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Despidos en el Estado ¿Sobran estatales?

Como bien mencionan las notas anteriores, en el sector estatal el ajuste se profundizó con todo: a partir de la firma del decreto presidencial 254/15. Éste establece la revisión de todos los contratos de menos de tres años de antigüedad por un lapso de tres meses y que los de más de tres años de antigüedad se renovarán por un año. Ya son 84.000 los contratos que empezaron a ser revisados. Así, a menos de un mes de la fi rma del decreto, ya son 24.000 los trabajadores estatales de todos los ámbitos (nacional, provincial y municipal) que perdieron el trabajo. Pero esto no termina ahí: en marzo, cuando se venzan otros 40.000 contratos, ya planean dejar otros tantos miles despedidos.

¿Sobran estatales?

Para justificar estas medidas el gobierno argumenta que a los que están echando es a los “ñoquis” que dejó el gobierno anterior y a los puestos por clientelismo político, que serían innecesarios. Sin embargo, aunque digan que sobran estatales en las distintas dependencias o que tal municipio “podría funcionar con la mitad del personal”, como dijo el cocinero/intendente de Quilmes Martiniano Molina. Lo que vivimos los trabajadores todos los días es muy distinto. Cada vez que tenemos que hacer un trámite en cualquier dependencia del Estado hacemos horas y horas de cola para que nos atiendan. Lo mismo sucede en los hospitales en los que tenemos que prácticamente pasar la noche para conseguir un turno. En casi todos los municipios falta personal de limpieza, de obras públicas, entre tantas otras tareas que luego repercuten en nuestra vida diaria. Un ejemplo signifi cativo, entre tantos otros, es el del cierre del 0800 MUJER en la Municipalidad de Neuquén. A partir del cual no sólo se quedan trabajadores sin empleo, sino que además el Estado se desentiende de las mujeres que sufren violencia.

Lo que permite la precarización

Es cierto que en la “caza de brujas” desatada en las dependencias estatales los militantes K están en la mira y que esta persecución ideológica es inadmisible y repudiable de todas formas. Sin embargo, vale decir que la precarización a la que sometió a los trabajadores estatales el gobierno K, hoy hace que sea mucho más fácil para Macri hacer el trabajo sucio. Si el conjunto de los trabajadores hubiera estado en planta permanente, como muchos reclamamos hace años, no hubiese bastado con no renovar contratos para echar miles. Un caso como el del Centro Cultural Kirchner es una muestra de esto ya que, de los 710 empleados, 600 tenían contratos temporales triangulados con las universidades de General Sarmiento y de La Matanza, esos 600 fueron despedidos.

En defensa de todos los trabajadores

Así lo que intentan mostrar como una pelea contra la corrupción y la defensa del dinero del Estado, no es más que un ajustazo del que no sólo verán consecuencias los trabajadores despedidos, sino también los que aún conservan su puesto de trabajo, quienes deberán realizar la tarea de más empleados. También el conjunto de la población veremos afectados los servicios que el Estado debe brindarnos. Por ello defender los puestos de trabajo de los empleados estatales, es tarea de todos. Notas

 

 

 

1http://www,.agencianova.com/nota. asp?n=2016_1_25&id=50007&id_tiponota=303