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RITA SEGATO Y SU DEFENSA DE LA JUSTICIA MACHISTA Y PATRONAL

El caso de la violación en manada de Chubut de principios de junio levantó polvareda dentro de las organizaciones de mujeres, muchas de las cuales se referencian en la feminista Rita Segato, como también fue un escándalo en la opinión pública. Desde esta nota queremos debatir con las variadas opiniones de Segato, quien condena en sus escritos a la justicia machista y de clase, pero la defiende en la práctica.

Una violación en manada no es “desahogo sexual”

El caso de la manada de Chubut sucedió 8 años atrás contra una menor de 16 años, quien recién hoy pudo atreverse a denunciar, a causa de las amenazas de los violadores, hijos del poder local y por las cuales la mujer tuvo que irse de la ciudad. Siete años después, y gracias al impulso y contención del colectivo de mujeres, sale a la luz el caso. De los 6 integrantes de la manada, solo 3 serían juzgados ya que dos eran menores al momento del hecho y uno se declaró “arrepentido”. 

La polémica se abre cuando el fiscal Fernando Rivarola, quien llevó adelante la acusación, utilizó en la misma la figura legal de “desahogo sexual” para solicitar un juicio abreviado que hubiera condenado a los acusados a solo 3 años de prisión en suspenso, y puestos en libertad inmediatamente. La presión y movilización popular lograron que el juez que actúa en la causa desestimara este pedido, alegando “como juez, no puedo aceptar que, por acuerdo extrajudicial de partes, se me diga lo que puedo o no decir en el marco de una sentencia… no puedo tolerar que, cuanto menos en el marco de mi competencia, exista una Justicia que tenga resultados diferentes, dependiendo del poder adquisitivo de los imputados, lo que, de por sí solo, resultaría repugnante”(1). El acuerdo “reparatorio” (económico) al que se refiere es la aceptación de la víctima respecto al abreviado, visto como la “posibilidad de darle un cierre definitivo a este hecho para poder seguir viviendo”(2). Un acuerdo que solo pueden plantear quienes tienen poder y dinero, como estos pibes y una aceptación “voluntaria” de la víctima, que el juez entiende como “condicionada” justamente por la desigualdad económica entre ella y sus violadores.

No hay “errores” en esta Justicia machista y patronal

Ante los dichos de Rivarola explotaron las redes sociales, los medios de comunicación y figuras como Segato estuvieron en el centro del debate. Correctamente, Segato se escandaliza ante esta figura de desahogo sexual, que ella misma considera en desuso gracias a algunos avances que han ido modificando en parte la mirada de la Justicia sobre los delitos contra las mujeres. Pero luego, en una entrevista que solicita en el programa de radio “Pasaron Cosas”, se desdice ¡y pide disculpas al fiscal! Segato asegura que hubo un “linchamiento sumario sin motivos”, que se había dejado llevar por “rumores” y que el fiscal había actuado bien, ya que usó la expresión de manera acusatoria para pedir una pena más elevada. Vaya contradicción, ya que la pena solicitada dejaba inmediatamente en libertad a los violadores, ¡cuando en verdad al menos les corresponde de 8 a 20 años de prisión!

Entre otros dichos, también afirma que muchas veces la justicia “comete errores fatales” dejando en libertad femicidas y violadores, que apenas salen siguen atentando contra las mujeres. 

Quien es considerada una referente intelectual del movimiento de mujeres, hoy define como “errores” el accionar de una Justicia machista y clasista, que en general no se pone del lado de las víctimas, sino que funciona en base a intereses políticos y económicos, que persigue y encarcela luchadores y trabajadores como Sebastián Romero pero que deja en libertad genocidas, femicidas y violadores de mujeres de los sectores populares. 

Mucho ruido y pocas nueces: el Estado maternal invisible

Esta concepción es parte de su defensa de un Gobierno al cual hoy apoya fervorosamente y de los mecanismos de su Justicia, sin cuestionar nada de fondo para modificarla. Puro retoque cosmético.  

Coherente con esto, Segato afirma la existencia de un nuevo estado de la mano de Alberto Fernández, un “Estado materno”, que gestiona, cuida y protege a todes ante la pandemia del Covid

Lamentablemente debemos afirmar que poco ha tenido este gobierno de cuidados con esas mujeres que se ven obligadas a recurrir a un aborto clandestino (que hoy no es prioridad en la agenda del Gobierno), que viven hacinadas en sus humildes barrios o deben ir a trabajar la fábrica sin las protecciones necesarias frente al Covid 19, o hacen largas filas para tener una bolsa de mercadería miserable. Las compañeras que creen en Fernández y que siguen a Rita Segato, con quienes hemos compartido tanta lucha por los derechos femeninos, ¿qué opinan de esto? ¿Están conformes con el “barbijo rojo” como política casi única contra la violencia machista? 

Elogiando a la ministra Gómez Alcorta, Segato vuelve a ponerse del lado de un Estado que abandona a estas mujeres. 

Tampoco las direcciones feministas como el “Ni una menos” están al frente de la defensa de los derechos de estas mujeres, porque su confianza en este Gobierno las lleva a no hacerle ninguna exigencia. Así, entregan atadas de pies y manos a las mujeres a las que nadie defiende, las pobres, las trabajadoras, las de cada barrio donde la desidia estatal las deja libradas a una realidad que las mata. El ultimo 3J, que pasó sin pena ni gloria, corrobora lo que afirmamos. 

(1)https://www.cadena3.com/noticia/sociedad/no-habra-juicio-abreviado-por-violacion-en-manada-en-chubut_262451

(2)https://www.pagina12.com.ar/271124-violacion-en-manada-audiencia-en-chubut-del-juicio-abreviado