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NI FMI, NI G20 NI TRUMP

Falta un mes para la Cumbre del G.20. Se reunirán en Buenos Aires los presidentes de los países imperialistas, encabezados por Donald Trump, para discutir entre ellos y China cómo imponen sus planes de saqueo y explotación a los demás pueblos del mundo.

Macri quería recibirlos en un  país ordenado. Mostrar que mantenía Argentina obediente a las órdenes de los poderosos. Como un paraíso para las inversiones de las grandes multinacionales, abierto a los negocios, con sus riquezas naturales a disposición del mundo, aunque su propio pueblo pase hambre.

Pero la realidad es diferente. Lo recibe un país que no acepta la miseria que quieren imponerle, que repudia al FMI y todo lo que significa. Que rechaza un Presupuesto elaborado  en Nueva York. Que pelea por su educación y salud públicas. Que lucha como nunca por los derechos de las mujeres, contra la Iglesia y contra el poder económico. Un pueblo que no olvida Malvinas.

El G20 se realizará en un mes cruzado por la pelea contra ese presupuesto, con una huelga general de 36 horas marcada por la CGT. Es necesario vincular esas peleas al rechazo al G.20, como una sola lucha.

La batalla de Buenos Aires

La ciudad estará ocupada. Se calculan 30.000 efectivos de las fuerzas de seguridad en un operativo montado y dirigido por los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel, con el Río de la Plata (a cuya vera se realizará la Cumbre) bajo control de fuerzas especiales extranjeras.

Habrá un triple anillo de seguridad, que separará la reunión de la inmensa mayoría de los argentinos. De un lado de las vallas, los piratas de mundo, rodeados por una corte de lacayos como Macri  y sus funcionarios, junto a los representantes de un régimen que acepta la colonización del país, y que incluye gran parte de la oposición política, e incluso de los dirigentes sindicales traidores.

Del otro lado de las vallas, la inmensa mayoría de los trabajadores y el pueblo argentino, mirando con bronca la Cumbre de la traición y la entrega.

Es como si 200 años atrás, cuando las Invasiones Inglesas, el gobierno argentino recibía con honores a los invasores. Ahora no vienen con soldados (aunque sus soldados están en Malvinas), sino con sus planes económicos, políticos  y militares. Pero con los mismos objetivos colonizadores. Y como en las invasiones inglesas, tenemos que enfrentarlos. A los colonizadores, y a los nuevos aspirantes a Virreyes, desde Macri hasta la oposición de los partidos patronales (kirchnerismo o peronismo tradicional), que nunca rompieron con el FMI y fueron parte del G20 desde su surgimiento.

Hacerles sentir la bronca

Tienen que sentir que la nueva colonización no pasará, que la vamos a enfrentar, y que como en las Invasiones inglesas y la Revolución de Mayo, este pueblo pelea por su independencia, por su soberanía, y por las condiciones de vida de todos los trabajadores y sus familias. Con todo lo que tiene a mano, con rabia y odio, para rechazarlos.

Ya se está preparando una gran movilización para el 30 de noviembre, día de inicio de la Cumbre. Nuevamente, la represión estatal apuntará contra su pueblo, y no contra los invasores. Hay que mostrarle la fuerza obrera y popular. El paro general que la CGT prepara, tiene que repetirse en la fecha de la Cumbre.

Si Macri decretó feriado en la ciudad para recibir tranquilo a los ilustres visitantes, la clase obrera debe decretar paro en todo el país para repudiarlos.

Si viene Trump, paramos. Si viene el Fondo, paramos y nos movilizamos. Si vienen los piratas ingleses, junto a sus socios internacionales, como hace 200 años, los tenemos que echar otra vez.

Organizate junto al PSTU, a la Confluencia contra el FMI y el G.20 de la que somos parte junto a decenas de organizaciones gremiales, sociales, políticas y de derechos humanos, para enfrentarlos.