Hace unos días la universidad de la matanza publico una nueva resolución 320/21, donde otra vez son mas dudas e incertidumbre que certezas para les estudiantes. Dicha resolución sostiene lo siguiente: si bien el segundo cuatrimestre comenzara de forma virtual, a partir del 6 de septiembre volvería la presencialidad en “aquellas materias que determinen los Departamentos Académicos.” Dejando a cargo al equipo docente de la asignación de horarios y días, con un foro del 25%. Además, debemos firmar una declaración jurada ni bien arranque el cuatrimestre, sin mencionar el contenido de esta. Raro, ¿no? Las materias que permanezcan de forma virtual, al menos un parcial debe ser presencial.
Pero nada dice sobre cómo van a garantizar esa metodología en medio de la situación sanitaria actual, donde la variante Delta se aproxima aun más. Con un plan de vacunación que va tomando color pero que aún resulta insuficiente, 25 millones de personas recibieron al menos la primera dosis y solo al menos 7 millones tienen las 2 dosis. En Capital Federal, Larreta ha retomado la presencialidad en las escuelas y anunció un plan por etapas para volver a la normalidad. El Frente de Todos cuestiona esto, pero también habilita la presencialidad en la provincia de Buenos Aires. La campaña electoral comenzó hace rato, hoy lo estamos viendo con el intento de apertura de la presencialidad en la UNLaM, “estamos volviendo” como dicen desde el Gobierno. Dicho sea de paso, el establecimiento esta siendo utilizado como centro vacunatorio, lo que dificultaría también la continuidad de las clases. Ni hablar de las aulas, pequeñas y con muy poca ventilación, las burbujas son inviables ya que se cursan distintas materias en distintos horarios.
Otro problema a la hora de pensar la presencialidad es el uso del transporte público y pésimo servicio que brindan, donde la gran mayoría del estudiantado tiene dos colectivos/tren que tomar para llegar a la universidad, muchas veces en horarios pico e imposible subir. A eso sumarles la vuelta a nuestras casas en el turno noche, de por si hoy ya los transportes públicos van llenísimos (muchas veces se supera el limite de 10 personas paradas), exponiéndonos al contagio.
Les estudiantes con factores de riesgo y/o familiares: ¿Dejamos de cursar o nos exponemos al virus? Son muches les estudiantes que han planteado esta cuestión no menos importante y desde la Universidad no dan respuestas. Muchas preguntas, pocas respuestas. Cabe recordar que también hubo gran cantidad de estudiantes que no pudieron continuar cursando debido a la falta de dispositivos o servicios de internet, nuevamente el Rectorado hizo oídos sordos ante estos reclamos. Son varias aristas que al parecer no se tienen en cuenta, a pocos días de comenzar el cuatrimestre, no tenemos certezas de cómo seguirá esta situación.
Al cierre de esta breve nota, que intenta resumir lo mas relevante para les estudiantes de la UNLaM, se abrieron las fechas de inscripción para las materias de esta segunda parte del año donde nuevamente fue muy dificultoso el poder anotarse por medio de Intraconsulta. Muches estudiantes no pudieron anotarse porque ya no había cupo suficiente. Si bien es algo que pasa cada año, esta vez esa cuestión se profundizo, se agotaron las instancias previstas de inscripción y ahora queda hacer el reclamo para ver si tenemos “suerte” de anotarnos en dichas materias, sin garantía de que tomen el reclamo realmente. La imposibilidad de anotarnos en materias claves de cada carrera, como, por ejemplo, la de Trabajo Social que, en el primer cuatrimestre de este año, había dos comisiones de PRACTICA I, con lo cual esperábamos lo mismo para el nivel de PRÁCTICA II, pero solo ofertaron solo una comisión. Materias y horarios que se superponen que hace imposible la cursada.
Como estudiante de la UNLaM y del PSTU creemos que estas acciones son un ataque a la educación pública, como lo es el cierre de la Tecnicatura de Sonido y Grabación. La pandemia ha cambiado nuestras vidas por completo, no solo covid19. Sino también nuestros trabajos se vieron modificados o directamente lo perdimos, producto de la alta precarización hacia la juventud, entre otras cuestiones. Pensar la presencialidad en este contexto resulta complejo, si ni siquiera tenemos las dos dosis, inclusive hay docentes que aún no recibieron la segunda dosis. Las decisiones que toma el Rectorado de Martínez no son consultadas con les estudiantes, son arbitrarias y un Centro de Estudiantes que nunca esta al servicio de nuestros reclamos, y por cierto, no se han pronunciado ni adherido al reclamo ultimo. En todo caso, la vuelta a clases presenciales debería ser optativo y teniendo las dos dosis, como mínimo.
Es necesario poder avanzar en la organización estudiantil, desde abajo, porque hoy es por esta situación, mañana será por otra. Debemos defender nuestro derecho a estudiar en la universidad pública y si para garantizar ese derecho se necesita mas presupuesto que el Estado Nacional de Alberto Fernández destine el dinero suficiente para garantizar la virtualidad para todes, con wifi y dispositivos, con apertura de mas comisiones, las que hagan falta de acuerdo con cada carrera y demanda de esta. ¿De dónde saldría ese dinero? Del no pago de la deuda externa, se cancelarán hasta fin de año más de u$S 4.400 millones al FMI, más todo lo que ya se fue pagando desde que Alberto Fernández asumió, plata que sale del bolsillo de les laburantes. Pudieron utilizar esa plata para invertir en educación, en planes de obras públicas para generar empleo, como escuelas y viviendas, en salud sobre todo si estamos afrontando esta pandemia que hace estragos superiores a las anteriores que hubo a lo largo de la historia, entre otras necesidades urgentes que tenemos estudiantes, desocupades y trabajadores.
¡Que la UNLaM garantice nuestro derecho a estudiar!
¡Si quieren ahorra en educación, es ajuste y ataque a la educación publica!