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Empujemos desde abajo el paro nacional

El próximo 18 de Noviembre la CGT va a acompañar la movilización al Congreso Nacional convocada por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Evita y Barrios de Pie en reclamo de una ley que declare la “emergencia social” y disponga el pago de un salario anual complementario para un millón de trabajadores informales y cooperativistas de la economía popular.
Los trabajadores debemos impulsar con todo la participación en esta movilización, exigiendo que sea con paro de actividades para garantizar una masiva concurrencia a las movilizaciones como inicio de un plan de lucha.
Las dos CTAs que conducen Yasky y Micheli, que amagaron con un paro para el 4 contra la tregua del Gobierno y fueron bajando los decibeles hasta transformarlo en un día de lucha (ver nota aparte). Hay que exigirles que se sumen a la jornada y garantizar de una vez por todas el paro que prometen y no concretan.

Asambleas en los lugares de trabajo para organizarlo

Luego de su pacto escandaloso con el gobierno de Macri, que contó con la participación del Papa Francisco y la Iglesia Católica, el “nuevo triunvirato” que conduce la central sindical se esforzó en aclarar que no llamará al paro nacional, permitiendo que siga la entrega de nuestras conquistas a cambio de unas monedas. (ver nota en esta página)
La conducción intenta enmarcar esta movilización en un tono amigable, como parte de una estrategia para que sea la propia CGT la que se coloque como el único interlocutor de las protestas sociales con el Gobierno. Evitando cualquier desborde que canalice la bronca que crece entre los trabajadores y los sectores populares, y garantice así la paz social que hace falta para que el ajuste avance en los marcos de la “gobernabilidad”.
Por ello, la primera tarea es aprovechar esta convocatoria para romper el cerco que nos colocan estas conducciones, impulsando asambleas en los lugares de trabajo y estudio para organizar entre todos los que trabajamos nuestra participación. Debemos seguir el curso que parcialmente conseguimos el pasado 19 de octubre donde en algunos lugares logramos tomar el reclamo en nuestras manos y organizar protestas contra los femicidios y la violencia contra la mujer.
A su vez, es necesario que la movilización no se limite sólo a esas reivindicaciones, sino que se transforme en una oportunidad para rodear de solidaridad a los que hoy están luchando, unificando a todos los reclamos contra el plan de Macri que nos hunde en la miseria y persigue a los luchadores (ver pág 7), peleando por imponer un plan obrero de emergencia, para que no seamos los trabajadores los que pagamos las crisis a costa de las condiciones de vida de nuestras familias. En este periódico hacemos una propuesta en relación a ello. (ver páginas centrales).


4/11 – Jornada nacional de lucha de las CTAs

Contra el ajuste de Macri SÍ, en defensa de los gobiernos latinoamericanos NO

Al cierre de esta edición ambas conducciones de las CTAs realizaban una conferencia de prensa ultimando los detalles sobre la jornada nacional de lucha que estas centrales realizarán este viernes 4/11. En principio habrá movilizaciones en todo el país con una marcha central a la Plaza de Mayo con la consigna “Ni hambre ni despidos”. Las organizaciones sociales que convocan el 18 participarán, pero con delegaciones, sin una presencia masiva.
Luego de las correctas declaraciones contra el pacto de la CGT y el gobierno, el paro convocado por las conducciones de la CTAs fue bajando el tono inexplicablemente hasta transformarse en una jornada de movilización con cese de actividades en los gremios que así lo dispongan
En este contexto, el PSTU llama a participar de las jornadas en la perspectiva de unificar las luchas contra el plan de hambre y miseria de Macri, exigiendo que se organicen asambleas de base para convocar el paro nacional y el plan de lucha que hace falta para derrotarlo.
Y a su vez, rechazamos tajantemente la política de quienes desde la propia convocatoria intentan confundir la necesaria unidad en la lucha de los trabajadores contra el ajuste con la defensa de las “democracias” -y de los gobiernos- latinoamericanas.
Los ataques contra los trabajadores en favor de los bancos y las multinacionales lo vienen implementando todos los gobiernos latinoamericanos. Con distintos discursos, tanto Macri , Temer en Brasil, como Evo Morales y Maduro en Bolivia y Venezuela vienen volcando la crisis sobre las espaldas de los trabajadores en el continente (ver artículo sobre Venezuela en pag 13).
Por eso no hay que dejarse engañar. Los trabajadores no tenemos nada que hacer en su defensa, debemos enfrentar a TODOS los gobiernos que aplican el ajuste y representan a las patronales en todo el continente, construyendo una salida independiente, obrera y socialista a la crisis.