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Por un plan de lucha en serio

La situación crítica que vive la educación pública es parte del plan de ajuste y saqueo que enfrentamos hace años y que Macri junto al FMI profundizan.

Despidos, suspensiones, cierre de fábricas y vaciamiento de las patronales, tarifazos, robo a los jubilados e inflación son parte de este brutal ataque que padecen las familias trabajadoras. Porque la riqueza que generamos los trabajadores se la llevan con la timba financiera y con la deuda externa nos quieren seguir robando por generaciones ya que los dólares que ingresan siempre terminan en los bolsillos de los parásitos especuladores que se la llevan afuera.

Lejos de fortalecerse, el gobierno va ganando el repudio generalizado y la bronca crece a pasos agigantados. Tal es así, que vimos como tuvo que retroceder con el intento de cierre de escuelas nocturnas en CABA a partir de la organización de los docentes, estudiantes y sobre todo la comunidad, las familias de los barrios que se organizaban para denunciar este intento de destrucción de la escuela pública y realizaron acciones callejeras y escraches a funcionarios políticos que permitieron visibilizar la lucha y hacer que el gobierno derogue la resolución del cierre.

Luego de tres días de un contundente paro docente en Buenos Aires en el marco de un conflicto educativo nacional y sin siquiera la convocatoria del gobierno a paritaria, el FUDB le da una semana de tregua a Vidal y le regala el no inicio con la implicancia que tiene eso. Los dirigentes, como en una película repetida, nos llevan al mismo escenario del año pasado con la estrategia del desgaste de los paros aislados sin continuidad y con los chicos en las aulas como pidió Vidal. O aceptado la ilegal conciliación obligatoria del gobierno cuando se producía el crimen social de Sandra y Rubén o organizando la pelea por sector (EOE, BAO, Ed.Fìsica, sumarios, etc.) sin unificar a todos en la misma lucha.

De lo que se trata es de salir a derrotar el plan de guerra social del gobierno, de derrotarlo en las calles, uniendo todas las peleas, con las compañeras a la cabeza del reclamo e imponiendo la huelga general a los traidores de la CGT. Los dirigentes deben dejar de mirar junto a qué lista patronal se acomodan en las elecciones y encarar un verdadero plan de lucha debatido en la base y con continuidad.

Desde cada escuela debemos organizar la lucha junto a la comunidad como lo hicieron en CABA contra el cierre de las nocturnas y unificar las peleas de los barrios por escuelas y hospitales dignos, contra los tarifazos y despidos, por aumento general de salarios.