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Macri imputado

Mientras profundiza los ataques contra los trabajadores y nos habla de “hacer un esfuerzo”, en el día de su cumpleaños el presidente acaba de regalarle-regalarse  más de 70 mil millones de pesos a  las empresas de su propio padre, condonando la deuda acumulada en la fraudulenta privatización del Correo Argentino en la época menemista. Un escándalo sin precedentes que ha profundizado la crisis política al interior del propio gobierno y sacudido a toda la oposición.

El fiscal imputó al presidente, al ministro de Comunicaciones Oscar Aguad y al director de Asuntos Jurídicos de ese ministerio Juan Manuel Mocoroa. El fiscal pidió ante el juez federal Ariel Lijo “iniciar una investigación criminal tendiente a corroborar la existencia de conductas delictivas” en el marco del acuerdo que implica una quita del 98,87 por ciento de la deuda de la empresa del Grupo Macri y da un plazo de pago en cuotas hasta 2033 que representaría una condonación de más de 70 mil millones de pesos.
Luego de una defensa insostenible por parte del jefe de gabinete Marcos Peña, diciendo que “no se trata de un problema político sino de una cuestión técnica y judicial”, la crisis no ha tardado en sacudir todo el arco político.
Dentro del bloque de senadores de Cambiemos fue el radical Julio Cobos quien sostuvo que “estas cosas no pueden estar ajenas a un ministro o hasta al propio Presidente. Creo que la fiscal ha actuado bien diciendo esto no puede ser, esto es abusivo”. Tampoco faltaron los repudios desde el kirchnerismo, el Frente Renovador y el Frente de Izquierda. Han comenzado a llover los pedidos de interpelación y los amparos judiciales por parte de diputados y organizaciones sociales para impedir que este acuerdo se concrete. Acorralado por el escándalo, al cierre de esta edición el Presidente evaluaba dar una conferencia de prensa.

Una historia de corrupción “M”

Como parte de las privatizaciones de los años 90, a fines del menemismo el grupo Macri obtuvo la concesión del Correo Argentino por 30 años, comprometiéndose a pagar un canon de poco más de 100 millones de pesos-dólares debido a la convertibilidad vigente en aquel entonces. Pese a que le regalaron unos 10 mil millones de dólares de aportes patronales sólo pagó un año de lo comprometido. También se había comprometido a no subir las tarifas e hizo todo lo contrario ofreciendo un muy mal servicio a costa de una reducción del 25% de sus empleados, con más de 5000 despidos y el cierre de 100 sucursales sin invertir lo acordado, terminando con un muy turbio pedido de quiebra y la reestatización de la empresa en el año 2003 dejando una deuda millonaria con el Estado que ahora se le quiere perdonar.
Una verdadera estafa del grupo empresarial que integró el propio Presidente hasta el año 2009 a todo el pueblo argentino, dejando sin palabras a aquellos que decían que Macri “no iba a robar porque ya era millonario”. Los negociados suyos y de sus funcionarios que no paran de salir a la luz no tienen nada de distinto a los de la era kirchnerista, que ahora denuncian el acuerdo pero fueron cómplices durante 12 años sin hacer nada para desbaratar esta estafa.

Hay que embargar todas las empresas del grupo Macri

No alcanza con pronunciarse contra el acuerdo. Hay que embargar todos los bienes del grupo Macri para que pague su deuda e investigar todos los negociados que esta corporación viene manteniendo con el Estado, incluyendo al propio presidente de la Nación, desde la Dictadura Militar a esta parte bajo la complicidad de todos los gobiernos que lo siguieron. También hay que exigir la renuncia del ministro Aguad por firmar este acuerdo escandaloso.
A su vez, los trabajadores y sus organizaciones gremiales, empezando por los del actual Correo Argentino, deben exigir la inmediata separación de Jorge Irigoin al frente de este servicio estatal y encarcelarlo. Es inadmisible que Macri haya colocado al frente al mismo personaje que llevó a la quiebra a la empresa como titular de SOCMA cuando el correo fue privatizado. Hay que echarlo y poner el servicio postal a funcionar bajo control de sus propios trabajadores.