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El gobierno profundiza la destrucción del transporte público

Con la reciente creación de Vialidad S. A.- que abarca funciones que le competían a Vialidad Nacional- el gobierno de Cambiemos da otro paso en el desmantelamiento de la estructura de transporte y vialidad pública en favor de sectores privados: la línea que se viene siguiendo desde que asumió Macri. De ese modo, el macrismo acentúa un vaciamiento que lleva décadas, y que sólo se puede revertir con la lucha de los trabajadores y el pueblo

Hace unos días, el Ministerio de Transporte permitió la creación de una empresa privada para hacerse cargo de las funciones de ese organismo público; que durante décadas ha sido clave ante desastres naturales, o evitando el aislamiento de pueblos del interior.

El mecanismo utilizado -transferir las funciones de un ente público a una empresa privada- ya se había visto con la construcción de vagones de carga: luego del cierre de fábricas como Fábrica Militar Río Tercero, el gobierno le otorgó una licitación a una empresa rusa para fabricar 1.500 vagones de carga para el ferrocarril Belgrano Norte.

Trenes: crónica de un despojo

En un país con la geografía del nuestro, la política de desarrollo nacional de cada gobierno se evidencia en su política ferroviaria. Así como la política de CFK quedó evidenciada con la masacre de Once; la entrega de Cambiemos, se demuestra en su política de trenes de pasajeros para Capital Federal y parte del conurbano, trenes de carga para donde el agronegocio los necesite.

El achicamiento de la línea San Martín (que volvió a correr solo hasta Pilar), la demorada reactivación de los ferrocarriles de larga distancia de la Provincia de Buenos Aires, el abandono de los trenes de pasajeros de las provincias del interior, el faraónico proyecto de construir una estación centralizada bajo el Obelisco, y la reactivación de los ramales de carga que desembocan en los puertos sojeros de Rosario demuestran esto.

El transporte automotor en riesgo de tarifazo

La liberación de los precios de los combustibles, que se suma a la liberación de los precios del GNC anunciada hace meses, anticipa un aumento de tarifas en el transporte automotor para después de las elecciones; ya que las petroleras no quieren perjudicar electoralmente a sus amigos del PRO. A esto hay que agregarle una nueva suba de boletos con la reducción de los subsidios a colectivos.

De ese modo, empresas criminales que brindan pésimos servicios, se enfrentan a la perspectiva de ganar aún más dinero de lo que el estado le regaló durante años, a cambio de casi nada.

¡Paremos el tarifazo con la lucha! ¡Por la estatización bajo control de trabajadores y usuarios!

No hace falta describir el efecto que van a tener las subas de combustibles y boletos sobre nuestros bolsillos. Hay que frenar el tarifazo antes de que lo apliquen: organizándonos en cada lugar de trabajo, de estudio y en cada barrio; exigiéndole a las centrales sindicales que se pongan a la cabeza de esta lucha en defensa de nuestra economía y nuestros transportes.

Es necesario pelear por la estatización de todo el sistema de transportes bajo control de trabajadores y usuarios, para que planifiquen su funcionamiento al servicio de las necesidades del pueblo trabajador