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La soja en baja, el ajuste capitalista en alza

La demanda mundial de soja se mantiene a pesar de la crisis económica planetaria, pero una gran cosecha en Estados Unidos, y la sobreproducción en otros países del conosur, hacen caer su precio internacional, con similar tendencia hacia otros cereales. Los capitalistas agropecuarios ya se lamentan por las bajas en sus ganancias proyectadas. El Gobierno de Cristina, además, se enfrenta a una reducción en la recaudación impositiva vía las retenciones, y por derivación en otros sectores. Es decir, menos recursos ante un colosal deficit fiscal y la necesidad de cumplir con las millonarias cancelaciones de la deuda externa en 2014 y 2015. Mientras, a los trabajadores y al pueblo nos aplican un colosal ajuste que incluye un  aumento inflacionario de los alimentos en un marco de abundancia productiva alimentaria.

 

Hay una sobreproducción de soja y otros granos, y cae el precio en los mercados.  Súpercosecha en Estados Unidos, y un aumento de la producción latinoamericana. Si bien la cosecha de soja de Argentina puede ser menor a la proyectada originalmente: 50 millones de toneladas, las buenas producciones estimadas en Brasil: 85 millones de toneladas, Bolivia: 8 millones de toneladas, Paraguay: 7 millones de toneladas y Uruguay: 3 millones de toneladas, totalizarían una cosecha récord para Sudamérica de 153 millones de toneladas.(1)
La demanda mundial de soja continúa con incremento interanual del 5,4%, pero no absorbería el 10% de la oferta, previéndose un aumento del stock anual permanenente de soja del 35%, unas 90 millones de toneladas. Como consecuencia, el precio del grano cayó en los últimos cinco meses un 33% (unos U$S 200 aproximadamente)(2).
Se debe considerar además en la baja del precio las abundantes cosechas de poroto en EE.UU., y una leve recuperación de su economía por la cual su Reserva Federal (FED) subiría la tasa de interés a corto plazo en el 2015 revalorizando el poder adquisitivo del dólar, lo que deprimiría el valor de los “commodities”.(3)
Como consecuencia de ello, la economía capitalista semicolonial argentina deberá enfrentar precios de soja cercanos a los U$S 380 la tonelada, un 25% más bajos que el promedio entre los años 2011 y 2013, que era de U$S 513(4).

Las patronales del campo reclaman

Las disputas por las ganancias agropecuarias generan un teatro donde los productores capitalistas se enfrentan con el Gobierno de Cristina  que les permitió en la década ganada millonarias utilidades, derrota K de por medio en el 2008 ante el fracaso de la “Resolución 125” que aumentaban las retenciones para mantener subsidios, planes sociales y clientelares e importación de energía.
Pero las patronales del campo, ante la tendencia a la baja del precio de la soja y otros cereales, sumado al aumento en los costos de producción por la inflación, retuvieron granos para tratar de compensar con otra segura devaluación de nuestra moneda (al viernes 19-09 Dólar oficial: $8,40 – Dólar paralelo -blue- $15.-) -Ver recuadro de esta página-.
Algunos analistas económicos capitalistas criticaron esta actitud compensatoria del ámbito agropecuario, porque retener cereal con tendencia a la baja por lo explicado anteriormente, induciría a perder cerca de U$S 6.000 millones (menos exportaciones por U$S 1.500 millones en 2014 y U$S 4.500 millones  en 2015)(6) si la devaluación oficial no sigue a la inflación real del 40% que se proyectaría para este año. Pero la sed especulativa para obtener más ganancias pudo más.
La actividad cerealera resulta imprescindible para la economía de nuestro país, y clave para las economías regionales vinculadas a la producción capitalista y la transformación por ejemplo en harina y aceite, y para el resto de los sectores asociados, como el transporte, el comercio, la industria y la intermediación financiera. Miles de trabajadores dependen de estas actividades. En términos macroeconómicos, los dólares provenientes de las exportaciones de soja específicamente resultan fundamentales para financiar la demanda de dólares del resto de la economía y sobre todo, el déficit externo de la industria, del sector energético y para el pago de la fraudulenta deuda externa.
La soja también es fundamental para los ingresos fiscales del Gobierno nacional, que recauda el 35% del valor exportado. Y para las provincias, que reciben el Fondo de la Soja. Una soja por debajo de U$S 350 la tonelada implicaría una caída del valor de las exportaciones que haría desaparecer précticamente el superávit comercial, ya en baja, que Cristina, con o sin Kicillof mediante, con más trabas y menor actividad, lograría sostener por debajo de U$S 3.000 millones en 2015.
La caída del precio de soja y menores chances oficiales de financiamiento en los mercados internacionales complican el panorama 2015 para el Gobierno, por lo que todo proyecto de presupuesto capitalista que se proyecte y apruebe en estas condiciones nacería irreal.
Con el resto de los cereales como el maíz se proyecta algo parecido ante la baja del precio internacional. El Ministerio de Agricultura de la Nación estimó la superficie destinada al maíz para todos los usos (comercial y ganadero) en la campaña 2014/2015 en 5,6 millones de hectáreas, un 8,2% por debajo de los 6,10 millones implantados en el ciclo 2013/2014.(7)

Los capitalistas no  garantizan alimentos buenos y baratos

En este marco es que el Gobierno K amenaza con la nueva de Ley de Abastecimiento, para obligar supuestamente a los productores a vender sus cosechas para el ingreso de divisas posteriores. El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etchevehere,  vocero principal de las cuatro entidades en que se agrupan los productores, además de activar por la eliminación definitiva de las retenciones, advirtió que: “Estamos en alerta los productores porque vemos que quieren crear una herramienta para confiscar la producción de los campos”(5). (Ver más información en página 2)
La oposición patronal critica la ley pero sin alternativas, salvo el ex kirchnerista y presidenciable Sergio Massa, del Frente Renovador, que prometió: “En 448 días la vamos a derogar, nuestro compromiso tiene que ver con la vuelta de la Argentina a los mercados”, es decir, dejar librado nuestros recursos alimenticios a la especulación de ganancias de los capitalistas.
Desde el PSTU concluímos que, más allá de las quejas de las patronales agropecuarias, y de las bravuconadas de Cristina y de Capitanich, este gobierno burgués y propatronal no se atrevería a tocar una sola tonelada de la producción agropecuaria a pesar de la gran crisis de recursos para sostener el pago de la enorme deuda pública. El Gobierno tibiamente amenaza pero en definitiva deja correr más devaluación de nuestra moneda, emisión monetaria con inflación, licuaciones salariales, casi nula inversión en infraestructura pública. Un ajuste que el capitalismo argentino está aplicando a los trabajadores con Cristina a la cabeza.
Nuestro país produce alimentos para 300 millones de personas, pero las patronales cerealeras acopian los granos para especular con el precio y aumentar sus ganancias. Para los trabajadores y el pueblo están en juego nuestros recursos alimentarios. Sólo con medidas de fondo podemos terminar con la crisis. 1. Imponer un plan agropecuario que garantice primeramente la provisión de alimentos buenos y baratos a toda la población, y el resto se destine a la exportación con ingresos de divisas para aplicarlas a salud, vivienda, educación, transporte y trabajo genuino. 2. Mayores retenciones a los exportadores. 3. Eliminar el monocultivo de la soja y lograr la diversidad de la producción sin depender de las especulaciones de precios internacionales. 4. Lograr el monopolio del comercio exterior, reinstalando la Junta Nacional de Granos, de Carnes y de Lácteos, para controlar toda la producción alimenticia. 5. Combatir la inflación imponiendo precios máximos fijos para los productos de primera necesidad y castigar a los acaparadores que causan el desabastecimiento. 6. Aumento inmediato de salarios y jublaciones, ajustando por el costo de vida.
En definitiva, o las leyes del mercado capitalista y su avidez de ganancias condicionen nuestra calidad de vida o controlamos los trabajadores y el pueblo los resortes básicos de la economía.

Notas:
1 NAP – www.noticiasagropecuarias.com
2 Diario Ambito Financiero – 22-09-2014
3 Commodity es todo bien  producido en masa por el hombre, o disponible en  enormes cantidades en la naturaleza, que tiene valor o utilidad y un muy bajo nivel de diferenciación o especialización.
4 E&R –  www.economiayregiones.com.ar
5 Estudio Broda y Asociados – Ambito.com – 22-09-2014
6 Infobae y Radio Continental – 06-09-2014
7 Diario La nación – 19-09-2014