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¡Basta de saqueo y contaminación!

El martes 3 de noviembre otro accidente conmocionó la tarde en Ingeniero White. El incendio de un reactor en la planta de polietileno del complejo de Dow Chemical afectó a tres obreros. Los trabajadores debieron autoevacuarse de las instalaciones, corriendo entre el humo y los estruendos. No funcionaron los altavoces ni la sirena que debe dar la alarma, ni se cortó la ruta como establece el protocolo. Pasaban los minutos y ni la empresa ni el municipio salían a explicar los motivos del humo y el estruendo. Las primeras llamadas a la radio, los primeros videos e imágenes del siniestro llegaron a los medios, como en otras oportunidades, a través de los vecinos.
Finalmente la voz institucional de la multinacional, aseguró que estaba todo bajo control. Otro clásico: ni el organismo de control municipal, el CTE ni la OPDS (provincia) consideraron tomar medidas contra la empresa.
A los escapes de cloro y amoníaco ocurridos en la década pasada le siguieron los incendios, en los que llevamos perdidas varias jóvenes vidas, como la de Juan Cruz Manfredini. O los derrumbes en las obras. Obras que continúan porque las empresas encuentran aquí todas las garantías para saquear, contaminar y llevarse cómodamente sus ganancias millonarias, ya que el puerto, el agua, las redes de alta tensión y la planta de etano de TGS están a su disposición. También las Universidades que forman al personal y le venden servicios a muy bajo costo.
En plena campaña electoral, el mes pasado, Daniel Scioli se reunió con el embajador norteamericano Noah Mamet quien aseguró nuevas inversiones para la Dow por $450 millones, para emplear el gas producido en Vaca Muerta.
La zona de Bahía Blanca, White y Cerri ya no pueden seguir perjudicándose con ampliaciones que traen más saqueo, riesgo ambiental y contaminación a cambio de precarios y peligrosos puestos de trabajo. A raíz de la polémica abierta por el incidente la Investigadora del Conicet Emilse Heredia Chaz afirmó en una entrevista realiza por la FM de la calle, que las Plantas del Polo ocupan en forma directa 1.100 trabajadores, y a 2.200 en forma indirecta (precarizados) De esta manera, de cada 1000 ocupados sólo 10 trabajan en dichas plantas. Estos datos derrumban los argumentos que los funcionarios esgrimen para que aceptemos el saqueo, tanto a nivel local como a través de los acuerdos que firman en el exterior. Si se iniciara en la ciudad un plan de obras para reconstruir las derrumbadas escuelas y hospitales, las salas médicas y Jardines Maternales, habría en poco tiempo muchos más puestos de trabajo y movimiento comercial local que el que hoy tenemos arriesgando la vida y la salud. Y también el pueblo sería el beneficiario.
Debemos organizarnos para volver a la calle a exigir la emergencia ambiental, ni una planta más en la ciudad y apertura inmediata de nuevas fuentes de trabajo. La vida de los trabajadores vale, defenderla debe estar en nuestras manos.

Notas
1 http://delacalle.org/mientras-los-bienes-comunes-tienden-a-ser-privatizados-la-contaminacion-tiende-a-ser-sociabilizada/