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EXPROPIACIONES EN DEBATE

Con el anuncio de la intervención y el envió de un proyecto de expropiación de la empresa cerealera Vicentín se puso a la orden del día y en agenda este tema. Mientras algunos medios de comunicación auguran una supuesta “avanzada del comunismo”, y este lema se hace carne en algunos cacerolazos, Alberto Fernández dejó muy en claro que está lejos de eso, y declaró que “está a favor del capitalismo”. En diferentes entrevistas, Alberto señaló que se trata de la intervención del Estado para evitar la quiebra de productores agropecuarios. Y con la idea que este participe en uno de los pilares de la economía argentina como es la exportación de granos, y que era una medida completamente excepcional. La realidad es que la posibilidad de expropiación de Vicentín, que despertó también entusiasmo de muchos trabajadores, parece haber quedado en la historia, es un tema en el que es necesario profundizar.  

¿Qué son las expropiaciones?

La expropiación es un mecanismo por el cual determinadas cosas que están en manos privadas (tierras, empresas, inmuebles, etc.) pasan a manos del Estado. Es algo que está contemplado dentro de las legislaciones del sistema capitalista. En la Argentina las expropiaciones están regidas por una ley sancionada en 1977 durante la Dictadura Militar. Para poder expropiar, el Estado debe previamente declarar de “interés público” el bien sujeto de expropiación y fijar una indemnización. Como ejemplo reciente se puede mencionar la expropiación del 51% de YPF que estaba en manos de la española Repsol. El entonces ministro de Economía y actual Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, llevó adelante esta medida pagando 5 mil millones de dólares a los ex dueños de YPF.

Indemnizaciones, Dictadura Militar, Dólares, Todo esto no suena muy comunista, ¿no?

Las expropiaciones muchas veces  se las relaciona con el  comunismo porque se entrometen en la propiedad  privada y fueron medidas llevadas adelante por los diferentes Estados Obreros que han surgido en la historia luego de revoluciones. Con el objetivo de desarrollar una economía planificada orientada al beneficio de la sociedad en su conjunto los gobiernos socialistas llevaron adelante la expropiación de los medios de producción. Es decir: fábricas, tierras, transportes y todo aquello que intervenga en el proceso productivo y de trabajo.

Pero no todas las expropiaciones apuntan hacia ese lado. Dentro del sistema actual en el que vivimos, el Capitalismo, la defensa de la propiedad privada esta garantizada ¿Para quienes? Para los empresarios y multinacionales, pero al pueblo trabajador nada le garantiza la propiedad de lo poco que tiene. Por ejemplo, en el año 2001 el gobierno de De la Rúa y luego el de Duhalde llevaron adelante una “expropiación” masiva a pequeños ahorristas, por la que ni los patrones, ni los medios de comunicación pusieron el grito en el cielo.

En cuanto a las expropiaciones de empresas en el sistema capitalista también hay de distintos tipos: algunas veces se presenta como expropiación a simples salvatajes de las empresas. El Estado se hace cargo de un negocio en quiebra que ya no interesa a su dueño y le paga por esto una indemnización. En otros casos, gobiernos burgueses por distintas circunstancias, se ven obligados a tomar alguna medida que afecta la propiedad privada de un sector de la burguesía, que generalmente se escandaliza y pone el grito en el cielo.

El caso de Vicentín es particular porque se trata de una gran empresa. Y el Gobierno no interviene para producir en función de los intereses de toda la población, sino para el rescate de los acreedores de esta empresa y por la necesidad de divisas internacionales, al estar en plena crisis de Deuda nuestro país. Aún siendo con esta finalidad, consideramos que en caso de darse la expropiación de Vicentín, que ya es bastante poco probable, se trataría de una medida relativamente progresiva porque en primer lugar quitaría del medio a los burgueses vaciadores que hicieron grandes lucros a costa de la banca estatal (Vicentín dejó un agujero de 18 mil millones de pesos en el Banco Nación). Y además pone al Estado Nacional a intervenir en un sector de la economía que está dominado mayoritariamente por empresas imperialistas. La expropiación de Vicentín no la apoyaríamos, porque además de sumamente insuficiente se da en el marco de un plan de gobierno al servicio de los empresarios, pero sí la defendemos del ataque de las patronales agrarias y le decimos a Fernández que debería expropiar mucho más y sin pagar un centavo. Ya ha demostrado que no está dispuesto a hacerlo.

Las expropiaciones que proponemos

Nuestro partido, el PSTU, es un partido con una orientación Socialista. Por lo cual defendemos las expropiaciones como un medio para poder construir un Estado que sirva al interés de las mayorías. Por eso es que creemos que las expropiaciones deben ser para la planificación de la economía, sin pago, y que el control de esas empresas lo deben tomar sus propios trabajadores. No creemos que deban ser indemnizados los empresarios porque se han dedicado a explotar a los trabajadores, a estafar al Estado, maltratar a los consumidores y con millonarias ganancias muchas fugadas al exterior. Por otro lado, la economía planificada va a servir para poder lograr una real igualdad dentro de la sociedad, ya que se va a producir en función de las necesidades de la población. El control de los trabajadores es importante porque son ellos mismos quienes conocen los procesos productivos y quienes tienen la potencialidad de construir una nueva sociedad. Estas son las expropiaciones por las cuales luchamos.

3 de Julio de 2020.-