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La pulseada no terminó

Las cámaras empresarias pidieron la conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo, para frenar el paro nacional metalúrgico y la movilización de las bases del día jueves 3/5, la primera convocada en muchos años. Rápidamente el corrupto Triaca se apuró a dictarla, demostrando que es una herramienta propatronal para enfriar la bronca y debilitarnos. Caló y compañía la aceptaron -la estaban esperando para «arreglar»-. Le tienen miedo a la movilización obrera, que se comenzó a debatir en las fábricas pese a toda la desconfianza justificada en estos directivos. Pues está demostrado que con “negociaciones” y “conciliaciones”, que son su especialidad, los metalúrgicos estamos cada vez peor, al no contar con nuestra arma: un verdadero plan de lucha.

Todos sabemos que el aumento que reclama la UOM está muy por debajo de lo que necesitamos, mantiene nuestros salarios bajo la línea de pobreza y muy lejos del costo de la canasta familiar. Sin esperar la reforma laboral de Macri, nos siguen atacando. No sólo con la brutal devaluación de nuestros salarios en estos días, vía los aumentos del dólar, los precios y las tasas de interés. Nos pegan con despidos en Servas, Indelqui, Envases del Plata y más flexibilización laboral; preventivos de crisis truchos -estilo Carrefour- para abaratar despidos y bajar «costos laborales» como en Mabe; vaciamientos como en Stockl o Vassalli; atrasos y pagos en cuotas de las quincenas como en Rapiestant o Favra; persecución antisindical como en Metalsa, AcerBrag, etc.

El Congreso Nacional de Delegados en Mar del Plata, bajo la presión de varias seccionales, mandató al Secretariado para el paro activo. No para aceptar sin chistar la conciliación de Macri, Triaca y las patronales. ¿A quién consultó Caló para eso?

Necesitamos una nueva dirección para los metalúrgicos, y para todo el movimiento obrero. Ahora, todos los dirigentes sindicales del país están pensando en las  elecciones del 2019. Es decir, van a dejar que este gobierno y todos los ajustadores hagan lo que quieran por un año y medio más. Necesitamos luchar ahora hasta derrotar a Macri y las patronales, hasta que se vayan, y no “negociar” y trenzar por los cargos electorales.

¡Impongamos un verdadero plan de lucha!

¡Que el aumento sea en un solo pago, en los básicos y para todas las categorías y ramas! ¡Abajo el congelamiento salarial en Tierra del Fuego! ¡Una sola paritaria para todas las ramas metalúrgicas! ¡El convenio no se toca!

El paro y la movilización a Pza. de Mayo levantados eran la oportunidad para unir los conflictos en una acción unificada y política contra los ejecutores del plan de ajuste, saqueo y represión. Los dirigentes nos mantienen dispersos facilitando esos ataques patronales y la «gobernabilidad» de su representante actual: Macri y su equipo con Ceos.

Usemos este período de conciliación obligatoria para hacer asambleas en las fábricas, rechazar su política conciliadora y bajo el techo salarial del 15% y exigir a la conducción que prepare la lucha y mantenga la movilización del gremio. Las seccionales que arrancaron la fecha del paro tienen que impedir que Caló firme cualquier cosa. Exijamos Congresos de delegados en todas las seccionales, con mandatos de base, para continuar la pelea y rechazar todo acuerdo que no sea consultado con nuestros compañeros de trabajo. A la vez, coordinemos desde abajo, uniendo con la solidaridad entre fábricas en conflicto. Y poniendo delegados más obedientes a sus representados, y menos obedientes a los directivos de la UOM. Desde Avanzada Metalúrgica, estamos al servicio de todos los metalúrgicos para estas tareas, con la mira puesta en la huelga general y el argentinazo que eche a Macri.