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“Renegociar la deuda”, prolongar la agonía

Hoy ya nadie oculta que lo que se viene será peor que lo que hemos vivido hasta ahora. Macri y su gobierno, en medio de una profunda crisis capitalista, ha endeudado al país por más de 180 mil millones de dólares en estos pocos años y en los próximos dos hay que pagar 57 mil millones, un fangote de dólares que no tenemos ni tendremos. ¿Quién pagará? Habrá que renegociar, nos dicen.

Pero para reabrir una renegociación el FMI, exigirá un ajuste más brutal que el actual y llevar adelante las medidas “estructurales” que la lucha popular le impidieron llevar adelante y dejaron mal herido al gobierno de Macri: avanzar en la Reforma Previsional, aumentando los años para jubilarse, bajar los haberes jubilatorios y liquidar las jubilaciones de quienes no han aportado, como las amas de casa. Junto con eso la Reforma Laboral y la reducción de impuestos y aportes de los empresarios.

Preparan un “Gran Acuerdo” para enfrentar a los trabajadores

Los trabajadores venimos luchando contra el ajuste. La preocupación de los banqueros y grandes empresarios es cómo enfrentar esas luchas para hacer pasar todas las medidas anti populares. Cuando desde distintos partidos, dirigentes, organizaciones sindicales, patronales y la propia iglesia con diferentes palabras alientan un Gran Acuerdo Nacional, un Pacto Social, o como dijo Cristina en La Rural un “nuevo Contrato Social”,  están buscando la forma de imponer su plan engañando, confundiendo y enchalecando al movimiento obrero y popular. Por eso buscan un frente tan amplio que le de aire y deje las manos libres al futuro gobierno para negociar para aumentar sus ganancias a costa de la miseria popular.

Pero la masividad del último paro, a pesar de que la CGT y el Frente Sindical de Moyano, la corriente de Palazzo y las CTA hicieron todo lo posible por que fuera bien dominguero, preanuncia que la tarea de los burócratas, la patronal y el probable gobierno de los Fernández no serán fácil. Que los Pactos y acuerdos atacando el nivel de vida de los trabajadores, lejos de augurar la “paz social” preanuncian nuevos y más duros enfrentamientos. Debemos organizarnos para esa pelea.

UNA PROPUESTA DE LOS TRABAJADORES  POR EL NO PAGO DE LA DEUDA

En estas elecciones el FIT levantará una propuesta de independencia política de los trabajadores, de ruptura con el FMI y por el No pago de la deuda.

Por ello, desde el PSTU estamos negociando la integración y llamamos a votar  las listas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

Sin embargo, venimos insistiendo con la necesidad de que este frente exprese claramente un perfil obrero y de lucha para que este sea una alternativa en las elecciones para la vanguardia luchadora que rompe con los partidos patronales.

Por ello, desde hace varios años hemos colaborado con nuestras candidaturas obreras. Sebastían Romero (más conocido como el hombre del mortero) de General Motors, al igual que Germán Tonero,  fueron parte de las listas del FIT, como así también compañeros dirigentes de la alimenticia FelFort, entre otros.

Hoy nuevamente estamos proponiendo que quienes encabezaron las últimas luchas contra el ajuste de Macri, el ataque a los jubilados, los despidos y suspensiones, quienes han enfrentado a la podrida burocracia sindical, sean los que encabecen las listas del Frente, sin desmerecer por supuesto a grandes compañeros que siempre han estado apoyando cada lucha.

Y por otra parte,  vemos la necesidad de que otras fuerzas que reivindican la independencia de la clase trabajadora del estado y de cualquier partido patronal, se integren al Frente para fortalecerlo y llevarlo hacia los trabajadores y trabajadoras más explotados, los y las más humildes, los desocupados, y desocupadas, los que luchan contra todo tipo de opresión, la violencia machista. La condición fundamental es la independencia de clase,  la lucha contra el ajuste y la ruptura con el FMI.

Nunca fue la trampa de las PASO,  un mecanismo válido para los que se dicen revolucionarios. No podemos usar la lógica de los partidos patronales, porque nuestras candidaturas son en primer lugar una palanca para fortalecer las luchas de los obreros, de los más explotados y oprimidos. Por eso siempre propusimos que las candidaturas deben ser elegidas o ratificadas en asambleas de trabajadores y no tan solo por acuerdo de las conducciones de los partidos que tienen la legalidad.

En ese sentido, creemos que en esta campaña  los perseguidos del 18D deben tener una ubicación especial, porque son los representantes de la lucha emblemática contra el gobierno de Macri, que si bien no logró impedir que se vote la reforma previsional, sí frenó el avance de la reforma laboral antiobrera.   

Por ello, Daniel Ruiz,  obrero y dirigente petrolero de comodoro Rivadavia, preso sin condena desde hace casi 9 meses por enfrentar el saqueo al bolsillo de los jubilados,  será candidato a diputado nacional por Chubut. Del mismo modo, proponemos a Arakaki y Dimas Ponce,  procesados en el mismo caso que Daniel para que encabecen las listas del FIT, junto a otros dirigentes obreros como el “Pollo” Sobrero, de la UF, a Crespo del SUTNA, Godoy de los ceramistas, a compañeros despedidos de AGR, etc.

Por otra parte, la inclusión de estos compañeros estaría ayudando a la campaña por su libertad , el desprocesamiento de todos los compañeros y el fin de la persecución a Sebastián Romero y los demás luchadores.

Es una oportunidad para que la propuesta electoral se fortalezca asumiendo una posición unificada en una campaña para empezar a frenar la judicialización de las luchas obreras y populares y que plante una bandera en cómo deben ser los dirigentes que necesitamos para llamar a los trabajadores a continuar la lucha contra el FMI, los ajustes y las leyes regresivas contra el pueblo trabajador.