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Massa: renovar las caras para que sigan ajustando con más mano dura

Massa intenta pelear el segundo puesto cada vez más armado con una batería de propuestas que pueden sonar simpáticas a más de algún distraído. Critica el Impuesto a las Ganancias y el IVA, promete el 82% móvil para los jubilados, entre otras. Sin embargo es conveniente recordar que el actual Intendente de Tigre es uno de los grandes promotores del negocio inmobiliario en las costas de nuestros ríos, negocios que terminan causando las inundaciones de miles de hogares de trabajadores.
Con bombos y platillos anunció una propuesta educativa que no sólo no propone revertir el desentendimiento del Estado respecto de la educación pública, sino que se basa en atacar a los docentes: pone eje en la evaluación de los mismos, propone instalar la figura del presentismo, figura que este gobierno intentó instalar sin éxito ya varias veces y dar premios o castigos de acuerdo con el cumplimiento de los objetivos previstos. Desde el planteo de este candidato el gran problema de la educación pública no es la falta de presupuesto, ni las reformas educativas que saquean el conocimiento, sino que el problema son los docentes. Entonces la solución es disciplinarlos y manejar la educación pública como si fuese una empresa privada.
La salud no parece ser una prioridad en el discurso de Massa, como sí lo es la inseguridad. Es claro que la inseguridad es una preocupación de gran cantidad de trabajadores y trabajadoras, pero en vez de solucionar los problemas de pobreza y marginalidad. Massa propone más mano dura y leyes con penalidades más altas, como si eso pudiese ser una salida. En verdad, a lo único que lleva esta propuesta es a más represión para los pibes pobres y más impunidad para los ladrones de guante blanco que pueblan el Congreso y los Ministerios.
En su propia Intendencia, Massa favorece la especulación inmobiliaria en materia de vivienda mientras propone créditos con cuotas impagables para el bolsillo del trabajador. Lo cual no soluciona el problema habitacional de la mayoría de la población pues la mitad de los trabajadores del país cobran un sueldo menor.