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“Una brisa fresca y esperanzadora”

Corría el año 1979, no hace falta en nuestro país recordar la situación que vivíamos en el Cono Sur. Sin embargo, en ese año, y contradictoriamente, empezamos a sentir una brisa fresca y esperanzadora cuando el “volcán centroamericano” llegaba a su máxima expresión.
En un principio difundíamos esas luchas, pero luego, nos dedicamos a proponer a distintos compañeros, en especial a los centroamericanos, reclutarse para la Brigada Simón Bolívar (BSB).
Muchos de los inmigrantes eran de raza negra, es así como si veíamos uno sigilosamente entablábamos diálogo con ellos y les hablábamos de esa Revolución en curso y les contábamos de la formación y las tareas de nuestra brigada.
Hay una anécdota muy simpática que recuerdo de esa época, yo militaba en Córdoba Capital y Doña Inés, la mamá de unos compañeros, nos prestaba su casa para reuniones clandestinas. Obviamente, para justificar nuestra presencia teníamos la precaución de inventar un “minuto” (una coartada) para explicar de dónde nos conocíamos, por qué visitábamos la casa, Etc. y habíamos inventado un parentesco más o menos lejano. Cuando empezamos a trabajar para formar la BSB habíamos encontrado unos haitianos interesados y los llevamos a esa casa. Doña Inés nos decía: “Con semejante altura y el color de su piel ¿qué vecino o militar me va a creer que son mis parientes?” Era una bella mujer que no solo nos prestaba la casa, con el riesgo que eso significaba, sino que nos retaba siempre en forma chistosa.

¡Cuánto orgullo teníamos!

Siempre sentí que los compañeros con los que militaba en Córdoba y yo estábamos muy orgullosos de esa gran tarea internacionalista proletaria. Hoy tengo el mismo sentimiento, pero pasaron décadas y mucha agua corrió bajo el puente… Fue así que mientras comenzaba a escribir esta nota pregunté a compañeros militantes de esa época de distintos lugares mediante un mensajito ¿Qué fue para vos la BSB? y fíjense las respuestas:

José “el cordobés”: “La BSB fue una política de nuestra Cte. de entonces de participación en la revolución nicaragüense. Fue importante porque el P mostró, en la práctica, el internacionalismo proletario. Creo que sirvió para construir la corriente internacional diferenciándonos de otras, meramente propagandísticas”
Fede: “La BSB fue la confirmación de que estábamos en un Partido Revolucionario: y que tantos nuestros dirigentes Nora y Miguel y los voluntarios estaban al pie del cañón”
Coco: “recordaba que la consigna del Partido era: ¡por cada tiro un sindicato nuevo!!!” (en alusión a nuestro debate con la guerrilla y con el FSLN)

Es evidente que a todos los que les pregunté les “brota” el mismo orgullo.