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¡Hagamos como en Tromba!

 Los trabajadores de la metalúrgica Tromba, ubicado en Avellaneda al sur del conurbano, habían solicitado a la patronal un bono de fin de año como ya lo vienen cobrando desde 2015. La primer respuesta fue negativa con el  argumento de bajas ventas, incertidumbre por la apertura de importaciones, pero lo que es sabido por los obreros es que las ganancias empresarias vienen en aumento debido a la devaluación (ya que venden en dólares), los salarios básicos por debajo de la línea de pobreza y las exenciones de impuestos. Es lo mismo decir que la crisis recae siempre sobre la espalda del laburante.

La herramienta más democrática que tenemos para decidir cómo enfrentar el avance patronal es la ASAMBLEA, más cuando están envalentonados por la política anti-obrera del gobierno y su plan de ajuste.

Se deciden realizar dos al día, aprovechando para informarse sobre la Reforma Laboral que quieren imponernos para quitar derechos históricos y flexibilizar nuestras condiciones de trabajo. Los delegados informan a la UOM Avellaneda sobre la situación, solicitando asesoramiento legal ya que el bono es un derecho adquirido interno.

En la primera semana de asambleas, ante la insensibilidad de los dueños, los obreros y empleados dan un paso más: se organizan para sacar el conflicto al barrio con batucada y un volante “…Manifestamos nuestro rechazo a la ley de flexibilización laboral impulsada por el gobierno neoliberal de Macri y sus aliados de la oposición y la C.G.T….”, “…en complicidad con las cámaras patronales y en consonancia con el gobierno se niega a reconocer nuestro derecho a un bono del fin de año…”, demostrando la bronca que hay por abajo con los dirigentes.

Convencidos que es necesaria la mayor unidad para tirar abajo las reformas que perjudican a toda nuestra clase, votan por unanimidad salir a la calle el miércoles 29/11 en la marcha al congreso nacional y el 06/12 a plaza de mayo; sin el llamado de nuestro gremio fueron varias las fábricas que se movilizaron en colectivo, en tren, en auto.

Con éstas acciones se fortaleció la pelea interna, y luego de dos semanas la patronal decidió abrir la negociación. En la primera semana de diciembre ¡el objetivo se consiguió! Gracias a las ideas, propuestas y también discusiones entre el conjunto de compañeros, se dejó claro un mensaje: no están dispuestos a entregar lo conquistado con tantos años de lucha. Y sí los de arriba nos declaran una Guerra Social, los de abajo tenemos que unirnos como hermanos de clase. ¡Hagamos como los compañeros de Tromba!