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A un siglo de la mayor hazaña obrera

En este 2017 se cumple el centenario de la revolución rusa; la que empezó como un levantamiento contra el hambre y la guerra que acabó con la monarquía zarista y finalizó echando a los representantes de una patronal incapaz de resolver los problemas de la sociedad, y llevando por primera vez en la historia a las masas explotadas y oprimidas al poder.
Y desde Avanzada Socialista iremos presentando una serie de artículos relacionados con los acontecimientos de esa gran revolución, extendidos a lo largo del año.

Rescatar la historia

Secuestrada por la tiranía usurpadora de Stalin y sus sucesores, tergiversada por el imperialismo cuando esa camarilla fue barrida por las masas tras restituir el capitalismo; la historia de la revolución rusa ha querido ser borrada de la memoria colectiva.
Así, se quiso empujar al olvido los logros de la clase obrera en el poder: la salida del hambre con la expropiación y planificación de la economía, el avance en la ciencia y el arte, la organización de fuerzas armadas que derrotaron la invasión imperialista, y demás; todo bajo el gobierno de los consejos de obreros, soldados y campesinos: los soviets, en los que reinaba la mayor democracia.

Una respuesta a las tareas del presente

Pero recordar 1917 no se trata de un simple acto de conmemoración. Y no solo por haber demostrado que la clase obrera puede y debe dirigir la sociedad; sino porque los males que esa primera república obrera comenzó a resolver aún hoy nos aquejan: la crisis económica, el saqueo y la opresión a naciones colonizadas, la opresión de la mujer, empezaron a encontrar su solución con las medidas prácticas que tomó el poder obrero.
Y, sobre todo, por señalar la necesidad ineludible de que los trabajadores y el pueblo tengan una dirección política a la altura de sus tareas históricas, como lo fue el partido bolchevique: un partido hecho para la lucha revolucionaria nacional e internacional, guiado por el estudio de la realidad en base a la teoría marxista. Un partido salido de las luchas cotidianas de la clase obrera, constituido por trabajadores que no buscaban cargos ni privilegios, sino simplemente ajustar cuentas con quienes los oprimieron y explotaron a lo largo de generaciones.

Proyectando el legado hacia el futuro

De ese modo, en medio de una crisis económica que no parece tener salida, frente al avance de lacras ideológicas como la xenofobia, gobernados por impresentables como Trump, Temer o Macri; el ejemplo de 1917 cobra toda la vigencia, siendo una revolución que barrió tanto la tiranía del Zar, luego la farsa descarada del gobierno “progresista” patronal, y con la toma del poder por los obreros salvó al pueblo de la catástrofe a la que Rusia se dirigía.
Por eso es que invitamos a quienes nos leen, a seguir esta serie de artículos en los próximos números de Avanzada Socialista, para conocer a fondo los acontecimientos y las lecciones de los hechos revolucionarios de 1917, ayudándonos a mantener vivo este legado en el siglo XXI.