En La Plata se está desarrollando, desde el 15 de mayo, el juicio oral y público contra Carlos “el Indio” Castillo y Juan José “Pipi” Pomares, ambos integrantes de la CNU (Concentración Nacional Universitaria), una rama de la Triple A.
La CNU fue una organización de la ultraderecha peronista, que se originó en la Universidad de La Plata, que luego operó en Mar del Plata, Bahía Blanca y la ciudad de Buenos Aires y que cometió entre 1974 y el 29 de abril de 1976, al menos 100 asesinatos. Las víctimas de la CNU eran sindicalistas combativos, estudiantes y trabajadores militantes de organizaciones marxistas y del peronismo de izquierda. Secuestraban y asesinaban en el mismo día.
Después del golpe del 24 de marzo de 1976, esta banda resultó incontrolable para los militares, que la disolvieron deteniendo el 29 de abril de 1976 a varios de sus integrantes, entre ellos Castillo y Pomares, acusándolos de delitos menores.
Castillo estuvo preso en la U9 de La Plata, de donde salía para participar de los operativos de los grupos de tareas de la Bonaerense conducida por Ramón Camps. Hay testigos que lo identificaron en sesiones de tortura realizadas en la Comisaría Quinta de La Plata.
En la década del ’90 estuvo a las órdenes de Aldo Rico en el Modin. Trabajó en el Congreso Nacional como asesor del diputado Emilio Morello. Pomares trabajó en la municipalidad de La Plata, cuando era intendente Julio Alak, y luego fue asesor del bloque de senadores justicialistas de la provincia de Buenos Aires.
Castillo y Pomares, fueron presos hace un año acusados del secuestro y asesinato del sindicalista del hipódromo platense Carlos Antonio Domínguez, del estudiante Guillermo Miceli y de la pareja de militantes de la JP formada por Graciela Martini y Néstor Hugo Di Noto.
La importancia de este proceso tiene que ver con que por primera vez se juzga, en La Plata, a responsables de los crímenes de la Triple A. Por eso la sala de audiencias se mantiene llena con los familiares, amigos, compañeros de militancia no sólo de las víctimas por los que se los está procesando, sino también de otras causas contra la CNU como la de nuestros compañeros del PST asesinados en la Masacre de La Plata.
Si bien no podemos confiar en la Justicia de este sistema podrido, la lucha popular consigue que tengamos la enorme satisfacción de ver a esos asesinos en el banquillo de los acusados.
Este es un paso adelante. La verdadera justicia vendrá cuando los trabajadores, destruyamos al sistema capitalista y comencemos a construir el socialismo. La lucha contra el genocidio será una de las grandes banderas de la revolución socialista. Como se mostró el 10 de mayo, nuestro pueblo no olvida ni perdona y exige el castigo a los genocidas.