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Dimos un gran paso, sigamos el camino

Este último 8 de marzo, el país vio salir mujeres a la calle en más de 50 ciudades en Argentina y en más de 40 países en el mundo. Las redes sociales se colmaron de adhesiones desde los días anteriores, desde cada lugar de laburo charlamos cómo participar del paro, cómo ir a la marcha, pintamos carteles y banderas para colmar la Plaza de Mayo y todas las plazas del país y del mundo.
Aunque los medios hegemónicos quieran quitarle brillo a nuestra movilización, señalando únicamente los disturbios generados por Ignacio Agustín Montagut, (el provocador enviado por el gobierno), disturbios que usaron de excusa para desatar una caceria feroz en la que hubo mas de 30 detenidas, no pudieron esconder a los cientos de miles que marcharon.
La jornada empezó muy temprano con los paros, ruidazos, asambleas y demás actividades en los lugares de trabajo. Luego comenzaron a colmarse los puntos de encuentro en donde estaban convocadas cada una de las marchas del país. Mujeres de todas las edades, muchas con sus hijos, y, también gran cantidad de hombres, llegaban con pancartas, con nombres de víctimas de femicidios y trata, con los reclamos por los que estábamos allá. Como no podía ser de otra manera, la exigencia de fecha para el paro general la cantábamos a viva vos y era coreada por toda la gente de alrededor. Era el tercer día de lucha, en los que la ciudad no dejó de estremecerse.

Razones de sobra

Razones para semejante movilización nos sobran. La situación en la que estamos las mujeres aquí, y en todo el mundo, es terrorífica. En lo que va del año, los femicidios en Argentina son cada vez más y cada vez con más saña: jóvenes empaladas, violadas, desaparecidas, que agrandan los números del horror. La crisis económica golpea a las familias y somos las mujeres las que recibimos el golpe más duro, porque en la inmensa mayoría de los casos cargamos con el cuidado de los hijos, de la comida, de hacer malabares para que la plata alcance.
Los puestos de trabajo, bajo el plan de gobierno de Macri, se redujeron a mansalva, y nosotras nos llevamos la peor parte siendo las primeras en quedar desocupadas y en sufrir la precarización. Las jóvenes recorremos agencias, y miles de entrevistas por trabajos que ofrecen un cuarto de la canasta familiar, mientras sufrimos acoso en el transporte, en el trabajo, en escuelas y universidades, y hasta, muchas veces, en nuestras casas.

Sigamos el camino

Por eso la movilización del 8, y nuestra participación el 6 y el 7 fueron un gran paso. Logramos colocar nuestras reivindicaciones en primera plana. Conseguimos que muchos compañeros además se sumen a esta lucha que no es solo nuestra. Dos hechos más que significativos fueron la movilización realizada por los petroleros de SP en Comodoro Rivadavia junto a sus compañeras en defensa de las condiciones de vida de la familia obrera y la participación de los trabajadores de GM, que estan peleando contra mas de 350 suspensiones, en la movilización del 8 en Rosario. Pero esto no puede quedarse ahí, es necesario redoblar la fuerza y las ganas y continuar.
Las docentes ya lo están realizando con los paros que están garantizando esta misma semana, luchando por la educación pública y para quebrar el techo salarial que quiere imponer el Gobierno no solo para ellos, sino para todos los trabajadores. Y ese es el camino a seguir.
La CTA ya anunció que habrá paro el 30 de este mes, y la CGT llamó para el 6 de abril, ¡el paro que nosotras mismas junto a todos los trabajadores logramos arrancar!
Nuestra tarea es entonces garantizar que sea paro activo y con continuidad. Tenemos que pegarle al Gobierno y las empresas en donde más les duele: en la producción, y demostrar quiénes verdaderamente hacemos que la cosa funcione. Y que todas las reivindicaciones por las que marchamos el 8 sean escuchadas en ese paro. Continuemos lo que ya comenzamos, llamemos asambleas en nuestros laburos, coordinemos acciones para esos días, no dejemos que las direcciones de las centrales nos digan que nos quedemos en nuestra casa. Ya demostramos que nuestro lugar es en la calle enfrentando al Gobierno, trabajadores y trabajadoras. De esa manera, el paro va a ser el segundo paso importante para arrancar un plan de lucha que tire abajo el plan Macri, y consiga todo por lo que estamos luchando.