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“¿Qué más quieren, que además de pagar el asado, venga con putas? Voy a ser candidato a gobernador, no fiestero”

Así, se expresa en un spot publicitario el candidato a gobernador del PRO por Santa Fe Miguel Del Sel, en supuesto tono “humorístico”, que poco tiene de gracioso al referirse de esa manera a las mujeres.

En su intento de ser “popular”, y generar empatía con la gente, Miguel Del Sel no hace más que demostrar lo que verdaderamente es: un misógino. Ya en sus años sobre los escenarios, sus personajes eran, por lo menos, cuestionables. Hoy, candidato político, la situación se agrava, porque desde su lugar, estos dichos son aun más repudiables.

En Argentina, muere una mujer cada 30 horas por femicidio. Cientos de mujeres mueren por abortos mal practicados en la clandestinidad. Miles de ellas, son maltratadas, abusadas, y violentadas de diferentes maneras por sus parejas o algún miembro de su propia familia. Crecen cada vez más las cifras de embarazos adolescentes, con escasa o nula inversión en educación sexual, distribución gratuita de anticonceptivos, y además la negación a la ley de aborto, legal, seguro y gratuito para evitar más muertes.

Teniendo en cuenta este contexto social, ¿qué podemos esperar entonces de este candidato? Luego trató de reubicarse, diciendo “No tengo problemas en pedir disculpas a las mujeres que se sintieron ofendidas. Pero soy así, boca sucia, boca suelta”1. Queriendo vendernos su mejor comedia de “muchacho humilde”, no hace más que corroborar su posición misógina, reproduciendo el modelo machista contra el que tanto luchamos cotidianamente. ¿Acaso será él quien promueva nuestros derechos, nuestras mejoras de vida e inclusión verdadera? ¿Será él quien va a cuidar de nuestras hijas, hermanas, madres o vecinas de la violencia sexual o del flagelo de la trata?

No nos dejemos engañar. Tanto Miguel Del Sel, como el partido que lo convoca, el PRO de Macri y el resto de los partidos patronales, representan los intereses de una minoría, que se beneficia a costa de la explotación de la clase obrera, en ella incluidas las mujeres trabajadoras. Nunca van a darnos más que sus limosnas “democráticas”, a lo sumo cada tanto algún mínimo avance.

Ellos usan el machismo para dividirnos, para favorecer la dominación y sometimiento de ambos sexos. La verdadera liberación está en nuestras manos. Entonces, unámonos frente a estos políticos corruptos que estamos hartos de ver. Organicémonos, hombres y mujeres a la par, contra este sistema opresor y explotador.

Notas:
1 Citas de Miguel Del Sel, lanacion.com, 20/03/2015