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COLAPSO SANITARIO EN BAHÍA BLANCA

Tras dos meses de crecimiento constante en los casos de coronavirus,los trabajadores de la salud alertaban sobre los peligros  de seguir abriendo actividades: bares, restaurantes, shopings,  gimnasios.  Esto sumado al funcionamiento total  de la industria y el comercio.

A mediados de julio, tras una carta firmada por los infectólogos de la ciudad, el intendente Gay acordó volver a fase 3 por una semana. El lunes 20 volvimos a fase 4 y de un saque, sin considerar:  los brotes en los geriátricos, entre los trabajadores de la salud, en los supermercados, y en variados lugares de trabajo; se instaló desde el gobierno municipal y los medios de comunicación, la premisa de «la nueva normalidad» que no vuelve atrás y a la que hay que adaptarse.

Desde fines de agosto y  en lo que va de septiembre, el aumento de casos es exponencial. Esto considerando los cuestionados datos oficiales, en los que nadie cree. Además, por falta de reactivos en el sector público se detectan los casos muy lentamente y los laboratorios privados no alcanzan a cubrir la demanda de las obras sociales.

Esta semana (2da de septiembre)  la Asociación local de Terapia Intensiva dijo que la situación es grave. Pasando a los hechos, el director del Hospital Municipal, nuestro hospital público, anunció que por 7 días no habrá internaciones, le pidió a la gente que no vaya. En las puertas de entrada colocaron  carteles con la leyenda: No habrá internaciones hasta nuevo aviso, la Guardia sólo atiende Urgencias.

En el Concejo Deliberante el Frente de Todos (oposición)pidió que las autoridades sanitarias dieran explicaciones, toda esta preocupación, encabezada por la concejala y médica Griselda Gigliani, se evaporó cuando Cambiemos pidió agregar a la lista de citados al responsable de Zona Sanitaria Regional, que depende de provincia. No se pusieron de acuerdo y nadie fue a dar explicaciones…

Pienso en el empleado que tuvo que poner ese cartel de «no hay internaciones», qué habrá sentido, porque habrá escuchado cientos de veces, como todos escuchamos, que empezamos en marzo para que el sistema de salud no colapse, que en la Argentina eso no iba a pasar, que todos iban a ser atendidos…

Esta tarde unas 48hs después de los anuncios, por la radio una médica infectóloga desde el hospital, casi llorando dijo:» se ocupó el último lugar  en terapia intensiva, con una enfermera, compañera nuestra. No puedo aceptar que las autoridades sanitarias y políticas no sean capaces de solucionar las cosas, que los que mandan, detrás de un escritorio no hagan, el covid muestra todo, las virtudes y las miserias.»