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Gran recorte en Ciencia y Tecnologia

Hace casi dos meses que la comunidad científica, investigadores y estudiantes respaldados por el CONICET vienen denunciando el presupuesto para el próximo año que el Gobierno destinará a Ciencia y Tecnología. El presupuesto 2017 propuesto por el Gobierno implica para el sector un 70% de recorte en infraestructura y equipamiento, un 25% en becas y se prevé una caída del 60% en el ingreso de jóvenes a carreras de investigación. Desde el CONICET ya anuncian que en los próximos días 600 becarios recibirán un telegrama informando su discontinuidad.

El recorte a Ciencia y Tecnología fue notorio del año pasado a este, cuando el presupuesto descendió de U$S1.300 millones a U$S770 millones, es decir U$S500 millones menos. La cantidad de estudiantes que percibían una beca ya era muy poca (alrededor del 2%), con lo cual esto implica una importante reducción de estudiantes ingresantes en investigación, que ahora se profundizacon un recorte mayor. Los responsables de Ciencia y Tecnología del Gobierno Nacional son cómplices y ejecutores de la precarización a la comunidad científica: Lino Barañao está a cargo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y es ministro desde el 2007, cuando fue designado por el kirchnerismo. Tanto él como Alejandro Ceccatto, titular del CONICET, avalaron la baja de presupuesto que reducirá el ingreso de estudiantes a menos de la mitad (de 930 a 450).

Mientras tanto, autoridades como Luis Baraldo (vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas-UBA) y otros directivos de la facultad, el grupo Ciencia y Técnicas Argentinas (CyTA) y Científicos Autoconvocados dijeron que intentaron negociar con legisladores de todos los bloques, pidiendo que se mantenga el 0,7% del PBI para poder financiarse. Pero está claro que los responsables políticos desde el gobierno en Ciencia y Tecnología y las autoridades tanto de la UBA como parte de la comunidad científica consolidada no ofrecen una salida que le garantice a la comunidad educativa la obtención de una becas o de financiamiento para las carreras de investigación. Especialmente luego del presupuesto de ajuste que votaron todos juntos hace pocos días en el Senado, con el PJ-FPV casi doblando a Cambiemos en votos a favor del proyecto.

El presupuesto 2017 afecta al presente inmediato y al futuro, porque se trata de un daño a largo plazo. Los jóvenes estudiantes no podemos acceder a la investigación sin un sustento material y con trabajos precarios. Estos recortes profundizan la política que heredamos de años anteriores, con presupuestos insuficientes y líneas de investigación atadas a las necesidades del mercado. A los trabajadores les resultará imposible ingresar en investigación científica y técnica sin un sistema de becas estatal sin cupo e igual a la canasta familiar que permita que sus hijos puedan desarrollarse en lo que corresponde a la ciencia. Necesitamos que el Estado tome íntegramente en sus manos la investigación técnica y científica, apoyándose en los trabajadores de las ramas de producción que dependen de esta y en universidades nacionales públicas y democráticas, para que este desarrollo esté al servicio de las necesidades del pueblo.