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A pedir de los represores

El miércoles 1° de junio salió publicado en el Boletín Oficial del Gobierno el Decreto 721/2016 que le da más poder a las Fuerzas Armadas.
En consonancia con toda su política de represión como lo es el Protocolo Antipiquetes y la represión a los trabajadores de Cresta Roja y Mascardi en la Autopista Richieri, a los municipales de La Plata, a los docentes de Santiago del Estero y el brutal desalojo a los estatales de Tierra del Fuego hecho en conjunto con la gobernadora kirchnerista, Rosana Bertone; en sintonía con todo esto, Macri mediante el Decreto mencionado devuelve a las Fuerzas Armadas su autonomía para decidir sobre designaciones, ascensos, traslados y premios.
Será el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA quien designará a los oficiales y suboficiales del Estado Mayor, a los militares retirados para funciones docentes y a los agentes civiles, a quienes autorizará sus cambios de destino. Los Jefes de los Estados Mayores de cada fuerza designarán oficiales y suboficiales, para los cuales decidirán sobre cambios de destino, bajas, retiros, ascensos, licencias y reincoporaciones.

Así, el Decreto del macrismo deroga la medida tomada en 1984, luego de la lucha de los trabajadores por la vuelta a la democracia y por el juicio y castigo a todos los responsables de la Dictadura Militar, que limitaba la autonomía de las Fuerzas Armadas.
Macri firmó la disposición el pasado martes 30 de mayo, cuando participó de los festejos de los 206 años del Ejército y llamó en su discurso a “dejar atrás enfrentamientos y divisiones”. Ese día también anunció un incremento salarial adicional del 9 por ciento para los militares.
Además, Macri ha mantenido reuniones de funcionarios con activistas defensores de genocidas y condenados por delitos de lesa humanidad y ha llevado adelante la disolución de la Dirección Nacional de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad de la Nación y ha despedido trabajadores del programa Verdad y Justicia.
En este sentido, los organismos de derechos humanos nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia afirman que estos cambios “se dan con el objetivo de reconfigurar el poder de las Fuerzas Armadas y llevarlas, en el corto plazo, nuevamente a tareas de seguridad interior, prohibidas por la ley y la Constitución”.

¿Qué quieren decir con seguridad interior? Que se utiliza a las Fuerzas Armadas no para la defensa de ataques externos sino para perseguir a los trabajadores y estudiantes, que se organizan en defensa de sus puestos de trabajo, en contra de la privatización de la educación, etc.
Y en el mismo sentido, esta semana el presidente de la Cámara de diputados del PRO, Emilio Monzó, reconoció que antes de fin de año van a “devolverle” el control de las escuchas telefónicas a la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), que se le había quitado luego del escándalo de corrupción, extorsión y persecución a los opositores que obligó a disolver la SIDE durante el gobierno de Cristina Kirchner.

Esto es continuidad de otras medidas represivas como el Proyecto X o la Ley Antiterrorista sancionadas por el kichnerismo. Macri lo profundiza en momentos en que descarga un ajuste brutal con despidos y tarifazos contra los trabajadores.
Por todo esto, los trabajadores y estudiantes, debemos impulsar la lucha en la más amplia unidad en la lucha contra estas medidas nefastas del macrismo que lo único que traerán es más sufrimiento para el pueblo. Las centrales sindicales, las CGTs y las CTAs, las federaciones estudiantiles, deben ponerse a la cabeza de esta lucha para que no se siga persiguiendo y criminalizando a los luchadores.