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UNA MADRUGADA DOLOROSA

El 20 de Mayo del 2019, 5 amigos habían salido a dar una vuelta por la plaza y a rapear como lo hacían a menudo, pero cuando volvian esa madrugada, la policía los empezó a seguir y el auto donde venían termino impactando contra un camión estacionado y partiéndose en dos, Camila López (13 años), Gonzalo Domínguez (14 años), Danilo Sansone (13 años) y Carlos Suarez (22 años) murieron y Rocío Quagliarello (13 años) fue la única sobreviviente.
Otra vez la sangre joven derramada en manos de la maldita policía.

Lo primero que la policía dijo fue que lo que había pasado con los chicos fue un «accidente automovilístico».
Con el pasar de los días y por pericias se fue descubriendo la verdad que querían ocultar los uniformados.
El testigo Rodrigo Macías, fue uno de los que no permitió que las fuerzas armadas pudieran seguir con esta farsa, hablando y contando todo lo que vió. Hay un vídeo donde se muestra un patrullero persiguiendo a los jóvenes con un oficial con la mitad de su cuerpo fuera del auto, los familiares afirman que fue el momento donde empezaron los disparos.
La bala de 9mm en el cuerpo de una de las víctimas y los casquillos esparcidos por toda la escena fueron los que determinaron que las policía había tirado.

Cuando la escena empieza hablar, las fuerzas represivas buscan como siempre la justificación de su accionar.
La intendenta Sandra Mayol, conocía o fue parte de las acciones corporativas de encubrimiento que se desplegaron para ocultar la responsabilidad policial en el hecho.
El estado y la gobernación también encubrieron el accionar de la policía bonaerense. Sin olvidarnos de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich la cual en lo que estuvo en su cargo, se mancho las manos de sangre pobre, joven y mapuche.

Hoy a 1 año de la masacre de San Miguel del Monte hay 23 imputados, entre efectivos de la comisaría local, peritos de Policía Científica y el ex secretario de Seguridad de esa localidad bonaerense.

En la causa los ex policías Rubén Alberto García, Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibáñez están procesados con prisión preventiva por «homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de arma de fuego consumado y en tentativa».

El gatillo fácil y el abuso policial es moneda corriente para la juventud y la clase trabajadora, ese poder que siente tener la policía por sobre nosotros, que nos viola, nos golpea, nos detiene, nos tortura y nos asesina, sin ningún tipo de remordimiento y con total impunidad.

Hoy, las cosas no cambiaron mucho, las fuerzas represivas están a cargo de un nuevo ministro de seguridad, el ex militar Sergio Berni.
Y su policía es la que hoy «nos cuida» en medio de una pandemia, la que golpea a compañeras en San Julián (Sta. Cruz) , la que reprime a los trabajadores del frigorífico Penta (Quilmes), la que nos golpea por ir a buscar la comida a una olla popular.

Los jóvenes junto a los trabajadores debemos tomar en nuestras manos la defensa de nuestras vidas, conformando comités o comisiones barriales de autodefensa para hacerle frente a los abusos policiales.

¡Justicia y castigo a todos los responsables!
¡Basta de gatillo fácil!
¡Fuera la policía de nuestros barrios!

La lucha para desmantelar el aparato represivo y genocida, es una tarea urgente.

 

20 de Mayo de 2020.-