordenando la militarización de mas ciudades, aumento de la fuerza, levantamiento violento de los bloqueos, con ello deshaciendo en la práctica el “preacuerdo” que tenían con la burocracia sobre garantías para la movilización.

AS: Las centrales sindicales de trabajadores ¿qué papel está jugando en todo esto?

Las burocracias intentan controlar y contener, para desviar los procesos hacia las elecciones que se llevarán a cabo en 2022. Nos dicen que votando todo será mejor, por su parte miles de trabajadores, jóvenes empobrecidos de las barriadas marginales, indígenas y campesinos, resisten heroicamente improvisando convocatorias, marchas y barricadas con escasos niveles de coordinación.

Desde nuestro partido insistimos en que este plan del Gobierno tenemos que enfrentarlo ahora mismo. No podemos esperar hasta las elecciones de 2022, cuando sea demasiado tarde para derrotarlo. 

La CNP (Comité Nacional de Paro) no representa la diversidad de luchas que se han unificado en torno a una consigna: Fuera Duque. Al contrario, lo que la dirigencia de la Central Unitaria de Trabajadores – proveniente de la Alianza Verde, de Dignidad y de los partidos reformistas – ha buscado, desde que se inició este ascenso de masas a finales de 2019, una negociación con el Gobierno criminal y aplazar todo el descontento social hacia el escenario electoral. De hecho múltiples sectores manifiestan abiertamente que el CNP no los representa, lo que también ha dificultado que el Gobierno negocie con ellos. Han llegado a cosas como proponer que el 1º de Mayo se conmemorase virtualmente, cuando la respuesta de las masas fue salir a las calles a movilizaciones enormes. Es un ejemplo de su desprestigio y desconexión. Pero su rol igual es importante como factor desmovilizador, su capacidad de convocatoria es importante. También se han negado de manera reiterada a convocar un encuentro o asamblea nacional de emergencia para organizar la lucha.

AS: Como militante del PST y de la LIT ¿qué programa proponemos como alternativa?

MP: La propuesta del partido es que el paro debe continuar. Mantener y potenciar el grito de ‘Abajo Duque’ que resuena en todos los rincones del país. 

El CNP no debe acudir al Diálogo Nacional del Gobierno, no se negocia bajo el fuego y la sangre. Acudir a una negociación mientras en las calles se asesina a los jóvenes y se viola a las mujeres, es un gran acto de traición. Duque pudo llamar a la negociación pero definió dar la orden de matar. Ahora ya no hay nada más que negociar, aparte de su salida inmediata del Gobierno.

Para esto creemos que es necesario potenciar el proceso de asambleas populares y organizar una dirección del movimiento que nos permita centralizar al tiempo que combatimos a la burocracia. Es necesario empezar a construir un Encuentro o asamblea Nacional de Emergencia desde abajo, haciendo asambleas en los barrios, en las fábricas, en los colegios y universidades. Actualmente estamos haciendo parte de un proceso colectivo con diferentes organizaciones sociales y partidos de izquierda para convocar el encuentro para 6,7 de Junio ante la negativa reiterada de la burocracia a hacerlo.

Igualmente, en esas asambleas tenemos que poner la discusión de la defensa propia contra la represión, organizando la Guardia Obrera y Popular o la primera línea donde no exista aún, así como la necesidad del paro de la producción. Hacer también un llamado a militares y policías para que se nieguen a cometer crímenes contra su propio pueblo, porque serán algunos de ellos los que responderán ante la justicia, no los que dan las órdenes.

Como banderas urgentes más no únicas proponemos: ¡Abajo Duque ASESINO y su Plan! ¡Fuera Duque y todos los corruptos asesinos! ¡Que la crisis la paguen los ricos, no al pago de la Deuda Externa! Derogatoria de las leyes antiobreras (decreto 1174 que legaliza la tercerización) ¡Vacunación Masiva Ya! Ante la masacre policial y la militarización, juicio y castigo a los culpables, desmonte inmediato del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). Retiro de las bases militares. ¡0A las calles a luchar contra Duque y su Plan! ¡Por un Gobierno Obrero y Popular!