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Campaña 80 años de la fundación de la IV Internacional

El 3 de septiembre se cumplirán 80 años de la fundación de la IV Internacional.

Este es el primero de una serie de artículos que estaremos publicando, junto a los artículos que ya están en el sitio web de nuestra organización internacional, la Liga Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional.

Por Bruno Molina

¿Por qué IV Internacional?

 El 3 de septiembre de 1938 se fundó en París la IV Internacional, con el objetivo fundamental de organizar a la clase obrera mundial para destruir al imperialismo y construir el socialismo en todo el planeta. La III Internacional, dirigida por Stalin, había dejado de ser una organización revolucionaria. ¿Por qué? Hay muchas razones, pero principalmente porque abandonó la lucha por el socialismo a nivel mundial, adoptando la teoría-programa del socialismo en un solo país. De esa forma, la lucha contra el imperialismo se convirtió en una paz acordada, donde la URSS tenía su parte del mundo y el imperialismo la otra.

Uno de los ejemplos más trágicos de la política de Stalin fue en los años 30’ cuando se negó a pelear junto con la socialdemocracia Alemana contra el nazismo, permitiendo el ascenso de Hitler al poder.

Esta es una de las principales razones que llevaron a Trotsky a definir que la III Internacional, que fundaron con Lenin en 1919, había muerto como organización revolucionaria y se había convertido en un aparato al servicio de la contrarrevolución mundial.  La política de los  Frentes  Populares, de alianza con partidos y gobiernos burgueses «progresistas» impulsada por Stalin, primero en Francia y luego en España, fue un factor determinante de la derrota de la revolución española. Fue una confirmación trágica, entre muchas otras que siguieron, del acierto de caracterización de Trotsky.

Por eso, dedicó los últimos años de su vida a la construcción de una organización internacional revolucionaria, obrera y socialista: la IV Internacional. Fue principalmente por eso que Stalin organizó y perpetró su asesinato en 1940, luego de asesinar a la gran mayoría de los revolucionarios que habían dirigido la revolución rusa de 1917.

Para coronar su traición a la clase obrera mundial, en 1943 Stalin disolvió  la III Internacional.

La importancia de una organización obrera, internacional, socialista y revolucionaria

 El capitalismo es un sistema económico mundial, dominado por las principales multinacionales y los países imperialistas como Estados Unidos. La crisis económica que se inició en 2007-2008, ha generado un ataque brutal de la burguesía contra los trabajadores de todo el mundo. Cada vez hay más pobres, más desocupados, más mujeres violadas y asesinadas, más nenes desnutridos y muertos por el hambre, millones de inmigrantes tratando de encontrar trabajo, escapando de las guerras y la miseria, y cada vez hay más desesperación y falta de perspectiva de un futuro mejor. La realidad demuestra que es el capitalismo el que fracasó y no el socialismo, como nos decían en los 90´ políticos, periodistas e intelectuales.

A los trabajadores de todo el mundo no nos queda otra alternativa que continuar luchando  contra todos los gobiernos que se han lanzado con ajustes, reformas, policías y ejércitos contra nosotros.Pero no alcanza solo con luchar, no alcanza con sacar gobiernos si luego de sacarlos vuelven a sentarse en el poder los representantes de la burguesía, como ocurrió después que sacamos a De la Rúa en el 2001.

A pesar de que la mayoría de las organizaciones políticas plantean que no es posible el socialismo, la única salida para todos los explotados es que gobiernen los trabajadores y el pueblo, sin patrones. Expropiando las principales fábricas, el transporte, las usinas eléctricas, las minas y los pozos de petróleo, y reorganizando la economía al servicio de los trabajadores y no de la ganancia de los patrones.

Pero para hacer eso es necesario organizarse. El imperialismo tiene a la ONU, la OTAN, el FMI, el Banco Mundial, el G8 y G20 para coordinar los ataques a  los trabajadores de todo el mundo. A esas organizaciones imperialistas, tenemos que combatirlas con nuestras propias organizaciones obreras. Para dar semejante pelea no alcanza con construir partidos revolucionarios nacionales. Es necesario construir una organización revolucionaria internacional, que tenga como principal objetivo organizar la lucha de los trabajadores en todos los países, hasta acabar con el imperialismo y construir el socialismo en todo el mundo.

Nosotros estamos convencidos de que esta tarea es urgente y fundamental. Por eso construimos  en más de 24 países del mundo la Liga Internacional de los Trabajadores, como una herramienta que ponemos en manos de la clase obrera y sus luchas,  para la reconstrucción de la IV Internacional y la revolución socialista en todo el planeta.