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Inflación, salarios y deuda pública

El plan económico de Macri, apoyado por sus socios patronales y los medios, se basaría en que el bienestar pasa por reducir el colosal déficit fiscal, que se arrastra desde hace años, e se ha incrementado a niveles extraordinarios en su gestión (7% del Producto Bruto). Eso los descarga contra los trabajadores y uno de los mecanismos para hacerlo es la licuación de los salarios, tanto estatales (menos gastos fiscales), y privados (mayores ganancias empresariales), mediante aumentos salariales por debajo de la inflación, de manera tal que cada vez nuestro salario alcanza para menos.

En los últimos meses, además de los conflictos por desocupación, las luchas gremiales están tratando de recuperar pérdida de poder adquisitivo absorbido por la inflación.

Contrariamente a los que el gobierno y las patronales nos dicen, ños aumentos salariales no son la causa, sino la consecuencia de la inflación, que es el aumento permanente y generalizado de los precios de los bienes y servicios.

¿Qué causa la inflación?

1. La remarcación de precios impuestos por las empresas e impulsados por los grandes grupos económico-financieros que controlan la formación de precios sectoriales priorizando la multiplicación de sus ganancias.

2. El aumento de las tarifas de servicios públicos dispuesta por el Gobierno que se transfieren a los precios. Así el trabajador recibe el incremento en forma directa como usuario e indirectamente por el traslado a los precios de las patronales.

3. El aumento de la presión tributaria del Estado (Nacional, Provincial y Municipal) y los costos de servicios estatales, no centrando dicha presión en las grandes capitales nacionales y extranjeros, al contrario a la patronal agraria se le bajaron impuestos.

4. Las devaluaciones del Peso argentino frente a las monedas extranjeras, como el dólar, y que se trasladan a los precios, licuando deudas de los capitalistas.

5. El aumento de las tasas de interés impulsadas por el Banco Central, incidiendo en los precios porque las patronales lo suman a sus costos.

6. La emisión millonaria de dinero (impresión de billetes) para cubrir los gastos financieros estatales, pero traducido, los gastos por los servicios constantes y en aumento de la Deuda Pública, principalmente la externa, por los intereses de hasta el 28% que se pagan por la emisión de Lebacs, un festín para los bancos y especuladores financieros nacionales y extranjeros (capitales golondrinas). Una tasa de interés única en el mundo.

Para el Gobierno y las empresas los trabajadores deben hacerse cargo

Estos factores llevan a la inflación que estamos soportando. Los salarios pierden siempre respecto a la inflación por varias causas:

-Los aumentos son pactados generalmente con los dirigentes sindicales traidores por debajo de la inflación y/o imaginarias proyecciones irreales sin que haya recupero por la inflación del pasado.

-Porque el proceso inflacionario golpea el poder adquisitivo de los ingresos diariamente, y, por otra parte, los salarios se perciben mensualmente, es decir, por ejemplo, con los aumentos diarios o semanales en los supermercados, lo que se cubre parcialmente recién en el próximo ajuste de ingresos. De ahí la perversidad de la ley votada para modificar el régimen previsional que omite considerar meses anteriores de inflación. Un perverso mecanismo contrario a lo que hacen los capitalistas que especulan financieramente con sus ganancia en forma diaria y hasta por hora.

La hipocresía del Gobierno macrista y sus socios políticos no apunta a bajar la inflación. Por el contrario, lo usa como herramienta para hacer caer los salarios reales y permitir de esta forma subsidiar la actividad financiera de sus socios y CEOs de los capitalistas, generándoles enormes ganancias en épocas de alta inflación como la actual. Peor aún, las patronales industriales y financieras, en concordancia con el Gobierno tratan de obligar que en las negociaciones paritarias se pauten aumentos sobre la inflación futura, que sería a la baja según sus “predicciones optimistas”, evitando recuperar los aumentos pasados y presentes, y omitiendo los convenios con “cláusulas gatillo”.