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Las profundidades de las cloacas

La “crisis de los cuadernos” no es solo un capítulo más de la decadencia de la patronal de nuestro país. Es la manifestación más clara de que todo está podrido entre quienes tienen el poder, la demostración de que el capitalismo en Argentina y su régimen de “democracia de ricos” no va más. Empezó con la industria de la construcción y sus chanchullos con el gobierno anterior, pero no puede quedar ahí. En todos los sectores económicos –nacionales y multinacionales- hay corrupción.

Macri –junto al “arrepentido” Roggio, enjuiciado ahora- se enriquecieron durante la dictadura, con la “patria contratista”. Los grandes empresarios –como Wagner, ex presidente de la Cámara de la Construcción- está preso por haber coimeado durante el kirchnerismo. Igual que Calcaterra, primo de Macri.

Durante todos los gobiernos, diferentes sectores patronales se ven favorecidos. Todos tienen negociados con el poder político. Se benefician a veces “legalmente”, con medidas que les dan mayor parte de la torta, como ahora las multinacionales, el campo o las finanzas. Y con el kirchnerismo, los mismos sectores multinacionales, junto a industriales “nacionales”.  Y otras de manera ilegal.

Hoy están presos varios grandes empresarios, junto a algunos ex funcionarios corruptos. El kirchnerismo nos quiere hacer creer que es una “persecución política”, cuando en realidad se trata de una pelea entre patrones que, tanto “legal” como ilegalmente, se aprovechan del Estado y sus relaciones con los distintos gobiernos para enriquecerse.

¿Los trabajadores tienen que salir a reclamar para que queden libres grandes empresarios que robaron al país, junto a funcionarios corruptos? De ningún modo.

No es del interés de la clase trabajadora y el pueblo pobre defender ningún sector patronal corrupto. Ni el que negoció con el anterior gobierno, ni el que negocia ahora. Y tampoco con la podrida Justicia argentina, que solo actúa embanderada con una u otra pandilla.

El interés de los trabajadores es que todos ellos vayan presos. Las peleas entre ellos, sus enfrentamientos, nos favorecen. Pero tenemos que solicitar que se  juzgue a todos  los corruptos sean del partido que sea, y también expropiarle todas sus propiedades, cuentas bancarias, acciones que vienen de la corrupción.

Tenemos que actuar a través de nuestras organizaciones de lucha, para terciar en esta pelea entre mafiosos, cuestionar la Justicia de los ricos, y lograr que las pandillas de ladrones  -todas- paguen por lo que han hecho a nuestro pueblo.