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El Gobierno esconde la realidad económica

En plena campaña electoral el gobierno difunde las bondades de un modelo económico que ayudó a salir de la crisis del 2001. Resaltando además lo logrado en comparación con la actual situación que desespera al pueblo griego y preocupa a toda Europa. Así nos difunden índices truchos del INDEC, supuestas paritarias libres, mentirosa recuperación del Producto Bruto con cierta reactivación e inflación controlada. Pero la realidad es que el “ajuste” económico del capitalismo argentino, con Cristina a la cabeza, está en pleno apogeo, con una oposición patronal con temores a la inestabilidad y sin claras opciones de cambio.

En 1997, Carlos Menem decía la famosa frase “Estamos mal, pero vamos bien”. Hoy, el presidenciable K, Daniel Scioli, que se reinvinca discípulo de Menem y camporista, se abraza con el ministro de Economía, Axel Kicillof, también candidato a diputado, apoyando el modelo.

Prestemos atención los trabajadores a los pensamientos electorales del ministro cristinista: “Vamos a un gobierno con un presidente del mismo signo y pensamos seguir haciendo más o menos lo mismo… continuidad del modelo de industrialización con inclusión social”. 1

Una definición clave en el evento empresario del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP), liderado por Eduardo Eurnekian, de la Cámara Argentina de Comercio, y otras patronales, que en diversas oportunidades alabaron el modelo K visto las ganancias que “se llevaban con pala”.

Es decir, “estaríamos bien y vamos mejor”, corregida la frase menemista. Desde el PSTU , en el FIT, venimos explicando que la “actual coyuntura económica” es muy distinta a la que nos cuentan, como lo demuestran las variables económicas. Los “números” muestran un ajuste en curso, por más que Cristina y la oposición patronal lo nieguen o minimicen. Asimismo, de no mediar un cambio rotundo en la política económica, el anhelo de mayor empleo, mejores salarios, serios planes de vivienda, educación  y salud,  es una utopía por el agobio del capitalismo y su crisis internacional.

* Deuda pública: La externa -pública y privada-  a pesar del mentiroso desendeudamiento K, ascendió a U$S 145.931 millones en el primer trimestre 2014 y aumentó un 5,9% comparada con dicho período del 2013. Según el INDEC, la deuda externa pública era de U$S 78.154 millones con un incremento interanual a marzo 2014 del 12,5% y la deuda externa privada era de U$S 64.931 millones.2 Si sumamos las obligaciones en pesos con instituciones públicas como el ANSES y el Banco Nación y privadas, y los bonos emitidos para atenuar el déficit estatal, más los cupones PBI, la deuda con fondos buitre, el CIADI, el Club de París y Repsol, las deudas provinciales y de empresas estatales, la deuda pública esmásde U$S 300.000 millones.

* Déficit fiscal y déficit comercial: Los superávit gemelos de principios del gobierno kirchnerista hoy son dos déficits. El Estado gasta mucho más de lo que recauda a pesar del IVA y el Impuesto a las Ganancias. Las importaciones superan a las exportaciones. En abril último, el déficit estatal fue de $24.103 millones, un 464% que en abril del 2013, con cosecha récord de soja, pero precios internacionales a la baja. 4

* Caída de la producción industrial: Kicillof resalta el supuesto modelo industrialista, pero a mayo último la actividad lleva 22 meses de caída consecutiva. De enero a mayo 2015 fue del 3,6%. El mismo INDEC, con  cifras “truchas” admite una caída del 0,9% en mayo último,5 y la producción de acero, por ejemplo, cayó 14,9% y un 10,4% en los primeros cinco meses del 2015.

* Licuación salarial y desempleo: El Gobierno K habla de paritarias libres, pero fijó un tope del 27,8% de aumento en acuerdo con las diferentes burocracias sindicales. Algunas, como los Aceiteros y Bancarios, luego de fuertes conflictos, superaron el tope pero con adicionales en negro. La mayoría de los gremios pactó aumentos pero en cómodas cuotas, que no recuperan salarios, sino, los licúan. La desocupación según INDEC a mayo era 7,1% y hay cerca de 500.000 desocupados. Con los empleos precarizados, en negro y planes sociales, el desempleo es mucho mayor, no previendo las patronales aumentar sus dotaciones en 2015.6

* Inflación y consumo: la inflación real tiende al 2% mensual en 2015, deteriorando aún más el poder adquisivo. El INDEC difunde que la recesión quedó atrás y el PBI (Producto Bruto Interno) subió un 1,1% en el primer trimestre. Pero las cifras reales manejadas por algunos economistas, la caída de la industria y el empleo privado muestran lo contrario.7

* Deficit energético: Aunque el gobierno resalte el proyecto Chevrón – Vaca Muerta, y con YPF supuestamente nacionalizada, el déficit energético continúa y se importa combustible y gas. Los cortes gasíferos a las industrias para abastecer hogares en año electoral y los cortes de energía eléctrica muestran la realidad.

* Ganancias de las multinacionales: Con supuesto “cepo cambiario” y límites para giros al exterior, el propio INDEC reconoce que se giraron U$S 2.221 millones en utilidades y dividendos y U$S 989 millones por intereses.8

* Corrupción y clientelismo: El flagelo de la corrupción estatal aumenta, con denuncias que el gobierno trata de esquivar. Los planes sociales, que eran por una emergencia después de la crisis del 2001, continúan y millones de personas están atrapadas en la política clientelar, en un año electoral y sin empleo digno.

 

Notas:

(1) Ieco. Diario Clarín – 02-07-2015

(2) Diario La Nación – INDEC – 27-02-2015 –

(3) Héctor Giuliano – 09-06-2015

(4) Diario La Nación – 05-07-2015

(5) Diario La Nación – FIEL – INDEC – 26-06-2015

(6)  (8) Diario La Nación  – INDEC – 27-06-2015

(7) Diario Clarín – INDEC – 19-05-2015


Grecia: el no pago argentino 2001-2005 muestra una salida

Grecia entró en“default” al no pagar 1.500 millones de euros al FMI y la Troika europea (BCE, CE, FMI)1 que la vienen chantajeando exigiendo mayor austeridad, con brutales ajustes a los trabajadores y al pueblo para seguir financiando su bancarrota capitalista.

El gobierno de Syriza, presionado, sólo propuso alternativas de ajuste más moderado. Ante el temor de que se expanda la crisis en Europa, ni siquiera esto fue aceptado y las posiciones se endurecieron. La Troika exigió más ajuste y Syriza llamó a un referéndum el 5 de julio, donde el pueblo griego dio un contundente rechazo al plan de austeridad.

Para algunos analistas y economistas la crisis griega tiene algunas similitudes con la crisis argentina y cesación de pagos del 2001. Y en cierta medida la comparación es válida. Esto es así porque en nuestro país también explotó una recesión capitalista por las políticas de austeridad -”léase ajuste”- y el pago de la deuda externa. La falta de empleo y la pobreza treparon y el PBI se desplomó. Como hoy lo hace la Troika europea en Grecia, esta crisis fue producto de aceptar las recetas del FMI y el Banco Mundial.

No obstante, másalládealgunas similitudes, también existen algunos puntos de aquel entonces que merecen ser analizados para contribuir al debate que se desarrolla hoy en Grecia.

La revolución del 2001 –conocida mundialmente como el “Argentinazo”-  derribó al gobierno de De la Rúa y obligó a los gobiernos que surgieron posteriormente a declarar directamente la suspensión del pago de capital e intereses de la deuda externa.

Este extraordinario triunfo popular permitió que, incluso antes de que el kirchnerismo asuma el poder, la Argentina capitalista iniciara un proceso de cierta recomposición al no exportarse explícitamente millonarios recursos al exterior.

La producción económica se reactivó, se otorgaron miles de planes asistenciales de emergencia para la desocupación, se reactivaron algunos sectores industriales y la recaudación disponible se incrementó por los altos precios internacionales de los commodities. No obstante, esto se logró con grandes sacrificios de los trabajadores, que tuvieron que soportar una brutal devaluación y grandes penurias heredadas de la crisis capitalista de los 90´. 

Pero al no avanzar en tomar otras medidas que permitan romper definitivamente con el yugo imperialista, como la nacionalización de las principales palancas de la economía (finanzas, petróleo, agroindustria, transporte, etc)  para ponerlas a producir bajo control de sus trabajadores, este envión inicial se detuvo y hoy nuevamente aparecen los nubarrones de la crisis.

Por el contrario, fue a partir del 2005 que ante una mejora económica, los acreedores externos exigieron cobrar deuda y el kirchnerismo efectuó los primeros canjes con supuestas quitas, compensadas con cupones ligadas al PBI. En nombre del desendeudamiento, y con apoyo de todas las corporaciones, fue el propio Néstor Kirchner quien volvió a colocar a nuestro país al alcance de los “mercados”. En su momento de mayor esplendor, fue el kirchnerismo quien le volvió a colocar la soga al cuello al pueblo argentino, esa misma que las masas movilizadas  habían logrado sacarse de encima aunque sea por un instante unos años antes. Al no haber logrado instalar un gobierno propio, un gobierno de los organismos de la clase obrera, los trabajadores hoy vivimos nuevamente una crisis como consecuencia de haber recompuesto las relaciones con los usureros internacionales.

Sin embargo, más allá de sus límites, la historia reciente de nuestro país demuestra en forma incontrastable que sólo al suspender transitoriamente las relaciones con el imperialismo financiero nuestro país pudo aunque sea pensar en recomponer su economía, mejorando las condiciones para los trabajadores y el pueblo.

El ejemplo argentino muestra que la única salida favorable al pueblo griego es NO pagar la deuda y romper definitivamente con el Euro, avanzando en nacionalizar la banca y el comercio exterior para que la crisis que provocaron los bancos y las multinacionales no recaiga sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo.

Notas:

(1)   Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional