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¡Basta de violencia y femicidios!

El 26 de marzo encontraron muerta, semidesnuda,a Daiana García, de 19 años, al costado de una ruta en Lomas de Zamora. El presunto homicida, un hombre de 38 años, se suicidó arrojándose a las vías del tren, al día siguiente. Habría enviado un mensaje pidiendo disculpas “por la cagada que me mandé”. La marca de la bolsa en la que se encontró el cadáver de Daiana, correspondería a la empresa de logística donde trabajaba el sospechoso. Al parecer la chica lo conocía y éste la habría citado con la promesa de conseguirle un trabajo.

Según Télam “Allegados a la familia declararon al diario Crónica que Daiana buscaba un trabajo para ayudar a su familia, ‘harta de que la explotaran’ en una cadena de comidas rápidas”. El perfil es siempre el mismo: adolescentes y jóvenes, de los sectores más oprimidos y explotados son las víctimas de agresiones sexuales, violaciones y femicidios. Esta violencia es una espiral creciente: La Casa del Encuentro revela que en 2014 fueron asesinadas 277 mujeres, prácticamente un femicidio por día. La lista se alarga, recorre todo el país, Melina Romero, Paola Acosta, Evelia Murillo, por recordar algunos nombres. Pero también hay respuesta popular a la ausencia de protección del Estado y a la falta de justicia. En Viedma, importantes personalidades locales, entre ellos empresarios, políticos y jueces están involucrados en una red de prostitución infantil. Los vecinos indignados organizan marchas bajo la consigna: “Basta de abusos, Basta de Violencia. ¡Con nuestros niños y niñas, NO!” En Tucumán, la violación de una chica de 13 años desató la furia de los pobladores de la pequeña localidad de Colombres, que salieron a las calles y prendieron fuego una comisaría en protesta por la manera en que actuó la policía luego de conocerse el abuso.

 ¿A quiénes sirve la violencia machista?

 ¿Por qué Cristina Kirchner y sus contendientes electorales de la oposición patronal ignoran las necesidades de las mujeres trabajadoras y a veces, incluso las atacan? (Ver recuadro). ¿Qué hacen los funcionarios responsables de que se aplique la Ley contra la Violencia hacia las Mujeres? ¿Y la Iglesia? Aunque a muchos les simpatiza el Papa Francisco, la Iglesia también actúa contra las mujeres pobres. Recientemente el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos en el Vaticano, justificó la excomunión de la madre de una niña brasileña de nueve años que abortó tras ser violada por su padrastro. La excomunión se extendió al equipo médico que realizó la operación, pero no al violador porque “la violación es menos grave que el aborto”, explicó Giovanni Battista Re. Todos ellos y también los viejos dirigentes sindicales miran para otro lado cuando de violencia se trata, porque cuanto más temerosas y calladas estén las mujeres trabajadoras y pobres, aunque la sumisión implique la misma muerte, es más fácil aplicar el plan de ajuste, saqueo y represión que ordena el imperialismo. 

¡Basta de violencia y femicidios! 

La indignación que a veces circula por las redes sociales o se expresa en puebladas puede organizarse desde los lugares de trabajo y estudio. Lucha Mujer y el PSTU, en el FIT, proponemos reunir en primer lugar  a las compañeras para sumar luego a los hombres y luchar juntos. ¡Que todos comprendan que violentar de cualquier modo a la mujer trabajadora es ayudar a la patronal y a los gobiernos patronales a atacar a toda la clase trabajadora! Debemos exigir que las CTA y la CGT y las federaciones estudiantiles tomen esta bandera, empezando desde el paro general del 31. Que exijan justicia por Daiana y por las demás víctimas, presupuesto y recursos para la Ley de Violencia contra la Mujer, cárcel a los acosadores y abusadores, casas de refugio y subsidios, además de empleos no precarios con salarios dignos para las mujeres trabajadoras.

Te invitamos a formar parte de Lucha Mujer y del PSTU para dar esta batalla, juntos.