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PRESUPUESTO 2019: MÁS POBREZA Y MISERIA

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó al Congreso el proyecto de Presupuesto 2019 proyectando un Déficit “cero” (ingresos del Estado iguales a los recursos) para cumplir con el control del FMI. Los acuerdos previos con la oposición patronal y gobernadores hacen prever alguna leve modificación aunque se recortarán fondos a la seguridad social, la obra pública, la reducción del Estado con miles de despidos y rebaja de salarios. Un colosal ajuste que no tiene otro destino que garantizar el pago de miles de millones de dólares de la Deuda Pública y sus intereses.  

Algunas justificaciones del ministro Macrista son dignas de caradurismo e hipocresía: “aprobar este presupuesto sería enviar una señal a los mercados (es decir, a los capitalistas y especuladores financieros)”; “La economía argentina tendríaen 2018 una caída del nivel de actividad del 2,4 %, mientras que en 2019 sería del 0,5%. La inflación a diciembre sería del 42 % y para el mismo mes del próximo año quedaría en 23%”. Con esta dudosa proyección el gobierno de Macri terminaría su mandato  con mayor pobreza y recesión y una economía 1,9% más chica que cuando asumió en 2015.

“Converger hacia el equilibrio fiscal es uno de los objetivos centrales de la política económica”, afirma Dujovne, para defender este Presupuesto 2019, que se basaría en un Déficit Cero, pero en los gastos primarios, es decir: recorte a la obra pública, seguridad social (jubilaciones, pensiones y planes como la AUH), la quita de subsidios, el ajuste sobre empresas públicas, educación, salud y transferencia de gastos a las provincias, como la tarifa social. Complementariamente se accedería a la suspensión de rebajas en algunos impuestos y seguir con retenciones pero con ingresos colosales por las exportaciones que lo compensan sobradamente.

Pero no es casual que el ministro no incluya en esa cuenta los pagos que deberán hacerse por los  millonarios intereses de la Deuda Pública (ver nota aparte), ya que es el acuerdo con el FMI y sus fondos y la enorme quita de recursos a los trabajadores y el pueblo son para garantizar el cobro a los acreedores y especuladores externos e internos.

LOS NUMEROS DEL AJUSTE

 PRODUCTO BRUTO INTERNO (PBI): (el total de lo que producimos) Se proyecta una caída del 0,5%

SUBSIDIOS: se reducen en un 7% del PBI. Los del Transporte un 18% y se los transfiere a las provincias con fuertes aumentos. Los de la Energía se reducirían un 1,6%, por lo que las tarifas seguirán subiendo más que la inflación. En enero 2019 ya se preve un 30% de aumento en luz y gas.

CONSUMO PRIVADO: caería un 1,6%, es decir, con salarios devaluados y mayor desocupación menores gastos de los trabajadores para satisfacer necesidades afectando a pequeñas y medianas empresas.

CONSUMO PÚBLICO: Lo que gasta el Estado se reduciría en un 3,4%. Se reducirá el déficit operativo de las empresas públicas. Menos obras, se echan trabajadores y suspenden contrataciones, no se cubren vacantes por retiros voluntarios o jubilaciones.

PARTIDAS NACIONALES: hipócritamente, luego de los despidos en el Estado que continúan, para las jubilaciones, salud, universidades y Ciencia y Técnica se proyectan aumentos según la inflación. Pero no aclara si se recupera la diferencia entre el 15% de inflación proyectada y la estimada del 42% de este año, o se si se referirá al 23% de inflación el 2019. Por ejemplo se proyecta una eliminación del Incentivo Docente y el uso del Fondo de Reserva del ANSES para el pago de la seguridad social afectando el futuro de millones de jubilados y pensionados.

INVERSION: se prevé una caída del 9,7%. Menos hospitales y escuelas y menor mantenimiento de lo existente. Freno a construcciones de viviendas e infraestructura en general.

INGRESOS TRIBUTARIOS: se proyecta un 39,5 % más de recaudación, un aumento de ingresos por IVA del 31% y en Seguridad Social. Algo sin  sustento, ya que el mayor ingreso sería por la alta inflación del 2018 y la del 2019. Proyecta un 20% más de exportaciones, algo dudoso visto la crisis económica internacional con los precios de los commodities (materias primas) en baja. Por otra parte más trabajadores pagarán Impuesto a las Ganancias y no habrá excepciones en el recibo de sueldo.