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Los trabajadores podemos gobernar

Cada vez son más los trabajadores que dicen que Macri se tiene que ir. Nosotros decimos que tenemos que sacarlo ahora, en la calle. ¿Pero si lo sacamos ahora a quien ponemos?

El kirchnerismo dice que viene Pichetto, entonces es mejor esperar hasta las próximas elecciones.

El PO y el PTS dicen que hay que exigirle al Congreso que convoque una Asamblea Constituyente.

Nosotros decimos que las organizaciones sindicales deben convocar a una Asamblea Nacional de Trabajadores, para poner en pie un Gobierno Obrero y Popular, sin patrones.

Sabemos que esta propuesta parece algo lejano o irrealizable. Por eso, en este artículo queremos mostrar que existieron gobiernos así, y que es importante aprender de esas experiencias, para construir nuestras propias organizaciones obreras, que tomen el poder y nos saquen de la crisis.

La democracia obrera en la Revolución Rusa

La primera y breve experiencia donde los obreros pudieron gobernar fue la de los Canuts (los tejedores) en el Lyon,en 1831 y 1834.

Luego se dio la Comuna de Paris, en 1871, donde los trabajadores sacaron a la burguesía y gobernaron durante 70 días.  Pero, por varias cuestiones, fueron derrotados.

El gran triunfo se dio en octubre de 1917, en Rusia. Las fuerzas armadas del Soviet de Obreros y Soldados de Petrogrado, dirigidas por el partido bolchevique, ocuparon los edificios públicos y sacaron al gobierno burgués, proclamando la constitución de la Republica de los Soviets.

Pero ¿que eran esos soviets?¿De dónde surgieron? Surgieron como organizaciones de lucha obrera, de la misma forma que hoy están surgiendo organizaciones de lucha en todo el país, como la de los trabajadores del Astillero Rio Santiago.

En 1905 se inició una revolución en Rusia, 30 mil obreros en huelga se reunieron en Ivánovo-Vosnesensk, la ciudad textil rusa más importante, y en una Asamblea, votaron un Consejo (Soviet) para que organice y dirija la Huelga. Ese fue el primer Consejo o Soviet que surgió en Rusia. Esa experiencia se dio en Petrogrado, Moscú, Siberia y en muchas provincias, donde los representantes a esos consejos eran elegidos en las fábricas y talleres.

Pero las propias necesidades y la influencia del Partido Socialdemócrata, los llevó a no limitarse a los asuntos de la Huelga y la pelea por las ocho horas, sino que empezaron a cuestionar a la dictadura zarista, exigiendo las libertades políticas, y una Asamblea Constituyente para conseguir la democracia. Entonces empezaron a construir su poder, tomando las imprentas para hacer sus publicaciones, organizando el armamento en los lugares de trabajo, etc.

La falta de experiencia de los trabajadores y de una dirección revolucionaria que comprenda a fondo la importancia y dirija esas organizaciones hacia el poder, los llevó a la derrota.

Pero en 1917, esos mismos trabajadores salieron a la calle, derrocaron al Zar y volvieron a construir soviets, basados en la experiencia de 1905.

Esos Soviets, dirigidos por el partido bolchevique, tomaron el poder y construyeron la más grande democracia obrera que haya existido en la historia.[1]

Las decisiones políticas, económicas y sociales eran tomadas cotidianamente por los trabajadores organizados en los Soviets de todo el país.

Allí, no había sufragio universal. Solamente podían votar los trabajadores activos y los que ya no podían trabajar. No votaban las personas que vivían de ingresos no procedentes del trabajo, es decir, no podían votar los explotadores, los servidores de culto, los empleados y agentes de la antigua policía, etc.

De esa forma, el Gobierno y el Estado pasaron a estar en las manos directas de los obreros y campesinos, que eran la mayoría de la sociedad.

Ni el gobierno de los Kirchner, ni el de Lula, ni el de Chávez y Maduro hicieron nada de eso. Al contrario, siguieron gobernando para la burguesía nacional y el imperialismo.

Por un Gobierno Obrero y Popular

El conjunto de los trabajadores tiene que decidir qué hacemos con el país. Para eso no es solución votar en las próximas elecciones y después volver a nuestras casas a esperar que algún empresario como Cristina o Macri gobierne para nosotros. No lo van a hacer porque gobiernan para los capitalistas que son quienes pagan sus campañas, a cambio de que les garanticen sus ganancias, como quedó claro con los “cuadernos de Centeno”.

Nos dirán que estábamos mejor con Cristina que con Macri. Nosotros no queremos discutir quien nos roba menos, sino que no queremos que nos roben más. Macri nos está hundiendo en la miseria, y Cristina dejó el 80% de las principales empresas del país en manos de multinacionales, mientras hizo fortuna con sus amigos empresarios.

Solamente la democracia de los trabajadores puede sacarnos de la crisis. Porque solamente los trabajadores pueden defender sus intereses hasta el final, contra los intereses de los patrones.

Para eso, los trabajadores tenemos que construir nuestras propias organizaciones de lucha desde cada lugar de trabajo, impulsando Coordinadoras zonales, provinciales y nacionales que organicen las peleas que se están dando en todo el país, como la de los estatales, docentes, estudiantes y trabajadores del Astillero Rio Santiago. Así podremos dar pasos concretos desde abajo hacia una Asamblea Nacional de Trabajadores que centralice la lucha a nivel nacional.

Pero mientras tanto también tenemos que exigirle a los sindicatos que convoquen asambleas y plenarios de delegados con mandato. No podemos seguir enterándonos por televisión o por WhatsApp si convocan o no a alguna medida.

Y también hay que reclamarle a los dirigentes del 21F, a Cachorro Godoy de ATE Nación, a los dirigentes y organizaciones sindicales dirigidas por la izquierda, y a todos los dirigentes sindicales que dicen querer enfrentar el ajuste, que convoquen una Asamblea Nacional de Trabajadores, donde participen delegados con mandato de base, elegidos en asambleas en todos los lugares de trabajo.

Allí podremos debatir y votar un plan obrero y popular para salir de la crisis y que gobierno puede aplicarlo. Para nosotros no puede ser otro que un Gobierno de los Trabajadores y el Pueblo, que esté sometido a la democracia de las Asambleas y Comités de Lucha que se deben organizar en cada fábrica, en cada lugar de trabajo y en cada barrio.

[1]Por razones de espacio no podemos desarrollar, pero luego de la experiencia rusa, después de la segunda guerra mundial, se construyeron Estado Obreros en el Este de Europa, pero no estaban dirigidos por los soviets, sino por la burocracia. En China Mao tomó el poder, lo mismo ocurrió años después en Cuba y en Vietnam. En estos procesos se expropió a la burguesía y se construyeron estados obreros, pero, esos estados no estaban dirigidos por las organizaciones obreras como Soviets o Consejos, sino por Partidos Ejercito que dirigían el Estado desde la cúpula.