other

¿Por qué luchar contra el FMI?

Por Érica, UNLAM

El FMI (Fondo Monetario Internacional) es como un banco que presta plata. Argentina es socio desde hace décadas. Está controlado por los países más poderosos, y como todos los bancos, cobra tasas usurarias y obliga a ajustar para seguir pagando.

Así, nos tienen presos de por vida y nos chupan la sangre a través de la Deuda Externa, que pagamos una y otra vez, porque los intereses son tremendos. Macri anunció un acuerdo con el FMI por 50 mil millones de dólares en los próximos años. Siempre y cuando el gobierno cumpla con sus exigencias: recorte y privatización de nuestra educación pública, salud y gastos sociales, subida del dólar, reducción de obras públicas, mayores tarifazos, aplicación de las reformas laboral y previsional.

Son el FMI y el Banco Mundial los que pretenden hacer de la educación un negocio. Ellos dictan las reformas educativas. Aplican quitas de contenidos que se envían a posgrados pagos, quitan subsidios y fomentan el autofinanciamiento, flexibilizan docentes e imponen pasantías que implican trabajo gratuito.

Los que “caímos” en la educación pública sabemos perfectamente qué falta en nuestros establecimientos, con cuánta plata o vianda vamos a nuestros lugares de estudio. Esperamos el saldo del boleto estudiantil cada mes con ansias porque nuestros sueldos no alcanzan. Peor aún los estudiantes o familias que no tienen un empleo estable. Sabemos el día a día de nuestros docentes que hacen todo lo posible para que sus alumnos puedan seguir en las escuelas. Y eso lo sufrimos con la muerte de Sandra y Rubén. Las consecuencias del acuerdo con el FMI ya se sienten y se sufren, y seguirá empeorando. No podemos permitir más ajuste, más hambre y miseria, mientras unos pocos se llenan de dólares a costa de nuestro dolor.

Basta de «bancar» y esperar al gobierno de Macri, a que las cosas mejoren y pase la «tormenta». Porque dicha tormenta no va a parar, y quienes pagamos somos los laburantes, quienes ponemos el cuerpo día a día somos nosotros. Tenemos que ser consecuentes, uniendo los conflictos por salario y defensa del empleo, con la pelea por los derechos de las mujeres y en defensa de la educación pública, para eso se hace necesario el dejar de pagar la deuda externa y romper con el FMI y el G-20. En cada asamblea debemos pronunciarnos al respecto. Plata para educación y trabajo, No para el FMI.